MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01D69B47.1DFC36E0" Este documento es una página web de un solo archivo, también conocido como archivo de almacenamiento web. Si está viendo este mensaje, su explorador o editor no admite archivos de almacenamiento web. Descargue un explorador que admita este tipo de archivos, como Windows® Internet Explorer®. ------=_NextPart_01D69B47.1DFC36E0 Content-Location: file:///C:/D8A65C8C/file1324.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="windows-1252"
Communicational interaction processes of children whose mother is
imprisoned in the Women's jail of Quito
Margarita Estefanía Cortes Mo=
rejón.[1], Nath=
alie
Recibido: 11-07-2020 / Revisado: 13-08-2020 / Aceptado: 14-09-2020 / Publicado: 03-10= -2020
La
problemática vinculada a infancia y prisión es una temática escasamente
analizada desde el campo de la comunicación, por ello el objetivo del prese=
nte
artículo es exponer los procesos de interacción comunicacional que se dan e=
ntre
madres e hijos que permanecen al interior del Centro de Rehabilitación Soci=
al
(CRS) Femenino de Quito, Ecuador. La estrategia metodológica se basó en un
diseño no experimental, de carácter transversal, a través de un enfoque
cualitativo mediante la técnica de entrevistas en profundidad y la observac=
ión
no participante; los instrumentos utilizados fueron el temario de preguntas,
diario de campo y fichas de observación. El equipo de investigación hizo el
acercamiento con las madres y sus hijos e hijas, quienes de manera voluntar=
ia
decidieron participar en el estudio. Entre los principales hallazgos se
evidencia que la interacción comunicacional entre madres e hijos está marca=
da
por una relación cercana y con un tiempo adecuado para que las madres estén
pendientes de sus hijos; sin embargo, la propia dinámica y entorno carcelar=
io
generan situaciones complejas de manejar para ambos. Se concluye que es
fundamental la generación de espacios de acompañamiento para madres e hijos=
, de
tal manera que la interacción entre los diversos actores del CRS, y
principalmente, entre madres e hijos pueda ser un elemento favorecedor para
relaciones armónicas basadas en el diálogo y la empatía.
Palabras
claves: Comunicación, cárcel, Ecuador, habilidades,
interacción, infancia, mujeres.
Abstract.
The problem related to childhood and prison is a
subject hardly analyzed from the communication field, so the obje=
ctive
of this article is to expose the processes of communicational interaction t=
hat
occur between mothers and children that remain inside the Female Rehabilita=
tion
Social Center (RSC) of Quito, Ecuador. The methodological strategy was base=
d on
a non-experimental design, of a transversal nature, through a qualitative
approach through the technique of in-depth interviews and non-participant o=
bservation;
the instruments used were the questionnaire, field diary and observation
sheets. The research team approached mothers and their sons and daughters, =
who
voluntarily decided to participate in the study. The main findings it is
evident that the communicational interaction between mothers and their chil=
dren
is marked by a close relationship and with an adequate time for mothers to =
be
aware of their children; however, the dynamics and prison environment gener=
ate
complex situations of handling for both. It is concluded that the creation =
of
accompaniment spaces for mothers and their children is fundamental, so that=
the
interaction between the actors of the RSC, and mainly, between mothers and
children, can be a favorable element for harmonic relationships based on
dialogue and empathy.
Keywords: Communication, jail, Ecuador, skills, interaction,
childhood, women.
Introducción.
La
libertad es el derecho que todo ser humano obtiene al nacer y es reconocido=
por
la ley, pero cuando se irrespetan las leyes que dicta el Estado, el mayor
castigo es la privación de la libertad, según Alarcón =
Granobles
(como se citó en Vite y Reyes, 2016), la “privación de la libertad
históricamente ha sido vista como una forma por excelencia para combatir los
problemas sociales, culturales o sociológicos derivados de la delincuencia,
además que genera un temor o miedo a tal punto que amedrenta a la comunidad”
(p.1). En el caso de Latinoamérica, Argentina, Brasil, Bolivia, Chile,
Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela se encuentra el 9% de
las personas privadas de la libertad (ppl), con=
unos
1.018.846 ppl para el año 2014, según el último=
informe
global de International Centre for Prision Studies.
