MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01D7A3E6.0D9800B0" Este documento es una página web de un solo archivo, también conocido como "archivo de almacenamiento web". Si está viendo este mensaje, su explorador o editor no admite archivos de almacenamiento web. Descargue un explorador que admita este tipo de archivos. ------=_NextPart_01D7A3E6.0D9800B0 Content-Location: file:///C:/1A69C670/05_FormatoConcienciaDigital2020.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="windows-1252"
Analysis of the primarization of the economy in Latin America from the
material basis of the dialectical method
Renato
Sánchez Proaño. [1]=
span>
Recibido:
10-07-2021 / Revisado: 24-07-2021 /Aceptado: 07-08-2021/ Publicado: 05-09-2=
021
In recent years, Latin America has not only
experienced economic growth, but has also had to face a trend toward primarization of the economy, deindustrialization, an=
d the
increase in assembly plants and assembly plants. A classic geopolitical
analysis would reveal that the problem lies in the inability of their ruler=
s to
manage the states, whatever their political position. Ethical reasoning like
these is not enough to achieve a pragmatic change in reality; reason for wh=
ich,
the present work tries to realize the analysis from the method of the
historical materialism and the ecological economy. For this, in the first
place, the historical and epistemological character of capitalism is reveal=
ed,
with which categories can be identified that go beyond the selfish tendency=
of
“homo economicus”. Second, the conceptual similarities between dialectical
materialism and ecological economics have been expressed, which incorporates
new epistemes that recognize the value that nature has for life, something =
that
neoclassical environmental economics has not achieved. For this, techniques=
of
analysis of society-nature metabolism are used, which shows how Latin Ameri=
ca's
participation in the world economy has been as a supplier of raw materials
since colonial times; and how, in turn, nature has dialectically determined=
the
region materially at its economic and social levels; continuing and
accentuating this trend even during times of economic growth.
Keywords:
Metabolism,
society-nature, ecological economy, capitalism.
Resumen.
En los últimos años América Latina no solo ha
experimentado un crecimiento económico, sino también ha tenido que enfrentar
una tendencia a la primarización de la economía, a la desindustrialización =
y al
aumento de las maquiladoras y ensambladoras. Un análisis geopolítico clásico
revelaría que el problema está en la incapacidad de sus gobernantes de
gestionar los estados, sea cual sea el posicionamiento político que tengan.
Razonamientos éticos como estos no son suficientes para lograr un cambio
pragmático de la realidad; razón por la cual, el presente trabajo pretende
realizar el análisis desde la base material del método dialéctico y la economía ecológica. Para =
esto, en primer lugar, se=
devela
el carácter histórico y epistemológico del capitalismo, con lo cual se pued=
en
identificar categorías que van más allá de la tendencia egoísta del “homo
economicus”. En segundo lugar, se han expresado las similitudes conceptuales
entre la base material del método dialéctico y la economía ecológica, el cu=
al
incorpora nuevas epistemes que reconocen la importancia que la naturaleza t=
iene
para la vida, algo que la economía ambiental basado en las teorías neoclásicas no ha logrado=
. Para esto se usan técnicas de análisis del metabolismo
sociedad-naturaleza, el cual demuestra cómo desde la colonia la participaci=
ón
de América Latina en la economía mundial ha sido como proveedor de materias
primas; y cómo a su vez la naturaleza dialécticamente ha determinado
materialmente a la región en sus niveles económicos y sociales; continuándo=
se y
acentuándose esta tendencia incluso durante las épocas de crecimiento
económico.
Palabras claves: Metabolismo sociedad-naturaleza, economía ecológ=
ica,
capitalismo.
Intro=
ducción.
Visto desde la
geopolítica ortodoxa, los recursos de América Latina son objetos en disputa
para el dominio de los países centrales (Dallanegra
2010), y de resistencia para la población latinoamericana. Esto lleva al
planteamiento de varios posicionamientos éticos en los cuales los estados y=
sus
gobernantes son juzgados como los principales cómplices de la extracción de
recursos, sin importar si estos tienen tendencias conservadoras o progresis=
tas.
