MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01D73AD9.263B6560" Este documento es una página web de un solo archivo, también conocido como "archivo de almacenamiento web". Si está viendo este mensaje, su explorador o editor no admite archivos de almacenamiento web. Descargue un explorador que admita este tipo de archivos. ------=_NextPart_01D73AD9.263B6560 Content-Location: file:///C:/30F64052/18-articuloyulima2.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="us-ascii"
Influencia del desarrollo de la inteligencia emoci=
onal
en el contexto turístico actual cubano
Influence
of the development of emotional intelligence in the current Cuban tourism
context
=
Yulima Daimet Valdés Ben=
como. [1]=
, =
Cinthia
Balcárcel Mara. [2], Miguel Ángel Bulit=
span>
Villafaña. [3]=
=
& Luis Efraín Velasteguí
López. [4]
Recibido: 18-02-2021 / Revisado: 27-02-2021 /Acept=
ado:
19-03-2021/ Publicado: 05-04-2021
Abstract. =
&nb=
sp; =
<=
/b>DOI: https://doi.org/10.33262/c=
oncienciadigital.v4i2.1693
=
&nb=
sp; =
&nb=
sp;
The following article seeks to demonstrate the importance of the
development of Emotional Intelligence in workers in the touristic sector in
Cuba. The ability to understand other people’s emotions as well as our
own, is tightly linked with professional and personal success. Nowadays its
quite obvious that business excellency is based on the right on the managem=
ent
of human resources, therefore, Emotional Intelligence has become a subject =
of special
interest for tourism workers. In order to fulfill the purpose of this artic=
le
and get a broader vision of the term, the origin, evolution and basic
principles of Emotional Intelligence are addressed. Its importance within w=
ork
environment is exposed later on, and the benefits for the touristic sector =
are
highlighted. Also, there´s a summary of the negative effects Covid-19
pandemic has had for tourism enterprises and how Emotional Intelligence can
help mitigate them. Finally, the most relevant conclusions of the
investigations are exposed and explained.
Keywords=
: Emotional Intelligence, tourism sector and Covid-19
Resumen. =
=
&nb=
sp;
El presente trabajo persigue como objet=
ivo
de fundamentar la importancia del desarrollo de la Inteligencia Emocional en
los trabajadores del sector turístico en Cuba. La capacidad de enten=
der
las emociones propias y ajenas guarda una estrecha relación con el
éxito personal y profesional. En los últimos tiempos se ha
convertido en un tema de especial interés para los profesionales del
turismo, pues es evidente que la excelencia empresarial en la actualidad, se
basa en la gestión de sus recursos humanos. Para cumplir con el
propósito del artículo, se aborda sobre los inicios,
evolución y principales definiciones de la Inteligencia Emocional, en
aras de tener una visión más amplia del término.
Posteriormente se expone su importancia dentro del ámbito laboral,
resaltando los beneficios que aporta al sector turístico. Seguido de=
un
resumen sobre algunos efectos negativos provocados por la crisis impuesta p=
or
el Covid-19 en las empresas turísticas y cómo la Inteligencia
Emocional puede contrarrestarlos. Finalmente, se arriba=
a
las conclusiones más relevantes sobre la temática abordada.
Palabras
claves: Inteligencia Emocional, sector
turístico y Covid-19
Introducción
Numerosos son
los estudios publicados que demuestran la relación existente entre,
coeficiente intelectual, inteligencia emocional, relaciones humanas y el
éxito. Aunque en sus inicios, la Inteligencia Emocional no se
definió como tal, siempre estuvo latente su importancia y es por ello
que, en la actualidad, existe una literatura amplia sobre estudios
sicológicos de la misma.
Sin embargo,=
en relación con el contexto cubano, las
investigaciones sobre la Inteligencia Emocional en las empresas son escasas=
, no
obstante, cabe resaltar que existe bibliografía con relación a
dicha temática en Cuba, pero poseen un enfoque académico por =
lo
general.
=
=
El
presente trabajo pretende resaltar la importancia del desarrollo de la
Inteligencia Emocional en los trabajadores del sector turístico en C=
uba,
pues, profundizando en el
éxito profesional, los predictores no cognitivos han ido cobrando fu=
erza
en la psicología industrial para su aplicación en procesos de
selección debido a los problemas de las pruebas cognitivas para pred=
ecir
el rendimiento en el trabajo (Schmidt y Hunter, 1998).
=
=
Contar
con un personal que reúna casi todos los componentes de la misma,
constituye una ventaja competitiva para las entidades, sobre todo para aque=
llas
que se encuentran en una posición desfavorable en el mercado, para
así, aumentar la satisfacción del cliente y, por consiguiente=
, el
índice de repitencia, de forma tal que la IE supla las carencias que=
pueda
presentar un servicio, o, por el contrario, que potencie sus fortalezas.