Ecuador
es uno de los países con menor tasa de encarcelamiento, a diferencia de otr=
os
países de América Latina, sin embargo, esto no implica la inexistencia de u=
na
realidad alarmante:
Los
centros se han convertido en verdaderas bodegas humanas, donde se profundiz=
a la
violación de los derechos humanos de las madres e hijos toda esta transgres=
ión
ha llevado a la degradación del ser humano y va perdiendo la capacidad para
vivir de manera digna. (Niebla, 2014, p.2)
En
Ecuador, los Centros de Rehabilitación Social están divididos en: Centros de
Privación Provisional de Libertad, Centros de Rehabilitación Social de Media
Seguridad, Mínima Seguridad y Máxima seguridad.
De acuerdo a datos estadísticos obtenidos el 31 de marzo del 2013 en
Ecuador existen:
107.269
personas condenadas en los distintos sistemas de privación de libertad, de
ellos un 89% son hombre y un 11% mujeres y si consideramos los estudios de =
la
misma institución del año 2008 cuando existían 81.086 en las mismas condici=
ones
con un total de 31.777 niños y niñas que son hijos de personas que cumplen
condena. (Niebla, 2014, p.4)
Una
particularidad con respecto a las prisiones es que han sido creadas pensand=
o,
principalmente, en las necesidades y características de la población mascul=
ina,
olvidándose de los requerimientos propios de las mujeres, sobre ello Medeiros (2015) afirma que:
El
tratamiento brindado a las mujeres en el sistema penal es un reflejo de la
posición social que les designa. Desafortunadamente, el sistema tiene una
perspectiva androcéntrica y quienes no poseen el perfil que sostiene un mod=
elo
masculino hegemónico tendrán que adaptar sus necesidades a los modelos
prevalecientes. Al largo de la historia las mujeres fueron tratadas socialm=
ente
dentro de un sistema de desigualdades y de devaluación siempre conectada a =
su
condición sexual y biológica. El género femenino ha sido siempre designado =
en
el contexto de la belleza, de la pureza, de la maternidad, en tanto
procreadoras de los hijos y guardianas del hogar. (p.6)
La
Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada el 20 de noviembre de 1989=
por
la Asamblea General de Naciones Unidas, establece en su artículo 9 que ning=
ún
niño y niña deberá ser separado de sus padres, a menos que sea por su propio
bien. En el caso de que su padre y madre estén separados tienen derecho a
mantener contacto con sus hijos e hijas; pero, ¿qué sucede cuando el niño y=
la
niña dependen de su madre mientras ella está privada de la libertad? ¿qué
ocurre con sus hijos e hijas al tener que convivir con ellas en un centro de
rehabilitación social? Aunque las personas privadas de la libertad son
consideradas por parte del Estado ecuatoriano como un grupo de atención
prioritaria, así lo estipula la Constitución desde el año 2008; sin embargo=
, a
decir de Lora (2012) “no se garantiza en la máxima medida su posible
desarrollo, debido a que se lo mantiene en un medio donde es vulnerable a
sufrir perjuicios o abusos” (p.9).
Además
de estos instrumentos legales internacionales, en el caso de Ecuador, existe
una norma técnica de protección especial, servicios y programas familiares
expedida por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), la cual
tiene como objetivo garantizar el bienestar y velar porque los derechos de =
ese
grupo humano no sean vulnerados. Pese a estas iniciativas, uno de los retos=
que
tiene el Estado ecuatoriano es “la implementación de un sistema penitenciar=
io
que garantice los derechos de las personas privadas de la libertad y que
permita una rehabilitación e inserción de aquellas (os) que cometieron un e=
rror
en sus vidas” (Villareal como se citó en Vite y Reyes, 2016).
En
este contexto, la presente investigación se desarrolló de manera específica=
en
el Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Atención Prioritaria Femenino
Quito, ubicado en el sector de Chillogallo, este
centro recibe a mujeres con sentencia por delitos como tráfico de drogas,
asociación ilícita u homicidios, el CRS está compuesto por 46 mujeres, 27
niñas,18 niños, 10 agentes penitenciarios, 6 educadoras, entre escuela y
bachillerato, 10 trabajadores administrativos: 1 psicólogo, médico familiar,
ginecólogo, dentista, nutricionista, entre otros, además este centro cuenta con una guard=
ería
que recibe a niños y niñas de entre 12 meses hasta los 3 años de edad, y su
finalidad es contribuir al desarrollo de los infantes, cuenta con una
coordinadora general y cinco educadoras, el lugar dispone de cuatro aulas,
comedor, zonas para la estimulación temprana y espacios verdes para la recr=
eación.
