Bases teórico –
conceptuales de la gestión turística en espacios naturales no protegidos
Theoretical bases -
concepts of tourism management in unprotected natural spaces
Yudemir Cruz Pérez. &=
amp;
Juan Ernesto Gutiérrez
Leyva.
Resumen. =
DOI: https://doi.org/10.33262/concienciadigital.v2i3.854
=
El
propósito del trabajo fue establecer las bases teórico – conceptuales de la
gestión turística en espacios naturales no protegidos; para lo cual se
desarrollaron tres etapas: la identificación de núcleos teóricos, la modela=
ción
de la gestión y la clasificación de los espacios, mediante métodos y técnic=
as,
tanto del nivel teórico como del empírico, de este último fueron muy import=
antes
la realización de un Foro online y el uso de un grupo de expertos. De la
investigación resultó que los espacios naturales son las formas que adquier=
e el
espacio geográfico, con bases definidas en función de los elementos biótico=
s y
abióticos, los que se supone que no hayan sido modificados por el hombre, s=
in
embargo, es muy difícil la existencia de espacios netamente salvajes. Las á=
reas
protegidas están delimitadas por otros espacios naturales no protegidos, en=
los
que existen recursos y atractivos que pueden generar centralidad para el
impulso de actividades turísticas. La conceptualización de espacios natural=
es
no protegidos y la modelación de la gestión turística en ellos, contempló t=
res
ejes esenciales: los flujos de visitantes, los actores y su manejo, lo que
conlleva su desarrollo como territorios receptores. La clasificación propue=
sta
para los espacios naturales no protegidos, estructurada en tres niveles y n=
ueve
categorías, que resultaron adecuadas, eficientes y de un elevado grado de
sencillez y cientificidad, para su puesta en práctica, según los criterios =
de
expertos, con muchos años de experiencia en su trabajo y concordancia en los
criterios emitidos durante la valoración.
Palabras claves: espacio natural, gestión, turismo,
sostenibilidad.
Abstract.
The purpose of the work was to establish
the theoretical - conceptual bases of the tourist management in unprotected
natural spaces; for which three stages were developed: the identification of
theoretical nuclei, the modeling of the management and the classification of
the spaces, by means of methods and techniques, so much of the theoretical
level as of the empirical one, of this last one were very important the
realization of a Forum online and the use of a group of experts. From the
research it turned out that the natural spaces are the forms acquired by the
geographical space, with bases defined according to the biotic and abiotic
elements, which are supposed to have not been modified by man, however, it =
is
very difficult the existence of clearly wild spaces. The protected areas are
delimited by other unprotected natural spaces, where resources and attracti=
ons
exist that can generate centrality for the promotion of tourist activities.=
The
conceptualization of unprotected natural spaces and the modeling of tourism
management in they contemplated three essential axes: visitor flows, actors=
and
their management, which leads to their development as recipient territories.
The proposed classification for unprotected natural spaces, structured into
three levels and nine categories, which were adequate, efficient and of a h=
igh
degree of simplicity and scientificity, for its
implementation ractic, according to the criteri=
a of
experts, with many years of experience in their work and concordance in the
criteria issued during the assessment.=
Keywords: natural space, management, to=
urism, sustainability.=
=
Introducción.
El
turismo es un fenómeno socioeconómico-espacial, e imperante en la actualida=
d,
de obligado estudio y observación por su dinámica; con un enfoque geográfic=
o,
económico y social, dichos enfoques deben estar interrelacionados y
dimensionados. Según Jovicic (1972) citado por =
Tribe (2010): "El turismo es un fenómeno único y
ninguno de sus componentes puede ser estudiado aisladamente, ya que para po=
der
estudiar aisladamente cualquier aspecto del fenómeno es indispensable conoc=
er
su esencia, su naturaleza profunda, pues, de lo contrario, se corre el ries=
go
de presentarlo desde un ángulo unilateral o desnaturalizado (cayendo en el
economicismo, el geografismo, y el
sociologismo)".