Para cumplir con el objetivo antes mencionado, se emplearon varios
métodos teóricos como el analítico y sintético, mediante el cual se
llevó a cabo el procesamiento de la información obtenida de la
revisión bibliográfica, que permitió el análisis
teórico existente sobre la Inteligencia Emocional a nivel mundial y
determinar su potencial para las empresas turísticas, llevando un
análisis de lo general a lo particular. El método histó=
;rico-lógico
se utilizó para profundizar en los criterios de los diferentes autor=
es
sobre la Inteligencia Emocional y su evolución histórica y, p=
or
último, gran parte de la literatura consultada fue obtenida de la
búsqueda referencial en Internet, en particular, los estudios recien=
tes
sobre la importancia de la
Inteligencia
Emocional tras la crisis provocada por el COVID-19.
A partir de =
la
década del 80’ se destacan múltiples teorías
psicológicas que han revolucionado el concepto de inteligencia, en a=
ras
de lograr una visión más acertada del mismo, lo cual ha lleva=
do a
la introducción de nuevos términos, siendo la Inteligencia
Emocional, uno de los más significativos.
Uno de los autores más influyentes=
en
cuanto a la Inteligencia Emocional es el psicólogo americano Daniel
Goleman, sin embargo, durante el siglo XX algunos autores se adentraron o
hicieron referencia a ello, como es el caso del psicólogo Edward
Thorndike, quien en 1920 define la Inteligencia Social como “la capac=
idad
de entender y manejar a los hombres y mujeres, niños y niñas =
para
actuar sabiamente en las relaciones humanas”, dejando entrever que la
Inteligencia Social es precursora de la Emocional.
Años más tarde, en 1940, Da=
vid
Wechsler, psicólogo reconocido por su test de inteligencia, plantea =
que
sobre el comportamiento inteligente actúan factores no intelectivos,=
y
que, por tanto, mientras no se puedan definir correctamente dichos factores=
, no
estarán completos los test de inteligencia.
En teoría, el término
“inteligencia emocional” tiene su primer uso en textos de Beldo=
ch
(1964) y B. Leuner (1966), el cual publicó un artículo en
alemán donde se refiere a cómo las mujeres rechazan un rol so=
cial
debido a su baja inteligencia emocional. Aunque generalmente se le atribuye=
a
Wayne Payne en 1986 en su tesis doctoral, titulada “Un estudio de las
emociones: el desarrollo de la inteligencia emocional”, planteando el
problema entre la razón y las emociones, así como la necesida=
d de
incorporar a las escuelas la integración de la emoción con la=
inteligencia;
es por ello que se puede afirmar que, desde sus inicios, la inteligencia
emocional tenía una vocación educativa.
Gardner (198=
3),
en su libro “Frames of mind. The theory of multiple intelligencesR=
21;,
considera que la inteligencia es la capacidad para resolver problemas o
elaborar productos que puedan ser valorados en una determinada cultura; es =
un
potencial que cada ser humano posee ya sea en menor o mayor medida y
añade que todos los hombres son inteligentes de alguna forma, dado q=
ue
poseen alguna habilidad predominante. En dicha obra hace uso del tér=
mino
“inteligencia personal” la cual está compuesta por la
inteligencia intrapersonal, referida al conocimiento de los aspectos intern=
os
de una persona, y por la inteligencia interpersonal, basada en la capacidad
básica para notar las distinciones entre otros, en particular, el
contraste en sus estados de ánimo, temperamentos, motivaciones e
intenciones (Gardner, 1993).
En 1990 los autores Peter Salovey y John =
D.
Mayer desarrollan en sus trabajos seminales, una teoría sobre la
Inteligencia Emocional y algunos criterios para su medición. Plantean
que es un subconjunto de la Inteligencia Social que implica la capacidad de
controlar los sentimientos y emociones tanto propias como ajenas, para
discriminar entre ellos y utilizar esta información para guiar el
pensamiento y la conducta propia.
Goleman (1995), publica el best seller qu=
e lo
catapulta a la fama, cuyo tema principal nace de la
unión de las inteligencias intrapersonal e interpersonal antes menci=
onadas;
fue así como la Inteligencia Emocional, se convierte en un
término muy notorio cuya popularidad asciende rápidamente en =
la
época. La define como “la capacidad de reconocer nuestros prop=
ios
sentimientos y los de los demás, de motivar(nos) y de manejar
adecuadamente las relaciones”=
.