Muchas
de las mujeres que cumplen su condena en este centro conviven con sus hijos=
e
hijas los primeros tres años de vida, luego de esa edad los niños y niñas d=
eben
ser entregados a familiares de la persona privada de la libertad (ppl), o son enviados a casas asistenciales, excepto l=
os
niños y niñas que sufren de discapacidad, enfermedades catastróficas, maltr=
ato
y/o abandono por parte del adulto que en el ámbito externo está a cargo del
niño o niña, en estos casos conviven con su madre hasta los 6 años o hasta =
que
el CRS autorice la estadía del men=
or.
El
objetivo general de este artículo es exponer los procesos de interacción
comunicacional que se dan entre madres e infantes que conviven en el CRS de
Atención Prioritaria Femenino de Chillogallo, c=
omo
objetivos específicos se planteó: a) determinar las habilidades
comunicacionales que desarrollan las madres al interior del CRS femenino de
Quito; b) identificar las habilidades comunicacionales que desarrollan los
niños y niñas que conviven al interior de centro de rehabilitación femenino=
de
Quito; y, finalmente, el equipo de investigación se propuso c) diseñar
estrategias orientadas al apoyo de madres e hijos que conviven al interior =
del
CRS. Y la pregunta de investigación que orientó este trabajo fue: ¿Qué
características tienen los procesos de interacción comunicacional entre mad=
res
e hijos que conviven en el Centro de Rehabilitación Social de Atención
Prioritaria Femenino de Quito, ubicado en Chillogallo<=
/span>?
El
equipo investigador consideró importante realizar esta investigación debido=
a
que los derechos de las ppl son irrespetados ta=
nto en
el caso de mujeres, como de los hombres; sin embargo, la situación de las
mujeres es particular debido a que gran parte de quienes permanecen en una
cárcel son madres. En limitadas ocasiones esta problemática es analizada de=
sde
el ámbito comunicacional, por ello el interés fue indagar en los procesos de
interacción comunicacional entre madre e hijos en un contexto de encierro
carcelario. En una primera parte se hará referencia a los elementos
fundamentales detectados en la revisión documental, posteriormente se detal=
lará
la estrategia metodológica, seguido de los resultados y discusión, finalmen=
te
se expondrán las conclusiones a las que arribó este estudio.
Aproximaciones teóricas al concep=
to
de interacción comunicativa
El
concepto fundamental de este proyecto son los procesos de interacción
comunicacional los cuales pueden ser: lineales, circulares y reticulares; l=
os
lineales son aquellos que miran a la comunicación como un proceso en donde
interviene un emisor y receptor; la comunicación vista desde una perspectiva
circular implica la retroalimentación entre los seres humanos; y, la
comunicación reticular es aquella que se da en red y en donde tiene lugar
intercambio de conocimientos. (Carrillo, Hamit,
Benjumea y Segura, 2017)
Las
características que adopten los procesos de interacción de los seres humanos
van a estar determinadas por el contexto familiar, sobre este aspecto Puell=
o et
al., (2014) señalan que la comunicación: “se basa en convenciones sociales =
y la
realidad es un producto de la comunicación. Esta es muy importante para la
familia por ser un proceso de interacción donde se construyen relaciones
horizontales y verticales, se intercambian mensajes, informaciones, afectos,
comportamientos” (p.7-8).