Este
fenómeno propio del siglo XX conocido como turismo, se ha definido de
diferentes maneras según la ciencia que sirva de base para su investigación=
por
ser, como plantea Acerenza (1991), "… un
fenómeno complejo de carácter multidisciplinario", el mismo adopta la
siguiente definición por su carácter más global: "El turismo es el
conjunto de relaciones y fenómenos producidos por el desplazamiento y perma=
nencias
de personas fuera de su lugar de domicilio en tanto que dichos desplazamien=
tos
y permanencias no están motivados por una actividad lucrativa principal,
permanente o temporal.”.
El
turismo ha tenido un crecimiento ininterrumpido a lo largo del tiempo, a pe=
sar
de las crisis globales de varias índoles, entre las que se pueden enunciar =
la
baja en el precio del barril del petróleo, que ha influenciado para que los
países que dependen netamente de este recurso rompan su paradigma y busquen=
una
nueva fuente de ingreso y se direccionen a este sector, llevando a una
expansión y diversificación en sus productos a través de inversiones, creando nuevos destinos
turísticos a nivel internacional; por lo que se prevé pueda llegar a ser el
futuro económico más importante del planeta, superando incluso al petróleo
(Morillo, 2017).
Según
la World Tourism Organization (WTO, 2015),el
turismo internacional representa el 7% de las exportaciones mundiales, pues=
ha
tenido, del 2012 a la fecha, un crecimiento superior al del comercio mundia=
l. A
su vez, ocupa el tercer puesto, tan solo por detrás de combustibles y de
productos químicos, y por delante de la alimentación y de la industria de
automoción. En muchos países en desarrollo, el turismo es incluso el primer
sector en exportaciones.
Por
esta razón, Barroso y Flores (2006), expresaron que muchos territorios han
resuelto apostar por esta actividad como una estrategia de desarrollo
socioeconómico y cultural, dada la diversidad de actividades favorables que
traen bonanzas económicas, estableciéndose como un instrumento generador de
divisas, al ser una actividad que canaliza una inversión para producir una
expansión económica general, creando fuentes de empleos directos e indirect=
os
con una inversión relativamente baja en comparación con otros renglones de =
la
economía; en este sentido, Santa Cruz, Domínguez y González (2015) agregan =
que
genera una balanza de pagos favorables, y sobre todo, desarrolla las
actividades económicas locales.
Kotler
et al. (2011), describen que convertirse en un destino turístico importante=
es
el deseo de muchas ciudades para dinamizar su economía, especialmente las
pequeñas localidades que gozan de paisaje y riqueza histórica, como respues=
ta a
la necesidad de desarrollar un destino turístico que integre ocio, confort,
cultura, gastronomía e historia.
El
turismo en dichas localidades depende de varios factores, que al principio =
de
sus actividades tropiezan con toda serie de dificultades y limitaciones.
Algunos de estos conflictos dependen de factores externos sobre los cuales =
los
gobiernos de un país no tienen ningún control, como crisis económicas,
fenómenos ambientales, pandemias, terrorismo y factores políticos
internacionales, todos siendo perjudiciales a la actividad, independienteme=
nte
de la escala (López y Sánchez, 2009).
La
United Nations Fram=
ework Convention on Climate
Change (2015), apunta que esos factores pueden tener una influencia
significativa en las decisiones de viaje de los turistas. Estas influencias
estarán marcadas por las diferencias entre los segmentos de mercado, de este
modo, según la naturaleza de los factores influyentes las decisiones de via=
je
serán afectadas en cada segmento.
A
partir de lo expuesto hasta aquí, es un hecho, la importancia del territorio
para el desarrollo del turismo, al erigirse como plataforma dialéctico –
materialista que sustenta el espacio turístico. Es el aprovechamiento de sus
recursos la vía para conducir los intereses económicos, desde la articulaci=
ón
con lo ecológico y lo sociocultural; fenómeno este cuya expresión en Cuba
expone disímiles prácticas, como es el caso de destinos como Viñales, Las
Terrazas, Ciénaga de Zapata, Trinidad, Topes de Collantes, así como varios
cayos y áreas protegidas.
Precisamente,
son en estas últimas donde existe una mayor experiencia en el manejo de los
recursos naturales y antrópicos puestos en uso turístico, dado por el propio
carácter regulatorio de su marco legal y especificidad técnica, aspectos que
facilitan la gestión.