La realización de
juzgamientos éticos y morales del mundo pueden ser el inicio de la develaci=
ón
de problemas de inequidad social, pero no son suficientes para un cambio
pragmático de la realidad. Pararse desde una posición latinoamericanista y
centrarse en el juzgamiento moral del mundo no cambia la realidad. De igual
manera, quienes promulgan soluciones con tendencias neoliberales consideran=
que
la distribución de la riqueza y los problemas ambientales los resolverá el
mercado. Para esto afirman, se requiere una etapa inicial de desarrollo, la
cual puede empezar según Rostow (1961) con la exportación de recursos
naturales; creyéndose que la riqueza generada en esta etapa posteriormente =
será
distribuida equitativamente. Este planteamiento desarrollado por Kuznets (1=
955)
se lo explica en el Figura 1, donde el punto 1 indica un estado de pobreza y
equidad social, que luego de desarrollarse una actividad productiva (como la
extracción de recursos naturales para el caso de América Latina) aumenta la
inequidad (punto 2), para luego reducirse por la distribución equitativa del
marcado (punto 3).
Figura 1. Curva
de Kuznets
Fuente: Kuznets,
1955
Este paradigma es
compartido por organizaciones que rigen la economía mundial en la actualidad
como son el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (Banco Mundial,
2010); a pesar de existir evidencias notorias del aumento de la inequidad y=
una
nula estabilización de la curva del Gráfico 1 (WIDER, 2000).
La búsqueda de una
explicación inmediata desde la ciencia geopolítica hegemónica, en la cual l=
as
regiones del mundo están repartidas en áreas territoriales de influencia de=
las
grandes transnacionales (Haushofer, 1986) tampoco permite captar la unidad
histórica a el cual este fenómeno pertenece; ya que, donde se encuentran los
países no depende únicamente de su posición en el mapa, sino también de un
pasado que carga con contingencias de interacción a sus componentes tanto e=
n el
presente como en el futuro (Lewontin et al., 19=
84).
Por lo que se plantean como objetivos del presente trabajo la realización de
una crítica de la economía política a través de la base material del método
dialéctico y la economía ecológica para analizar esta complejidad, y porqué=
la
realidad se ha constituido como la conocemos.
=
Metodologia.
El diseño de la investigación presenta un enfoque
crítico a nivel documental, apoyado en la base material del método dialécti=
co,
la cual es una concepción del mundo desarrollada por Marx para la comprensi=
ón
de la historia humana en su totalidad (Marx, 2002). En este método se trata=
de
investigar a la sociedad humana desde su superestructura; para lo cual se p=
arte
de individuos empíricos y las relaciones que se establecen entre ellos (Mar=
x,
1974), siendo la más importante sus formas de producción y reproducción.
No se puede juzgar a un individuo por lo que pie=
nsa
de sí mismo, como tampoco se puede juzgar a una época por su propia concien=
cia social
(Marx, 1980), y esto se debe a que la conciencia de una sociedad en un mome=
nto
dado no solo es fruto de una casualidad evolucionada (Eysenck, 1971), sino =
que
también es determinada en un marco de saber acorde a una "verdad"
impuesta desde un poder para una cierta época (Foucault, 1966).
Difícilmente en este tiempo dominado por el sistema capitalista se pueda
entender o concebir las cosas y las palabras fuera del marco epistemológico
hegemónico.
Una metodología estará adscrita a una episteme
(Guba, 1990); es por esto que el método propuesto en este trabajo pretende
entender la primarización de la economía en Amé=
rica
Latina no desde un modelo de conocimiento ligado a una episteme hegemónica;
sino desde la apreciación ontológica. Estas categorías se las trata de
organizar en el Gráfico 1.
Gráfico 1
Or=
ganización
de la ontología, epistemología y metodología
Nota: Una
metodología está basada en una epistemología temporal y espacial, que se a =
su
vez forma parte de una ontología.
Fuente: Breilh, 2011.
La complejidad del análisis materialista históri=
co
hace que la compresión de una sociedad no se base únicamente en la suma de =
los
factores característicos de sus individuos; por el contrario, pone en evide=
ncia
interacciones entre los individuos, grupos sociales o sociedades organizadas
entre sí, junto con la naturaleza; y cómo a su vez la naturaleza también
condiciona a estas distintas escalas humanas. Este es un método desarrollado
por Breilh (2011), que se ejemplifica en el Gráfico 2 para estudios epidemi=
ológicos,
y que sirven como método para operativizar el estudio complejo de la socied=
ad
en el presente trabajo.