Pese a que Salovey y Mayer no logran
popularizar el concepto en su momento, la definición que proponen so=
bre
la IE no está muy lejos de lo planteado por Goleman, el cual reconoce
que se basó en el trabajo de dichos autores, quienes tras
revisar el concepto que plantean, proponen una definición más
completa, donde expresan que la Inteligencia Emocional es “la
capacidad de percibir con exactitud, valorar y expresar emociones; la capac=
idad
de encontrar y/o generar sentimientos cuando éstos faciliten el
pensamiento y la capacidad de comprender y regular las emociones para promo=
ver
el crecimiento emocional e intelectual”. (Mayer&Salovey,1997, p.5).
Tanto las dos versiones de Salovey y
Mayer, como la definición de Goleman son complementarias y el gran auge de este concepto, se d=
ebe
a que tanto el conocimiento como las emociones están estrechamente
relacionados y son responsables del éxito en diferentes aspectos de =
la
vida.
Para Daniel
Goleman, dentro del término IE existen dos grandes tipos que, a su v=
ez,
estos están compuestos por determinadas competencias. Primeramente, =
se encuentra la Inteligencia Personal que comprende tres
componentes. Uno de ellos es la conciencia en uno mismo, se refiere a
percatarse de los estados de ánimos propios, lo cual permite conocer=
la
influencia de cada uno de ellos tanto en el trabajo como en el resto de las
personas.
=
=
Otro
factor muy importante en la Inteligencia Personal es la autorregulaci&oacut=
e;n,
pues gracias a esta habilidad el individuo controla sus emociones e impulsos
para adaptarlos a un objetivo, es capaz de responsabilizarse por sus actos =
y de
pensar antes de cometer una acción, para así, enfrentar corre=
ctamente
los contratiempos.
=
= Por último, está presente la habilidad de automotivarse, de ver a= nte el fracaso, una oportunidad para mejorar y un compromiso real de anteponers= e a las adversidades. Las personas con dicha habilidad, atribuyen su éxito o su fracaso a sus propias accio= nes, en lugar de circunstancias o personas ajenas. <= o:p>
=
=
El
otro tipo de IE recibe el nombre de Inteligencia Interpersonal; una
persona emocionalmente inteligente debe tener la habilidad de reconocer
emociones ajenas, debe ser capaz de determinar sus necesidades y responder =
de
forma adecuada a sus reacciones emocionales. La empatía logra que el
individuo considere los sentimientos de los demás y ante situaciones
problemáticas, actúa de forma correcta, entendiendo sus punto=
s de
vista.
Además, otro componente fundamenta=
l es
la habilidad social, el arte de
relacionarse con el resto, pues una vez reconocidas sus emociones, llega el
momento de solucionar los conflictos, de negociar, de darle tratamiento a l=
os
problemas; consiste en saber persuadir y lograr influenciar a la otra parte=
.
La inteligen=
cia
emocional empieza con la conciencia de uno mismo y también con la
conciencia social, es decir, al ser capaz de reconocer las emociones y su
impacto en todo lo que rodea. Supone entender que gran parte del comportami=
ento
y de las decisiones están basados en las emociones. El grado de domi=
nio
que alcance una persona sobre estas habilidades resulta decisivo para
determinar el motivo por el cual ciertos individuos prosperan en la vida
mientras que otros, con un nivel intelectual similar, no lo consiguen.
Desarrollo
La Inteligen=
cia
Emocional se convierte en una herramienta valiosa en el ámbito
empresarial que permite comprender la productividad laboral del individuo, =
los
requisitos del líder, el éxito e incluso, la prevenció=
n de
desastres dentro de la organización. Resulta tan evidente el
interés por la IE en los últimos tiempos debido a que se reco=
noce
el valor innegable de las emociones en el mundo empresarial y los beneficios
que aporta en el rendimiento laboral, entre los que se destaca:
·=
; =
Mejoramiento del
autoconocimiento y la toma de decisiones
·=
; =
Manejo adecuado del
estrés y correcto desempeño del individuo al trabajar bajo
presión
·=
; =
Potenciación d=
e la
capacidad de liderazgo y de influencia sobre un colectivo
·=
; =
Aumento de la eficien=
cia
y eficacia del empleado y del equipo de trabajo
·=
; =
Mejoramiento de la
comunicación dentro de la empresa y de las relaciones interpersonale=
s
·=
; =
Contribución al
desarrollo personal
·=
; =
Bienestar
psicológico
·=
; =
Aumento considerable =
de
la motivación y, por consiguiente, de la posibilidad de alcanzar las
metas propuestas con mayor seguridad
·=
; =
Reducción de la
ansiedad
Para comprender con mayor exactitud la fundamentación
teórica, se muestra un cuadro resumen adaptado referente a los
indicadores de la Inteligencia Emocional y a los aspectos principales de ca=