Sin
embargo, múltiples son los espacios naturales no protegidas con potencialid=
ades
para llevar a cabo productos turísticos, que no cuentan con la experticia
necesaria para hacerlo, lo que conlleva a que sean áreas con bajos niveles =
de
iniciación, desarrollo y consolidación de los flujos de visitantes, por lo =
que
se ven coartadas las iniciativas de gestión turística para el manejo sosten=
ible
de sus recursos. De este modo, el objetivo general de este trabajo fue:
establecer las bases teórico – conceptuales de la gestión turística en espa=
cios
naturales no protegidos.
Desarrollo
Metodología de trabajo
El
trabajo se desarrolló en tres etapas fundamentales: la identificación de
núcleos teóricos, la modelación de la gestión y la clasificación de los
espacios. Estas etapas se resumen en la Tabla 1, y las mismas conllevaron el
desarrollo de métodos y técnicas científicas, tanto del nivel teórico como =
del
empírico, de este último fueron muy importantes la realización de un Foro
online y el uso de un grupo de expertos.
El
Foro online, se llevó a cabo en dos etapas, la primera consistente en la
identificación de los participantes potenciales, a partir de dos criterios =
de
selección: científicos o académicos con alguna publicación indexada y
disposición positiva para la participación en el Foro. La segunda, referida=
al
desarrollo del Foro online a través de la red social profesional LinkedIn,
donde finalmente participaron 11 especialistas de seis nacionalidades, los =
que
valoraron y ponderaron los núcleos conceptuales predefinidos.
Tabla
N 1. Etapas de trabajo investigativo
|
|
|
|
|
Primera
|
Identificar los núcleos teóricos –
conceptuales del paisaje en función del turismo sostenible.
Definir el concepto de espacio natur=
al
no protegido.
|
Método teórico*: histórico o tendenc=
ial.
Métodos empíricos: Encuesta y Medici=
ón.
Técnica: Foro online
|
|
=
Segunda
|
|
Tercera
|
Clasificar los espacios naturales no protegidos.<=
/span>
|
Métodos empíricos: Encuesta y Medici=
ón.
Técnica: Grupo de expertos.
|
*Los
métodos teóricos se desarrollaron a través de los procedimientos de: anális=
is –
síntesis, abstracción – integración e inducción – deducción.
Por
su parte, el grupo de expertos se creó siguiendo los principios de anonimat=
o de
los intervinientes, repetitividad, retroalimentación controlada y respuesta=
del
grupo en forma estadística. Los expertos potenciales estuvieron definidos p=
or
dos criterios de selección: profesionales con experiencia en la actividad
turística o en ordenamiento y planificación territorial, y disposición posi=
tiva
para la participación. El grupo de expertos también funcionó de forma onlin=
e,
mediante el correo electrónico y la red social antes mencionada.
Resultados y discusión
El
concepto de turismo no ha variado sustancialmente, a tal forma que su esenc=
ia
no ha sido modificada, más bien desde organismos y convenios internacionale=
s,
referénciese a Organización Mundial del Turismo, hasta el contexto cubano, =
el
concepto cambia en forma y estilo de redacción; su ejemplo más contemporáne=
o y
contextualizado a Cuba es el aportado por Martín (2010).<=
/p>
Sin
caer en el absolutismo, se puede afirmar que toda actividad turística se
desarrolla sobre espacios geográficos, que a su vez tienen diferentes
clasificaciones; en cuestión el turismo como agente modificador del medio,
permite defender el término de espacio turístico que, si bien existen
diferentes puntos de vista en la conceptualización, los autores adoptan el
término de espacio geográfico expuesto por Santos (1996 y 2000), y constitu=
ido
por diferentes formas normativas, técnicas y simbólicas. =
Autores
cubanos como Salinas, Salinas y Echarri (2008), aplican este término al
turismo, que define al espacio turístico compuesto por formas normativas que
son los aspectos de índole jurídico y legislativo, formas técnicas referida=
s a
la construcción y acción modificadora del hombre, y formas simbólicas como
aquellos elementos intangibles del paisaje.