Gráfico 2
Mé=
todo
de análisis de la complejidad
Fuente: Breilh,
2011.
En este gráfico se puede observar como el indivi=
duo
influencia y es influenciado por su entorno más cercano, el cual es conocido
como orden particular. A su vez, el orden particular es influenciado e
influencia a un orden social más amplio y complejo; y es este orden social
general el que interactúa dialécticamente con la naturaleza, ya que la
condiciona o es condicionado por esta.
Historicidad
del capitalismo
El capitalismo se muestra como un sistema de ori=
gen
histórico espontáneo y natural, justificado en que los seres humanos tienen=
una
fuerte tendencia al egoísmo y a “realizar trueques, cambios e intercambios =
de
unas cosas por otras” (Smith, 1994), para obtener una mayor utilidad indivi=
dual
(Gossen, 1881). Para Marx, lo único natural, espontaneo y por tanto ontológ=
ico
es la necesidad de transformar la naturaleza para satisfacer las necesidades
humanas, lo cual se ejecuta mediante el trabajo (Marx 1974); mientras que el
capitalismo se presenta como una configuración histórica de ese proceso
(Echeverría, 1998); y por tanto es ubicado como una categoría epistemológic=
a,
teniendo un inicio y posteriormente un fin.
El no ser críticos, y creer que el sistema capit=
alista
es el único modelo que existirá de forma indefinida y en la manera en que lo
conocemos, es un dogmatismo; ya que este sistema se ha desarrollado
históricamente, existen grandes fuerzas para su conservación, y pueden exis=
tir
otras grandes fuerzas sociales o naturales para su reemplazo. Para cambiar =
el
enfoque epistemológico y llegar a un razonamiento apropiado, se requiere del
razonamiento crítico; de esta forma se pueden identificar sin restricciones=
de
visión cuales métodos funcionan y cuales no (Kant, 2005).
La historia moderna comienza en el Siglo XVI con=
la
creación de un comercio y mercado expansivos. La historia moderna de América
Latina se desarrolla paralelamente a la del capitalismo, asignándose a la
región en la época de la conquista el papel de periferia exportadora de
materias primas e importadora de bienes de lujo. Siglos después, problemas
internos y externos al territorio causaron revoluciones impulsadas por los
criollos, quienes una vez con el poder cambiaron el comercio monopólico de =
España
por la de otras potencias. Estos pactos no reemplazaron los modelos económi=
cos
de América Latina, sino que la determinó a ser un proveedor de materias pri=
mas,
y comprador de productos industriales, tendencia que continúa hasta estos d=
ías
(Sánchez, 2017).
La
economía ambiental no es suficiente
A lo largo de los años se ha demostrado que la
naturaleza tiene límites, y que el aumento de la extracción de recursos
naturales no puede realizarse de manera ilimitada (Meadows et al., 1972); es
por lo que se ha creado una nueva rama desde las economías neoclásicas para=
el
manejo ambiental, conocida como economía ambiental. Para Field et al. (2003=
: 3)
la economía ambiental es “la aplicación de los principios económicos al est=
udio
de la gestión de los recursos naturales”. En esta definición claramente se
puede notar la creencia en que los principios económicos del capitalismo van
más allá del tiempo y de las leyes físicas; y que la gestión de los recursos
naturales se puede lograr mediante las leyes de las economías neoclásicas. =
Las
deficiencias de estas técnicas han hecho necesaria la búsqueda de nuevas
epistemes que conecten la naturaleza con las formas de producción sociales.
Estas nuevas perspectivas se pueden estar gestando en nuevas ciencias como =
por
ejemplo la economía ecológica, la cual parte de una noción distinta de la
naturaleza, en la cual las leyes de la naturaleza son las que rigen la
apropiación de los “recursos naturales” necesarios en la producción social =
y no
viceversa (Martínez-Alier, 1999).
Para Martínez-Alier (2005), “la economía neoclás=
ica”
está limitada por la naturaleza; y, por tanto, las leyes sociales que rigen=
la
generación de valor están circunscritas a las leyes físicas naturales, como
trata de ejemplificar la economía ecológica. Esta concepción del sistema
económico toma en cuenta la base material, y por tanto las leyes físicas y
biológicas en la organización humana (Engels, 1961). Como lo hace la base
material del método dialéctico. En el Gráfico 3 se muestra un esquema
explicativo de las economías neoclásicas, notándose que esta reduce a la
economía a un intercambio de bienes y servicios entre seres humanos, sin to=
mar
en cuenta a la naturaleza.