da
uno (Fienco, Itúrburo, 2012)
Indicadores |
Aspectos esenciales |
Auto-regulación: capacidad de
manejar y controlar el propio estado emocional. |
Posponer juicios; refrenar impulsos. Dejar el problema. Expresarse de manera asertiva, no
agresiva. Ser flexible. Manejar la comunicación no verbal. |
Autoconciencia: conocerse a sí mismo y entender las emociones |
Respetarse. Ser positivo. Ser fiel a sí mismo.=
Dar un descanso a la
lógica y a la racionalidad. Escuchar a los demás=
. Entender el impacto en los
demás. &nbs=
p; &=
nbsp; |
Motivación: canalización de las emociones para alcanzar las metas. |
Luchar por mejorar y alcanz=
ar
estándares altos. Comprometerse a alcanzar sus
metas. Tomar la iniciativa y aprovechar las oportunidades. Ser optimista incluso en
presencia de la adversidad. |
Empatía: reconocimiento y sensibilización de las emociones ajenas |
Ser sensible hacia otras
personas y comprenderlas. Convertir las necesidades e
intereses de otros en puntos de referencia. Fomentar el desarrollo de o=
tras
personas. Estar en sintonía co=
n lo
social y lo político |
Habilidades sociales: relación con los demás e influencia sobre ellos |
Desarrollar y mantener
relaciones interpersonales Comunicarse con los
demás. Trabajar con otras personas=
. |
Tabla 1.=
Fuente:
Elaboración propia
Una vez planteado esto, queda en evidencia
que, para los trabajadores del turismo, la Inteligencia Emocional es un pil=
ar
fundamental para su desempeño laboral. El sector turístico en=
los
últimos años opera en un campo cuya competencia se ha
intensificado, cada vez existen menos barreras de entradas para nuevos
productos y, además, las empresas y destinos turísticos se
esfuerzan por adaptarse a las nuevas necesidades de sus clientes. Sin embar=
go,
ofrecer productos novedosos no es suficiente, pues el turista viaja en busc=
a de
emociones para su enriquecimiento personal y satisfacer sus exigencias
constituye una estrategia muy importante.
Es un reto
constante para las empresas turísticas, mejorar cada día la
calidad de los servicios prestados para resultar atractivos ante el mercado=
, debido
a que, cada vez se dificulta más lograr un mayor número de
clientes, y es necesario, además, fomentar =
su
fidelización. Es por ello que las empresas necesitan enfatizar en la
manera en la que los profesionales del sector interactúan con los
clientes, por tanto, su preparación y formación prácti=
ca,
lejos de ser una ventaja, se convierte en una exigencia competitiva.
Sin embargo,=
es
un hecho indiscutible que, en la actualidad, la formación y la
experiencia no lo son todo, sino la manera en que las personas se relacionan
con los demás y la inteligencia emocional en las acciones laborales =
son
de importancia para el logro del éxito profesional. La capacidad de
detectar las necesidades propias y ajenas resulta ventajosa para generar el
crecimiento personal, siendo el equilibrio de las emociones quien puede lle=
gar
a determinar las respuestas, la funcionalidad y la interacción adecu=
ada
en el mundo laboral.
=
=
Se
debe tomar en cuenta que el coeficiente intelectual, en muchas ocasiones es
opacado por la inteligencia emocional. El hecho de que un trabajador cuente=
con
coeficiente intelectual alto, no asegura que sea eficiente, es posible que
obtenga mejores resultados dentro de una organización, alguien con
grandes facilidades para relacionarse y trabajar en equipo que una persona =
con
un razonamiento matemático excelente.
En los
próximos años, aquellas empresas turísticas que logren
fomentar mejor la colaboración entre sus trabajadores serán l=
as
más competitivas en el mercado. Además, las habilidades de la
inteligencia emocional no sólo resultan indispensables para sobreviv=
ir,
sino que permiten disfrutar del trabajo en un entorno laboral en continuo
proceso de cambio y con demandas de mayor exigencia.
La interacción entre los trabajado=
res
y los clientes en el turismo, requiere de comportamientos profesionales muy
determinados en el momento de realizar sus tareas, las cuales exigen expres=
ar
emociones positivas tales como la empatía, la tolerancia,
educación y una gran sensibilidad para así, identificar y a su
vez tratar correctamente las emociones del cliente. Si bien es importante q=
ue
las empresas se preocupen por la satisfacción laboral de los emplead=
os
en todas las esferas, en el sector turístico lo es aún
más, debido al contacto intensivo al cual se someten los trabajadore=
s.
La inteligen=
cia
emocional dentro de la empresa debe comenzar por el interés propio de
desarrollo personal, donde el individuo intenta conocerse a sí mismo=
y
buscar una mejora continua, para así, hacer frente a los demá=
s y
a la empresa.