El
espacio es el entorno en el que se desenvuelven los grupos humanos en su
interrelación con el medio ambiente, por consiguiente, es una construcción
social, que se estudia como concepto geográfico de paisaje en sus distintas
manifestaciones (humanizado, agrario, industrial, urbano, forestal y
turístico).El paisaje geográfico es por tanto el aspecto que adquiere el
espacio geográfico, que se concibe como sistema territorial compuesto por la
asociación dialéctica de componentes formados bajo la influencia de los
procesos naturales y de la actividad modificadora del hombre.
También
se emplea el término territorio como perspectiva para el estudio de la
organización de la sociedad; el término espacio geográfico hace referencia =
a la
organización económica, política y cultural de la sociedad observada desde =
un
punto de vista geométrico como un conjunto de nodos[3]=
,
líneas, áreas, flujos, jerarquías y difusiones. Esta última definición está=
muy
relacionada con la tradición del análisis espacial en geografía, donde se
concluye que el espacio es una construcción social estudiada como concepto
geográfico de paisaje en sus distintas manifestaciones. <=
/p>
En
concordancia con el colectivo de autores del Nuevo Atlas Nacional de Cuba
(1989), se puede aseverar que los paisajes son sistemas territoriales que se
encuentran en un estado de equilibrio dinámico, y se caracterizan por tener=
un
determinado comportamiento con el medio de vida y de satisfacción de las
necesidades culturales y estéticas del hombre, como portador de recursos
naturales y como un espacio para las actividades económicas (Figura 1).
Figura
N 1. Representación teórico-conceptual del paisaje en función del
turismo sostenible.
De
la búsqueda bibliográfica resultó, como criterio clásico, que los espacios o
paisajes naturales son aquellos que no han sido modificados por el hombre. =
Sin
embargo, hoy la colonización de los territorios y su antropización es casi
inminente en más del 80% de la superficie emergida del planeta, incluso los
lugares donde el hombre no ha llegado directamente, la contaminación ha
modificado el clima global y por consiguiente todos los factores
físicos-geográficos, aseveración esta que se corresponde con los criterios
expuestos por el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza
(2018), Muñoz, Vega y Martínez (2018) y Moreno (2018), se infiere entonces =
que
es muy difícil la existencia de espacios netamente salvajes.
Sobre
la base del análisis anterior, se puede hacer referencia a espacios natural=
es
ligeramente modificados, medianamente modificados, modificados y fuertemente
modificados según Mateo (2016); por lo que es posible asumir los espacios
naturales ligeramente modificados y medianamente modificados, simplemente c=
omo
“espacios naturales”.
De
lo que se trata: el paisaje geográfico, es la forma que adquiere el espacio
geográfico, que tiene sus bases definidas en función de los elementos bióti=
cos
y abióticos, así, estos geosistemas utilizados =
como
satisfactores de las necesidades humanas, son antropiz=
ados.
Los
sistemas de gestión se erigen como el herramental necesario para dicho proc=
eso
de antropización; el turismo como fuerte generador de riquezas materiales y
sociodemográficas, utiliza diferentes espacios de índole protegido para su
desarrollo, que por obligado requerimiento y respondiendo a la Comisión Mun=
dial
de Áreas Protegidas (IUCN, 2015), debe desarrollarse de forma sostenible.
Sin
embargo, las áreas protegidas están inmersas y delimitadas por otros espaci=
os
naturales no protegidos, en los que existen recursos y atractivos que pueden
generar centralidad para el impulso de actividades turísticas, y donde no
necesariamente existen por ser marcos legales, entes gestores y emprendimie=
ntos
desde una concepción sostenible. De acuerdo con el resultado anterior, se
realiza una comparación (Tabla 2) entre un área protegida (AP) y un espacio
natural no protegido (ENNP), que sirve de base a la definición conceptual de
este último.
Tabla
N 2. Comparación entre AP y ENNP
|
|
|
|
|
ü
Recursos
ü
Atractivos
|
ü
Ecosistemas
ü
Función ecológica
|
|
ü Bienes y servicios=
ü Vocación definida<=
/o:p>
|
ü Valor=
ü Manejo
|
|
ü
Beneficios colectivos
ü
Responsabilidad Social Empresarial
|
ü
Intereses
ü
Usos
|
Desde
estas semejanzas y diferencias, y considerando que sólo se ha generalizado =
un
concepto de AP, se identificaron siete nodos conceptuales que fueron ponder=
ados
jerárquicamente por especialistas relacionados con el tema, de este proceso
predominaron cuatro nodos (Figura 2), con más del 10% de ponderación de pri=
mer
nivel de jerarquía, mismos que fueron los considerados en la construcción d=
el
concepto.