Gráfico 3
Si=
stema
económico neoclásico
Fuente: Martínez-Alier,
2005
Contrario a esto, en el Gráfico 4 se muestra el
sistema de la economía ecológica; en el cual el intercambio en la sociedad =
es
solo una parte de los procesos que se dan en la naturaleza.
Gráfico 4
Si=
stema
en el que se basa la economía ecológica
Fuente: Martínez-Alier,
2005.
La base material del método dialéctico y la econ=
omía
ecológica presentan varias similitudes y diferencias; dentro de sus similit=
udes
está justamente la incorporación de las leyes de la naturaleza; mientras qu=
e su
mayor diferencia está en el que la economía ecológica no cuestiona al régim=
en
económico y social dominante (Torres 2015).
Dentro de la incorporación de las leyes de la
naturaleza están la materialidad física y biológica, las cuales funcionan en
todo momento, y sus leyes rigen y afectan a las actividades sociales y por
tanto económicas. Entre la materialidad física y la materialidad biológica =
se
presenta un gran salto cualitativo, que hace que las leyes biológicas no pu=
edan
ser explicadas únicamente con las leyes de la física. Una diferencia fundam=
ental
entre materialidad física y biológica es que esta última requiere la
interacción entre organismos vivos y otros materiales en un ecosistema común
para su funcionamiento (Tansley 1934).
El mayor salto cualitativo se da al pasar de
materialidad biológica a materialidad social; ya que esta reúne los princip=
ios
de la materialidad física y biológica de la cual forma parte, e incorpora a
estas la subjetividad (Cornejo et al. 2016). El no solo satisfacer las
necesidades físicas, sino también las subjetivas hace que el humano acumule=
en
su historia el desarrollo de las posibilidades de transformación de la mate=
ria
según sus capacidades y necesidades (Marx, 1971).
La inclusión de leyes físicas y biológicas en las
ciencias sociales no significa que exista un solo tipo de análisis para tod=
os
los tipos de problemas, ya que no existe una forma de reducir la complejidad
propia de la materialidad biológica o social a la materialidad física (Tole=
do,
2008). Mucho menos se puede creer que con leyes sociales como las económica=
s se
puedan reducir a un solo tipo de análisis basado en la materialidad física o
biológica, como lo hace la economía ambiental, reduciendo todos los análisi=
s a
valores económicos o monetarios (Sánchez, 2016). Por el contrario, se trata=
de
tomar en cuenta las leyes físicas y las leyes biológicas en cada nivel de
análisis para mantener la complejidad, y de esta manera respetar las
limitaciones de cada una de las categorías.
Metabolismo
sociedad-naturaleza
Karl Marx (1971) desde su texto “Elementos funda=
mentales
para la crítica de la economía política” más conocido como “Los Grundrisse”, esbozó que, para la satisfacción de las
necesidades humanas es necesaria la transformación de la naturaleza en obje=
tos
cargados de subjetividad; lo cual requiere del trabajo humano. En el sistema
económico actual, el trabajo, la materia, los objetos y la tecnología se
encuentran en un conjunto de procesos de intercambio con un medio de
comunicación económico que conecta a los diferentes actores dentro del merc=
ado
global, este conector es el dinero. El mercado, el dinero y el plusvalor que
genera valor no se pueden concebir como fenómenos ontológicos existentes de=
sde
siempre, sino que son categorías en las cuales se fundamenta el capitalismo
para su existencia histórica; las cuales tuvieron un inicio y tendrán un fi=
nal.
Para Marx (2002) la historia del hombre es la
narración temporal de la interacción metabólica de los seres humanos con la
naturaleza, junto a su mediador: el trabajo. Por tanto, la historia humana =
en
su totalidad es únicamente la narrativa del desarrollo o incremento de la
complejidad entre ser humano y naturaleza, y todas las contradicciones soci=
ales
y ecológicas que esta conlleva.