Ferná=
ndez
(2011), menciona que para que una organización desempeñe un
trabajo con niveles altos de calidad y así, incrementar la
productividad, resulta necesario no sólo aprender a administrar
personas, sino mentes. El personal debe ser conducido a seguir las normas d=
e la
empresa, incluyendo la seguridad y salud laboral, motivarlos y
enseñarles a realizar actividades de manera óptima.
No resulta del todo factible invertir sol=
o en
nuevas tecnologías, renovar la instalación o mejorar las
técnicas de gestión por mencionar algunos ejemplos, si luego =
no
se cuenta con un personal realmente inteligente emocionalmente, especializa=
do y
sobretodo motivado, que sea capaz de prestar el servicio adecuado a
través de las expectativas de los clientes.
Los empleados
deben desarrollar habilidades de inteligencia emocional para adaptarse a
funciones más relacionadas con el trato personal y del cliente,
así como a tareas donde las competencias emocionales, como la
empatía o el trabajo en equipo, resulten esenciales.
La inteligen=
cia
emocional cuenta con una serie de características que aportan
estabilidad a las personas en cuanto al manejo de sus emociones, contribuye=
ndo
a la formación de personas profesionales y responsables por el biene=
star
de todo su medio empresarial. Los atributos de naturaleza personal como son=
el
entusiasmo, la integridad, la tenacidad, la empatía, la humildad y la
confianza, se complementan con el nivel de inteligencia emocional y la
vía en la que la persona los equilibra de forma óptima, logra=
ndo
así, un mayor rendimiento en su ámbito laboral.
El turismo, =
por
su parte, demanda interacciones habitualmente breves, pautadas y ligeramente
intensas, es ahí donde los empleados deben expresar las emociones
adecuadas, lo cual requiere un importante esfuerzo. Es por ello, que se
considera fundamental que las empresas dediquen el tiempo y recursos en for=
mar
a los empleados en caso de que estos presenten carencias en aspectos del
trabajo emocional.
En una de las
secciones del libro de Daniel Goleman (1999) titulado “La Inteligencia
Emocional en la Empresa” se muestran resultados de distintas encuesta=
s de
evaluación realizadas en empresas y se evidencia el desaprovechamien=
to
de las posibilidades de reflexión con relación a lo que hace
efectiva a una entidad, así como las formas de diagnosticar las
insuficiencias en el desempeño.
Se muestran
deficiencias en cuanto a la comprensión de los sentimientos y
perspectivas ajenas, en la capacidad de persuasión, la creació=
;n
de lazos personales y en la toma de una conciencia política, es deci=
r,
en comprender el estado cambiante de las tendencias en la economía, =
la
política y en el ámbito social. Los fallos en sentido general=
, se
concentran en el autoconocimiento emocional, la adaptabilidad ante ciertos
desafíos y obstáculos, saber desempeñarse correctamente
bajo situaciones de presión y no caer en estado de alarma, ser
optimistas y flexibles ante los problemas.
Estos
indicadores son determinantes en el correcto desempeño del individuo
dentro de una empresa. Las personas con un grado alto de optimismo tienden a
ver el lado positivo de las situaciones y expresan satisfacción con =
su
vida en general. Es una de las
facetas de la inteligencia emocional que domina, por lo tanto, las relacion=
es
entre las personas y sirve para aumentar la confianza en el ámbito
laboral.
La flexibili=
dad
se refiere a la sensibilidad que presenta el individuo ante el cambio. Las
personas flexibles corren el riesgo de ser persuadidos con facilidad, pero
saben responder positivamente a los cambios. También poseen
características importantes como la autorregulación que les
permite actuar bien ante emociones negativas.
Es un error =
no
tomar en cuenta los estados emocionales de los trabajadores, pues ignorar
cualquier categoría de datos significativos es limitar el conocimien=
to y
la reacción, lo que demuestra el desconocimiento de las empresas con
relación a este tema y cómo son incapaces de comprender los
múltiples beneficios que puede reportarle a su organización. =
Las realidad=
es
emocionales son marginadas en muchas ocasiones y no se tienen presente dent=
ro
de las reglas básicas, por consiguiente, se desarrollan una serie de
problemas tales como:
·=
; =
la dificultad para
manejar la creatividad
·=
; =
la incapacidad de mot=
ivar
·=
; =
un liderazgo escaso de
energías e impulso
·=
; =
la falta de
espíritu de equipo
·=
; =
toma de decisiones
erróneas
·=
; =
actitudes pocas
espontáneas
=
=
En
las evaluaciones de desempeño de todas las entidades turístic=
as
se debe incluir la inteligencia emocional como una de las competencias clav=
es a
evaluar y de esta forma, identificar a los empleados con un alto potencial =
para
liderar equipos y tomar decisiones inteligentes que contribuyan al incremen=
to
de la competitividad y la productividad de la empresa.