Así,
se formula como concepto de ENNP: a la parte del patrimonio natural y cultu=
ral
de un país que queda fuera de cualquier categoría de área protegida,
susceptible de manejos sostenibles que generen beneficios directos e indire=
ctos
al desarrollo socioeconómico, y que sus recursos configuran una vocación
específica definida.
Figura
N 2. Ponderación de los nodos conceptuales.
De
aquí, que no se haya encontrado (al menos, a través de la búsqueda de
información científico-técnica de acceso abierto, en lengua española e ingl=
esa)
un cuerpo teórico estructurado que aborde el manejo y aprovechamiento turís=
tico
en espacios naturales no protegidos (management=
and tourist use in unprotected
natural spaces), lo que ocupó los esfuerzos de =
esta
investigación. En consecuencia, se modeló la gestión turística en ENNP a pa=
rtir
de tres ejes esenciales: los flujos de visitantes, los actores y su manejo
(Figura 3), que formaron un modelo en forma de triángulo.=
Figura
N 3. Modelo triangular de la gestión turística en ENNP.=
De
este modo, resultó útil este modelo triangular, dado que la suma de las
entradas individuales es directamente proporcional a la suma individual de =
la
salida en cada vértice; el baricentro, el incentro y el circuncentro, coinc=
iden
en un mismo punto y su distancia a un vértice es el doble de su distancia a=
la
base, como segmentos tienen la misma medida dada la simetría de la figura; =
por
lo cual esta es homologada a la concepción holística de los sistemas en su
representación gráfica, en función de modelar la gestión de los ENNP.<=
/o:p>
Los
flujos de visitantes, constituyen la esencia de la consecución del turismo,=
al
expresar en la praxis la existencia de la demanda entre un mercado emisor y=
un
destino receptor (World To=
urism
Organization, 2018),a partir
de la existencia de la centralidad de sus recursos y atractivos, de aquí qu=
e el
logro de esos flujos conlleve el desarrollo de los ENNP como territorios
receptores, donde el núcleo de la gestión es liderado por los actores local=
es.
Así,
las iniciativas llevadas a cabo por los actores se concretan en emprendimie=
ntos
turísticos que significan, a la vez, acciones de manejo de esos ENNP, los q=
ue
sí, necesariamente, deberán estar concebidos de forma sostenible; fomentánd=
ose
el crecimiento de los flujos de visitantes y las magnitudes significativas =
que
legitiman la actividad turística en ellos, pues de nada valdrían esfuerzos =
para
generar ofertas turísticas en esos territorios, si el manejo de los recurso=
s no
se corresponde con su naturaleza y desarrollo.
Dado
el modelo triangular anterior, y tomando como base la conceptualización de =
ENNP
realizada, resultó conveniente establecer una clasificación de estos, para
facilitar su gestión en la práctica turística. La Tabla 3, presenta niveles=
en
los que se tipifican las áreas según el grado de antropización, debido a que
los recursos del patrimonio natural en los espacios no protegidos, siempre =
(o
generalmente), estuvieron sometidos a regímenes de manejo y aprovechamiento
caracterizados por un uso intensivo de los mismo, y en casos extremos, a
explotaciones irracionales que conllevaron a su deterioro o desidia. De aqu=
í la
importancia de cualificar el grado de antropización con que el espacio se p=
uede
enfrentar a una actividad turística.
Tabla
N 3. Clasificación de los ENNP
|
I. <=
/span>Poco antropizado
II. Antro=
pizado
III. &nbs=
p;
Muy antropizado
|
a.
Uso forestal
b.
Uso agrícola
c.
Uso ganadero
d.
Uso minero
e.
Uso industrial
f.
Aprovechamiento hidráulico
g.
Rural de usos varios
h.
Uso especial
i.
Urbanizado
|
Para
tipificar los ENNP en uno de los niveles anteriores, se propone entender es=
tos
niveles como:
ü Poco antropizado:
cuando la transformación que ejerce el ser humano sobre el medio,
ya sea el biotopo o la biomasa, no sobrepasa los umbrales de resiliencia de=
los
ecosistemas.