La naturaleza no solo es determinada por la
sociedad, sino que a su vez, la naturaleza produ=
ce una
determinación a la sociedad, tanto de forma material como subjetiva. Todos =
los
pueblos construyen un metabolismo a lo largo de su historia, ya que del tra=
bajo
está condicionado y a su vez es condicionante de los recursos disponibles a=
un
medio, por lo que el metabolismo sociedad–naturaleza se configura como una
huella de identidad distinta para cada sociedad. El sistema económico-social
hegemónico de producción actual es el capitalismo, el cual ha dejado una hu=
ella
ecológica profundamente marcada en el sistema natural (Marini, 1993); y
designando a cada región en el mundo un papel dentro de su sistema lineal de
funcionamiento entre extracción, producción, distribución, consumo y excrec=
ión
(Toledo, 2008).
El análisis dialéctico del método propuesto por
Breilh (2011) e interpretado en el Gráfico 3, permite identificar una mutua
modificación entre la materialidad social y natural. Ejemplo de esto es cóm=
o la
riqueza en recursos naturales o energéticos en los países periféricos
determinan qué grado de inserción tendrán en la economía mundial; llegándose
inclusive a fabricar conflictos bélicos o blandos en países periféricos, de=
bido
al agotamiento de los recursos naturales en los países centrales.
Esto se debe a que la esencia del capitalismo es=
un
continuo crecimiento y crisis, puesto que el dinero tiene la capacidad de
transformarse en capital e incrementar su valor por la explotación de los s=
eres
humanos (Marx, 2002) y de la naturaleza. No puede existir un crecimiento
material infinito en un mundo de recursos finitos; mucho menos si la tierra
pierde su capacidad de resiliencia frente a la mitigación de problemas grav=
es
(Daly y Townsend, 1993), como lo que está ocurriendo con el calentamiento
global.
En América Latina el problema de “in” sustentabi=
lidad
es aún más grave, ya que los recursos naturales exportados aumentan cada vez
más en cantidad y disminuyen en precio. En el caso del Ecuador se puede
apreciar balances materiales y comercial negativos, ya que se exportan much=
as
más toneladas de materiales que las importadas, sin emb=
argo
el costo monetario de sus importaciones supera el de las exportaciones
(Vallejo, 2006). Estas cifras podrían ser peores de agregarse los gastos
incurridos por mitigación o curación de enfermedades, o los costos por
remediación de pasivos ambientales; como por los daños del caso conocido co=
mo “Chevron/Texaco” (Serrano, 2013).
En el Figura 2, se puede observar la acentuación=
de
la tendencia a tener balances negativos durante el acogimiento de las polít=
icas
conocidas como el “Consenso de Washington” en el balance comercial no petro=
lero
para los años 1980 a 2004
.
Figura 2
Sa= ldo comercial y material no petrolero<= o:p>
Fuente: Vallejo,
2006.
¿A qué se debe entonces que los países de América
Latina estén “obligados” a mantener sus políticas extractivistas? Una respu=
esta
desde la base material del método dialéctico se da en el hecho de que la re=
gión
latinoamericana no produce conocimiento tecnológico ni desarrolla suficiente
tecnología; sin embargo, usa de muy diversas formas los productos tecnológi=
cos
de países centrales. Esto fomenta una dependencia de productos elaborados en
otras regiones, la cual debe ser compensado con otras formas de valor; como=
es
la extracción de materias primas.
Como se pudo observar en el Gráfico 6, el trabaj=
o de
extracción de materias primas realizado en Ecuador es cada vez menos valora=
do,
mientras que existe divergentemente un incremento del valor en el trabajo
intelectual manejado desde monopolios u oligopolios del conocimiento
concentrados en países centrales (Negri, 1992).=
La
ciencia y tecnología no son neutrales; por lo que, en el surgimiento de la =
era
postindustrial existen nuevas formas de control de la producción como el
monopolio cognitivo, que se identifica por su capacidad de extraer plusvalo=
r a
través de títulos de propiedad intelectual (Míguez et al. 2016).
El monopolio cognitivo incrementa las brechas de
desigualdades tecnológicas y mercantiles entre el norte y el sur del planet=
a;
haciendo que la posesión oligopólica del conocimiento tecnológico no permit=
a la
igualación de las tasas de productividad, con lo cual no existiría una mayor
cuota de plusvalía para el norte del planeta. Este esquema es complementari=
o a
lo desarrollado por Emmanuel (1972) y Amin (1974), quienes explican cómo las
naciones desfavorecidas deben ceder gratuitamente parte de su producción pa=
ra
disfrutar de beneficios en mercancías importadas y que no pueden producirse=
endógenamente;
algo que Marini (1973) llamó “súper explotación”.