Es un hecho
habitual que las empresas se basen únicamente en las habilidades
técnicas del individuo a la hora de contratarlo, obviando que las
personas emocionalmente inteligentes se adaptan con mayor facilidad a entor=
nos
diferentes y poseen una mejor capacidad para establecer relaciones con sus
colegas y clientes. Por lo general, si un individuo no presenta un nivel
adecuado de inteligencia emocional, pese a sus altas habilidades
numéricas y técnicas, puede presentar dificultades a la hora =
de
enfrentarse a determinadas situaciones propias del día a día =
de
una organización.
Es por ello =
que
muchos empleados no cubren las expectativas en sus primeros meses y fracasa=
n,
siendo la falta de inteligencia emocional, una de las principales causas, p=
or
tanto, el proceso de contratación del personal se torna cada vez
más importante de lo normal.
Por otro lad=
o, a
menudo se suele pensar que los temas psicológicos no repercuten en la
productividad, clima y cultura organizacional, no obstante, la Organizaci&o=
acute;n
Internacional de Trabajo ha indicado que se estima que en el mundo existan
más de 260 millones de personas con depresión, siendo esta un=
a de
las principales causas de discapacidad en el ámbito laboral y
según un reciente estudio dirigido por la Organización Mundia=
l de
la Salud, los trastornos por depresión y ansiedad cuestan a la econo=
mía
mundial 1 billón de dólares anual en pérdida de
productividad.
En diciembre=
de
2019, en Wuhan, provincia de Hubei, China, se informaron casos de
neumonía potencialmente mortal y para enero de 2020, la enfermedad
conocida como COVID-19 había llegado a 19 países, con la
desorbitante cifra de 11.791 casos confirmados y 213 muertes. Es evidente q=
ue
el virus ha experimentado un fenómeno de rápida
propagación, lo cual ha conllevado a colapsar los sistemas sanitario=
s a
nivel mundial y a una inadecuada capacidad de respuesta de los servicios de
urgencia ante la alta demanda en tan poco tiempo; siendo esto uno de los
aspectos más graves independientemente de los síntomas propios
del virus.
Ha sido el
comportamiento de las personas y su baja percepción de riesgo quien,
unido a los factores biológicos de la enfermedad y la ausencia de una
vacuna contra el virus, ha colapsado sanitaria, política y
económicamente al mundo. La crisis provocada por esta infecció=
;n
respiratoria exige de un gran manejo de la ansiedad y de los síntomas
psicológicos, así como el desarrollo de la tolerancia ante la
inseguridad; pues ha quedado demostrado que, aunque el factor biológ=
ico
es esencial, han sido los factores psicológicos y sociales quienes lo
han transformado en un desastre mundial.
El turismo,
tercer sector más importante de la economía mundial en materi=
a de
exportaciones, se convierte en una de las esferas más dañadas.
Tras el cierre repentino de los viajes y el comercio mundial, provocado por=
una
crisis sin precedentes en tamaño y amplitud, donde todas las partes =
de
su cadena de valor se encuentran gravemente afectadas, se abre una nueva et=
apa
en el sector del turismo, que exige un personal inteligente emocionalmente,
capaz de gestionar la “nueva normalidad”, de ahí la nece=
sidad
de transmitirle a los trabajadores, el arte de entender las emociones.
La reapertura
paulatina de los viajes, la comunicación limitada y, por supuesto, la
escasa confianza del turista, unido a la incertidumbre sobre el desarrollo =
de
la enfermedad y el impacto negativo sobre la economía, implantan nue=
vos
desafíos al sector turístico. La crisis ofrece una oportunida=
d de
reinventarse, brindándole un desmedido protagonismo al bienestar del
trabajador y del consumidor, no obstante, el turismo siempre ha demostrado =
una
gran capacidad de resiliencia e innovación, fomentada por el aumento=
de
la competencia.
Es evidente =
que
las personas emocionalmente inteligentes son capaces de adaptarse con mayor
facilidad a los cambios impuestos por la sociedad y a su vez, contribuyen a
aminorar las inseguridades y preocupaciones del resto. Es por ello, que ante
situaciones desfavorables como la que ha impuesto la pandemia del COVID-19,=
la
IE desempeña un papel de suma importancia.
La sociedad,
sometida a una fuerte presión económica, social y laboral,
enfrenta el desempleo o la relocalización de los trabajadores del se=
ctor
estatal a actividades vinculadas al turismo o a la exportación de
bienes, pero de menor remuneración, a la reducción de jornadas
laborales y por tanto de los ingresos familiares, la aplicación de
tele-trabajo: una modalidad refrendada en el Código del Trabajo cuba=
no e
impulsada por el país desde finales del 2019, a la reducción =
de
las remesas, y todo unido a la incertidumbre del aislamiento social y la zo=
zobra
emocional. Tras más de un año de pandemia, el mundo comienza =
a vivir
una nueva normalidad, donde la presión gestada se devolverá h=
acia
la sociedad y las empresas.