ü Antropi=
zado: cuando la transformación
que ejerce el ser humano sobre el medio, ya sea =
el
biotopo o la biomasa, genera impactos que no llevan al deterioro irreversib=
le
de los ecosistemas.
ü Muy =
antropizado:
cuando la transformación que ejerce el ser humano sobre el medio,
ya sea el biotopo o la biomasa, genera impactos que conllevan deterioros
extremos que cambian los ecosistemas originales por otros.
Por
su parte, se presentan nueve categorías que catalogan el espacio de acuerdo=
con
el uso socioeconómico, lo que no contradice las clasificaciones que se han
elaborado en función de la relación de los turistas con los paisajes, como =
es
el caso de Salinas (2003); estas que se proponen se basaron en la triada de=
la
sostenibilidad y sus dimensiones (Tabla 2), a partir de las cuales se
identificaron tres grupos de categorías: los usos relacionados con las
actividades básicas (a, b, c y d), los inherentes a actividades altamente
tecnificadas (e y f), y los concernientes al nivel de desarrollo alcanzado =
(g,
h e i). De este modo:
a. Uso forestal: es el espac=
io
donde predomina el patrimonio forestal, y por tanto la vocación de uso
socioeconómico es el aprovechamiento de los bienes y/o servicios de los
bosques.
b. Uso agrícola: es el espac=
io
donde predomina el patrimonio agrícola, y por tanto la vocación de uso
socioeconómico es relativa a la agricultura de subsistencia o intensiva.
c. Uso ganadero: es el espac=
io
donde predomina el patrimonio dedicado a la actividad pecuaria, y por tanto=
la
vocación de uso socioeconómico es relativa a la ganadería de subsistencia o
intensiva.
d. <=
/span>Uso minero: es el espacio
donde predomina la actividad minera y por tanto su vocación de uso
socioeconómico es relativa a la misma.
e. Uso industrial: es el esp=
acio
donde la actividad industrial es el centro del desarrollo socioeconómico y =
los
recursos están en función de la misma.
f. Aprovechamiento hidráulic=
o:
es el espacio con vocación hidráulica, donde las obras y las actividades de
aprovechamiento del agua son el centro del desarrollo socioeconómico.<=
/o:p>
g. Rural de usos varios: es =
el
espacio no urbanizado donde la gama de actividades socioeconómicas son dive=
rsas
y no permiten definir una vocación de uso predominante de los tipificados en
alguna de las categorías anteriores (a, b, c, d, e y f). =
h. Uso especial: es el espac=
io
en el que se desarrollan actividades limitadas al uso público y que constit=
uyen
un interés estratégico. Entre estos, los de uso militar, cuarentenales, zon=
as
francas y otros.
i. Urbanizado: es el espacio
donde se ha fundado alguna infraestructura poblacional con, al menos, el mí=
nimo
desarrollo de las redes de servicios.
La valoración por expert=
os
de la clasificación anterior, tanto sus niveles como categorías, arrojó
resultados positivos (Figura 4). Al examinar la variable “adecuación”, Figu=
ra
4a, se observa una primera clase de dependencia del factor “expertos”, medi=
ante
la formación de un nodo parental que segregó independientemente dos nodos
filiales, lo cual indica diferencias notables en el conteo, tanto de frecue=
ncia
de casos como en el porcentaje entre los elementos discriminados.
Se demuestra una relación
directamente proporcional entre los nodos respecto a las respuestas de los
encuestados, con conteos máximos en el parental uno para la respuesta
“adecuado” y en el dos para la respuesta “muy adecuado”, con conteos
intermedios para “bastante adecuados”, lo que demuestra respuestas que
valoraron los subsistemas de la clasificación como “adecuados” entre el 50 =
y el
70% en el par filial.
El rasgo común internodo, en esta clase de dependencia, resultó el b=
ajo
porcentaje de casos en el resto de las categorías (inadecuado y poco adecua=
do),
lo que es indicativo de una ponderación positiva de la propuesta. Una
característica peculiar en este análisis es que el conocimiento e informaci=
ón
de los expertos en materia de turismo, ordenamiento y planificación
territorial, no está influenciando significativamente la percepción sobre la
evaluación de la propuesta, sino sus años de experiencia en el trabajo.