El comercio mundial facilita una división social=
del
trabajo desagregada entre sus actores; por lo que se requiere de acuerdos q=
ue
articulen a quienes les corresponderá la a) apropiación de los recursos des=
de
la naturaleza; b) la transformación a productos elaborados; c) la distribuc=
ión
comercial del excedente producido, d) la asignación desigual del consumo, y=
e)
quién recibe los residuos excretados a su ambiente (Toledo, 2008). Por lo que, en un objeto sea imposible =
saber
quién, cómo o donde se lo apropió, circuló, produjo, distribuyó, consumió y
excretó (Marx, 2002).
Esto causa dos problemas, el primero es la
asignación de América Latina en el proceso de apropiación de recursos
naturales, que es una de las piezas en la máquina del sistema económico
mundial, cuyos costos sociales y naturales no se visibilizan ni valoran en =
los
bajos precios de sus mercancías. El segundo problema son los acuerdos con l=
os
que se logra la dependencia, los cuales son tanto institucionalizados, como=
por
ejemplo los tratados de libre comercio, préstamos de bancos de desarrollo; y
otros acuerdos que no requieren de ningún convenio explícito; lográndose el
condicionamiento material previo al condicionamiento económico.
Una solución a esto propuesta por los gobiernos
progresistas de la región es el fomento del desarrollo endógeno, visto como=
el
proceso de industrialización (CELAC, 2013). Sin embargo, la evidencia indica
que la industrialización endógena se puede realizar cuando los estados tien=
en
grandes extensiones territoriales; algo que se realizaría si existiesen
políticas reales de integración entre los países latinoamericanos (García
1959).
Contrario a esto, la región en los últimos años =
ha
vivido un proceso de desindustrialización, ligado a un proceso de reprimarización de su economía (CEPAL, 2011). Esto se=
debe
a qué, el crecimiento alcanzado en los últimos años situó fuertemente a Amé=
rica
Latina como el proveedor de materias primas del nuevo actor en el escenario
político como lo es China; quien a su vez elaboró productos industrializados
que sustituyeron por menores precios a los fabricados en la región
latinoamericana, desindustrializándola (Guajardo et al., 2016). En el Figur=
a 3
se muestran las tasas de crecimiento del PIB chino y latinoamericano, donde=
se
puede notar la correlación positiva entre el crecimiento y el decrecimiento=
en
ambas regiones en los últimos años.
Figura 3
Po=
rcentaje
en el crecimiento del PIB entre China y América Latina
Fuente: Banco
Mundial, 2017.
La base material del método dialéctico propuesto=
por
Marx no trata únicamente del entendimiento de la realidad, sino la toma de
acción para modificarla (Marx, 2011). Sin embargo, una acción a nivel local
solo tendrá un nivel de incidencia local; requiriéndose el escalamiento de =
las
estrategias para producir un condicionamiento general en el sistema económi=
co
global. Así como para el caso de América Latina, existió un condicionamiento
material extra regional previo al condicionamiento económico, desde América
Latina puede existir un condicionamiento económico para lograr un cambio
material.
Un primer condicionamiento transitorio desde la
región puede ser la incorporación de los costos reales para la producción y
reproducción de las materias primas, los cuales se basan en la conservación
material de los servicios ecosistémicos (Toledo, 2008); cuya escasez pone en
riesgo a todo el sistema económico globalizado. Un aumento en el precio de =
los
recursos disminuirá la demanda, y exigirá el desarrollo de nuevas tecnologí=
as
menos intensivas en el uso de materiales y energía.
Esto ha sucedido con el petróleo en años recient=
es,
donde el incremento del precio desaceleró su demanda hasta casi estabilizar=
el
consumo en Europa y Estados Unidos (British Petroleum<=
/span>,
2017). Una tendencia mundial a la desmaterialización obligaría a América La=
tina
a la inversión en nuevos componentes que diversifiquen su economía; y que a=
su
vez ayuden a la conservación de la naturaleza, la mitigación del cambio cli=
mático,
y a la disminución de la inequidad mediante el aumento de los puestos de
trabajo.
=
Discusión=
.