=
=
Por
tanto, la salud mental de los
trabajadores debe ser en la actualidad, una prioridad para las empresas, y =
para
ello se deben crear una serie de procesos que prevengan los desequilibrios
emocionales de sus colaboradores y fortalezcan a las organizaciones para que
las repercusiones resulten manejables en ambientes positivos.
Sin embargo,=
no
todo resulta negativo, la crisis mundial ocasionada por el Coronavirus, ha
evidenciado la resiliencia del ser humano, es decir, la capacidad de ajuste
personal y social a pesar de vivir en un contexto desfavorable y de haber
tenido experiencias traumáticas o situaciones de estrés es lo=
que
define a la personalidad resiliente. Ese ajuste psicológico implica =
la
capacidad de resistir a las adversidades, el control sobre el curso de la
propia vida, el optimismo y una visión positiva de la existencia (Ur=
iarte,
2005, pág. 63). Al establecer una comparación entre la IE y la
capacidad de resiliencia, se evidencia la relación entre ellas y
cómo ambas se asocian a perfiles de temperamento y rasgos de
carácter como la autonomía, el control propio de las emocione=
s y
la actitud social positiva.
Siendo esto,=
lo
que se requiere en las entidades turísticas,
individuos “resilientes” que posean un alto nivel de competenci=
a en
distintas áreas, que mantengan un nivel subjetivo de bienestar
psicológico, así como la capacidad de tener metas de
realización personal y social, todo ello a pesar de los inevitables
problemas y dificultades que enfrente en su puesto de trabajo.
=
Conclusiones
·=
; =
Lograr un alto nivel =
de
inteligencia emocional asegura un manejo integral del individuo, fomentando=
la
buena administración e interrelación con su entorno.
· Para las organizacion= es turísticas resulta imprescindible contratar y/o formar a su personal tomando en cuenta los indicadores de la inteligencia emocional en combinación con el resto de las aptitudes técnicas o experien= cia laboral que requieren
Alzina, R. B. (2007). Psicopeda=
gogía
de las emociones. Madrid: Síntesis S.A.
Arciniega,=
J.
U. (2005). La resiliencia. Una nueva perspectiva en psicopatología=
del
desarrollo . Revista de Psicodidáctica, 10(2), 61-79.
Bertrand.
(2016). Psicología y Mente.
Camejo, M.=
L.
(10 de junio de 2015). Inteligencia y Competencias emocionales, su rol=
en
el entorno laboral. Caso de Servicios turísticos en Cuba.
Cort&eacut=
e;s,
A. G. (2014). EL TRABAJO EMOCIONAL Y SUS IMPLICACIONES EN EL SECTOR
TURÍSTICO . Zaragoza.
Corzo, M. =
C.
(2015). Comunicación en el ámbito empresarial del sector
turístico cubano.
Danvila del
Valle, I., & Sastre Castillo, M. Á. (2010). Inteligencia Emoci=
onal:
una revisión del concepto y líneas de investigación.=
Cuadernos
de Estudios Empresariales, 20, 107-126.
empleostes=
t.com. (s.f.). Obtenido de Inteligencia
emocional en la empresa.
Escuela de
Organización Industrial. (s.f.). Obtenido de Inteligencia Emocional en la Empr=
esa:
http://www.eoi.es
Fern&aacut=
e;ndez,
R. (2011). La productividad y el riesgo psicosocial derivado de la
organización del trabajo. España: Club Universitario.
Fienco
Valencia, G., & Itúrburo Salazar, J. (2012). La inteligencia
emocional en el éxito empresarial.
Garc&iacut=
e;a,
M. F. (2015). Indicadores de inteligencia emocional percibidos de los
colaboradores de una empresa de construcción en Guatemala. Tes=
is
de grado, Universidad Rafael Landívar, Facultad de Humanidades,
Guatemala.
Gardner, H. (1983). Frames of
Mind: The Theory of Multiple Intelligences. New York: Basic Books.
Gardner, H. (1993). Multiple
intelligences: The theory in practice. New York: Basic Books.
Goleman, D. (1995). Emotional
Intelligence. New York: Bantam Books.
Gonz&aacut=
e;lez,
J. A. (junio de 2012). TURyDES. Obtenido de FORMANDO A LOS
LÍDERES DE EMPRESAS TURÍSTICAS EN LA UNIVERSIDAD:
http://www.eumed.net
Herrera, J.