Figura
N 4. Árboles de clasificación para la “adecuación” y “eficiencia” =
de
la clasificación de los ENNP valorada por los expertos.
<=
o:p>
=
En el caso de la valorac=
ión
de la “eficiencia” de los subsistemas diseñados (Figura 4b), también aparec=
e un
solo nodo parental, pero con una distribución más equitativa y ascendente de
los conteos desde la categoría “adecuado” hasta “muy adecuado”, aspecto que=
se modifica
en los nodos filiales.
El primer nodo filial
expresó prevalencia para una categorización de la eficiencia como “adecuada=
” y
“bastante adecuada”, con conteos que sobrepasan el 50%, a diferencia del
segundo nodo donde son nulos los conteos en las categorías negativas, queda=
ndo
en un 43%, aproximadamente, la prevalencia de la máxima categoría de “muy
adecuada”; todo fue analizado integralmente y de acuerdo con los estadígraf=
os
que sustentaron la clasificación según el crecimiento del árbol por el méto=
do
de CHAID exhaustivo, se demuestra que los niveles y las categorías fueron
interpretados por los expertos con un nivel alto de eficiencia para su pues=
ta
en práctica.
Figura
N 5. Valoración por los expertos de la sencillez y cientificidad d=
e la
clasificación de los ENNP.
<=
o:p>
El tercer aspecto valora=
do
por los expertos fue el “grado de sencillez y cientificidad” que como se
observa en la Figura 5, se conglomeraron también, en concordancia con las
categorías anteriormente analizadas, entre “adecuado” y “muy adecuado”,
mostrándose como “raros” los casos distribuidos en las categorías negativas,
hecho que permite inferir que los subsistemas fueron entendidos como sencil=
los
y con elevado basamento científico.
Figura N 6. Calidad de conglomerado=
en
las valoraciones.
<=
o:p>
La calidad del análisis =
de
los resultados presentados sobre la valoración de la clasificación, con los
expertos (Figura 6) pudo ser comprobada en el resumen de los modelos analiz=
ados
en la valoración, a través de los árboles y el histograma, con una medida
“regular” en la cohesión y separación de los casos conglomerados de los cri=
terios
emitidos por los expertos durante el análisis.
Las variables observadas
hasta aquí han demostrado una relación importante con respecto a la
clasificación propuesta, por tanto, existió una correlación significativa de
las variables adecuación, eficiencia y grado de sencillez y cientificidad, =
con
los subsistemas innovados (valores de 0,723, 0,833 y 0,840 respectivamente)=
.
Conclusiones
· El espacio o paisaje =
natural es
la forma que adquiere el espacio geográfico, con bases definidas en función=
de
los elementos bióticos y abióticos, los que se supone que no hayan sido
modificados por el hombre, sin embargo, es muy difícil la existencia de
espacios netamente salvajes, pues estos geosistemas
son utilizados directa o indirectamente como satisfactores de la sociedad.<=
o:p>
· Las áreas protegidas =
están
inmersas y delimitadas por otros espacios naturales no protegidos, en los q=
ue
existen recursos y atractivos que pueden generar centralidad para el impuls=
o de
actividades turísticas, y donde pueda que no existan por sí mismos marcos
legales, entes gestores y emprendimientos desde una concepción sostenible.<=
o:p>
· La conceptualización =
de
espacios naturales no protegidos y la modelación de la gestión turística en
ellos contemplan los flujos de visitantes, los actores y su manejo, como tr=
es
ejes esenciales, lo que conlleva su desarrollo como territorios receptores,
donde el núcleo de la gestión es liderado por los actores locales y concret=
ada
en emprendimientos turísticos que signifiquen acciones de manejo sostenible=
de
esos espacios.
· La clasificación prop=
uesta
para los espacios naturales no protegidos, estructurada en tres niveles y n=
ueve
categorías, resultaron adecuadas, eficientes y de un elevado grado de senci=
llez
y cientificidad para su puesta en práctica, según los criterios de expertos=
en
materia de turismo, ordenamiento y planificación territorial, con variosaños de experiencia en su trabajo y concordanci=
a en
los criterios emitidos durante la valoración.
Referenci=
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