Para poder lograr una
ciencia que impulse a la acción, es necesario actuar en los conectores soci=
ales
que interactúan en la formación de la realidad; por tanto, para que la prax=
is
transformadora se vuelva praxis normalizadora de procesos, se debe lograr la
acción en la cotidianidad.
Las propuestas resulta=
ntes
del presente trabajo no requieren acabar con la modernidad ni mucho menos c=
on
el sistema económico actual, ya que no existe un proyecto que abarque el ni=
vel
de complejidad que se requiere para un cambio total del sistema económico
mundial. Tampoco se requiere la invención o desarrollo de nuevas tecnologías
más limpias sin que se desarrollen paralelamente las fuerzas políticas
necesarias para que este cambio se dé al nivel cotidiano.
El desarrollo de la
comunicación y de una moneda única ha acelerado el comercio global, conecta=
ndo
las necesidades y las capacidades de la región con las de otras regiones, p=
ero
manteniéndose el monopolio de la tecnología en los países centrales, lo cua=
l ha
incrementado la explotación social y control de los recursos de la naturale=
za
en los países periféricos.
Por tanto, si bien res=
ulta
imposible un cambio del sistema económico actual, si resulta posible empeza=
r a
adquirir la fuerza necesaria para la modificación de un solo conector histó=
rico
que lo articule y que con el tiempo pueda condicionar en algo la destrucció=
n de
la naturaleza debido al incremento de consumo. Este conector puede ser la
necesidad de valorar con herramientas de la economía ecológica los costos
reales necesarios en la producción y reproducción de los recursos naturales
debido a su creciente escasez, con lo cual se lograría un condicionamiento =
material.
Conclusiones.
·
Desde la época de la colonia, el
comercio mundial determinó a América Latina el papel exportador de materias
primas; adquiriendo como categoría identificadora la apropiación de los
recursos naturales. Esta tendencia no solo continúa en la actualidad, sino =
que
se ha intensificado. La transformación hacia una sociedad postindustrial ha
hecho que se intensifique la ley del valor, creándose una súper explotación=
de
la sociedad y la naturaleza mediante la monopolización de la tecnología en =
los
países centrales. Este “monopolio cognitivo” crea una baja en los precios de
las materias primas, obteniéndose en los países del sur saldos materiales y
económicos negativos.
·
La razón por la cual se da este
problema no es por la tendencia política de los gobernantes; sino porque
América Latina está determinada al uso de las tecnologías creadas en los pa=
íses
centrales, las cuales no la produce internamente; requiriéndose por tanto d=
e un
compensador económico en el mercado para su intercambio, como es la extracc=
ión
de las materias primas para tener mayor participación en el mercado mundial.
Esto se evidenció en años recientes, en los cuales la región experimentó de=
un
crecimiento económico con tendencias similares al crecimiento de China, pero
recíprocamente las ventas de materiales elaborados a menor precio de este p=
aís
redujeron la producción de las industrias internas, haciendo más rentable la
exportación de materias primas frente a los bienes con mayor valor intelect=
ual.
·
Por tanto, es necesario adquirir
fuerza para la modificación de los conectores históricos que articulan la
economía mundial, y que con el tiempo puedan condicionarla. Estos conectores
pueden surgir de la necesidad de mantener los recursos naturales consideran=
do
los costos reales causados en su producción y reproducción; para lo cual pu=
eden
ser útiles los métodos de la economía ecológica, las cuales toman en cuenta=
las
limitaciones naturales en el desarrollo y crecimiento económico.
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El artículo que se publica es de
exclusiva responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan el
pensamiento de la Revista Concienc=
ia
Digital.
El artículo queda en propiedad de la revista y, por tanto, su publica=
ción
parcial y/o total en otro medio tiene que ser autorizado por el director de=
la Revista
Conciencia Digital.
<= o:p>
[1] Universidad Politécnica Sale=
siana.
Grupo de Investigación en Ecología y Gestión de los Recursos Naturales, Pic=
hincha,
Quito, Ecuador. rsanchezp@ups.edu.ec.
Universidad Andina Simón Bolívar. Candidato a Dr. en Salud Colectiva,
ambiente y sociedad, Quito, Ecuador. https://orcid.org/0000-0002-5015-7570.=
www.concienciadigital.org
=
Vol. 4, N°3.2, p. 79-94, septiembre, 20