(s.f.). Inteligencia Emocional. Obtenido de
http://www.monografías.com
Lóp=
ez
Boudeti, R., & Martínez Vázquez, A. M. (mayo - agosto de
2014). Inteligencia Emocional y "la ventana del líder" en
los directivos turísticos. La Habana, Cuba: Instituto Superior
Politécnico José Antonio Echeverría, Cujae. Facultad=
de
Ingeniería Industrial.
M., S. E.
(2016). La inteligencia emocional en los empleados que prestan servicios a
los usuarios del Hospital Germán Vélez Gutiérrez del
municipio Betulia-Antioquia. Facultad de Ciencias Sociales y Educaci&oacu=
te;n
Programa de Psicología.
Mén=
dez,
P. J. (22 de abril de 2020). Problemas psicológicos y su afecta=
ción
a las empresas tras el Covid-19. Obtenido de http://www.larepublica.n=
et
Organizaci=
ón
de Naciones Unidas. (2020). Informe de políticas: La Covid-19 y=
la
transformación del turismo.
Pér=
ez,
I. A. (2014). Inteligencia Emocional y Productividad laboral (Estudio
realizado con el personal de salud del Centro de Diagnóstico por
imágenes) . Universidad Rafael Landívar, Facultad de
Humanidades, Quetzaltenango.
Rodr&iacut=
e;guez,
J. L., & Odriozola, S. (2020). Impactos Económicos y Social=
es
de la COVID 19 en Cuba: Opciones de políticas. Oficina
Coordinadora Residente y las agencias del Sistema de Naciones Unidas en C=
uba.
Rodr&iacut=
e;guez,
J. M. (2017). EL TRABAJO EMOCIONAL EN EL SECTOR TURÍSTICO.
OBSTÁCULOS Y FACILITADORES EMPRESARIALES Y SUS CONSECUENCIAS PARA =
LOS
TRABAJADORES. Tesis doctoral, Universitat de Girona, Girona.
Salovey, P=
.,
& Mayer, J. D. (1997). Wh=
at
is emotional intelligence?. N=
ew
York: Basic Books.
Schmidt, F. L., & Hunter, J=
. E.
(1998). The validity and utility of selection methods in personnel
psychology: Practical and theoretical implications of 85 years of research
findings. Psychological
Bulletin.
Soriano
Márquez, A. d., & Díaz Cerón, A. M. (2019). La
inteligencia emocional como factor importante en el liderazgo. Veracr=
uz:
Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores de las Ciencias
Administrativas de la Universidad Veracruzana.
Trujillo, =
M.
A. (s.f.). LA RESILIENCIA EN LA PSICOLOGÍA SOCIAL. Facultad=
de
Estudios Superiores IZTACAL.
Urzú=
;a,
A., Polanco Carrasco, R., Caqueo Urízar, A., & Vera Villarroel=
, P.
(2020). La Psicología en la prevención y manejo del
COVID-19. Aportes desde la evidencia inicial. Chile.
PARA CITAR EL ARTÍC=
ULO
INDEXADO.
Valdés Bencomo, Y. D., Balcárcel
Mara, C., Bulit Villafaña, M. Áng=
el,
& Velasteguí López, L. E. (20=
21).
Influencia del desarrollo de la inteligencia emocional en el contexto
turístico actual cubano. ConcienciaDigital,
4(2), 292-305. https://doi.org/10.33262/concienciadigital.v4i2.1693
El
artículo que se publica es de exclusiva responsabilidad de los autor=
es y
no necesariamente reflejan el pensamiento de la Revista Conciencia Digital.
El artículo queda en propiedad de la revist=
a y,
por tanto, su publicación parcial y/o total en otro medio tiene que =
ser
autorizado por el director de la R=
evista
Conciencia Digital.
=
&nb=
sp; =
&nb=
sp; =
&nb=
sp; =
&nb=
sp; =
&nb=
sp; =
&nb=
sp;
[1] Universidad de la Habana. La Haban=
a,
Cuba. yulima40@gmail.com, Orcid: 0000-0003-4477=
-166x
[2]=
Universidad de la Habana. La Habana, Cuba. cinthiabm1508@gmail.com, Orci=
d:
0000-0003-0191-3250
[3] Univ=
ersidad
de la Habana. La Habana, Cuba. miguelito42@gmail.com,
Orcid: 0000-0003-0068-0053
[4] Ciencia Digital Ed=
itorial,
Ecuador, luisefrainvelastegui@cienciadigital.org
&nb=
sp; =
&nb=
sp; =
&nb=
sp; =
&nb=
sp; =
&nb=
sp; =
ISSN: 2600-5859
&= nbsp; &nbs= p; &= nbsp; &nbs= p; &= nbsp; &nbs= p; Vol. 4, N°2, p. 292-305, abril-junio, 2021