El
núcleo familiar es el elemento básico para construir modos de comunicación =
y la
calidad de la comunicación, entre padres/madres e hijos, incidirá en una
interacción mayormente positiva o por el contrario marcada por constantes
conflictos. Schmidt, Maglio, Messoulam,
Molina y González (2010) señalan que “la comunicación familiar funcional
permite el desarrollo de un auto concepto positivo” (p.1). De igual manera,=
en
el núcleo familiar es importante la presencia de padre y madre porque son el
factor protector y quienes generan reglas y optimizan un proceso adecuado de
comunicación, pero cuando uno de ellos falta en el hogar los procesos de
comunicación presentan muchos retos los cuales deben ser enfrentados para e=
vitar
procesos disfuncionales, en el caso de las familias que tienen a uno de sus
miembros privados de la libertad, =
el
escenario es complejo, Schmidt et al., (2010) explican que:
Las
perturbaciones que dicha situación provoca específicamente en niños, niñas y
adolescentes pertenecientes a familias con adultos privados de libertad,
quienes deben enfrentarse a una vida compleja y cruel, soportando la presión
del dedo acusador de la sociedad que no se detiene a hacer distinción entre=
las
partes, sino más bien, clasifica a todo el núcleo familiar como uno solo,
imponiendo duramente con el estigma social, una extensión de la condena a l=
os
consanguíneos. (p.3)
El
proceso comunicacional es inherente al desarrollo de habilidades sociales, =
sus
elementos intervinientes son las emociones, la cultura y el contexto social=
en
el que aparecen; aspectos fundamentales para desarrollar y mantener una
comunicación efectiva, la cual es vital para el desarrollo del ser humano
(Hoyuelos, 2018). Comunicación es fundamentalmente interacción, Rizo (2006)
señala que la interacción es “el principio básico de la organización social=
, y
como tal, es requisito indispensable para las relaciones sociales” (Rizo,20=
06,
p.2). La comunicación nos permite =
construirnos
como seres sociales y a su vez posibilita la generación de lazos vitales que
son los que otorgan sentido a la existencia, “la interacción es siempre
comunicación con otro distinto a uno mismo” (Rizo, 2006, p.16), esto se verá
condicionado por el contexto sociocultural en donde se produzca la interacc=
ión.
Los
procesos de interacción son frecuentemente analizados desde el campo educat=
ivo,
debido a que “la enseñanza formal es uno de los ámbitos de la vida social d=
onde
la expresión verbal, no verbal y paraverbal, ti=
enen
una presencia importante” (Herrero,2012, p.2). Los escenarios escolares son=
un
espacio clave de encuentros y desencuentros y, por tanto, la comunicación es
una dimensión fundamental para garantizar procesos educativos exitosos, sob=
re
ello Herrero (2012) afirma que “es importante tener en cuenta tanto en el
alumno como en el profesorado, sus características personales, contextuales,
sus sentimientos, etc. que influirán de manera directa en la comunicación e
interacción entre ambos” (p. 5).
Tal
como se ve en estos planteamientos, el escenario en donde se produce la
interacción es una característica interviniente y decisiva en los procesos =
de
comunicación, precisamente González (2013) al explorar la comunicación
interpersonal determina varias dimensiones: inicio, conservación y desartic=
ulación;
y bajo estas etapas examina y discute las formas de comunicación humana que=
se
producen a diario, experiencias que se producen en la familia, círculo de
amigos, pareja, instituciones educativas, compañeros de clase, espacio labo=
ral,
entre otros, “quienes somos depende de la comunicación, porque descubrimos
nuestra identidad” (González, 2013, p.9).
Metodología.
Tipo de diseño.
La
investigación se basó en un diseño no experimental de tipo transversal, el
cual, según Sousa, Driessnack y Costa (2007) “no
tienen determinación aleatoria, manipulación de variables o grupos de
comparación. El investigador observa lo que ocurre de forma natural, sin
intervenir de manera alguna” (s. p).
Enfoque.
En
esta investigación se usó el enfoque cualitativo, según Cadena, et al (2017=
) el
investigador cualitativo “ve al escenario y personas en una perspectiva
holística, las personas, escenarios o grupos no son reducidos a variables, =
sino
vistos como un todo” (p.4).
Población y muestra.
El
CRS de atención prioritaria de Quito está conformado por 46 mujeres ppl y 45 niños y niñas. La muestra estuvo conformada =
por 10
participantes: 5 madres, quienes tenían entre 27 y 42 años; y, sus hijos e
hijas cuyas edades fluctúan entre 4 meses y 11 años de edad (Tabla 1 y 2). =
Se
utilizó un muestreo no probabilístico, el cual “permite seleccionar muestras
con una clara intensión o por un criterio preestablecido. Las muestras que =
se
seleccionan buscan, desde luego, una representatividad de la población” (Ni=
ño,
2011, p.57). En esta investigación se aplicó el muestreo de voluntarios, es
decir, las personas de manera libre decidieron ser parte de la investigació=
n.
Tabla 1.
Criterios de inclusión de la muestra
Criterios de Inclusión |
Criterios de exclusión |
Mad=
res
que conviven con sus hijos |
Muj=
eres
sin hijos |
Mad=
res
que estén en el CRS de Chillogallo al menos 3
meses. |
Mad=
res
que estén 1 mes en el CRS de Chillogallo |
Niñ=
os y
Niñas que vivan en el CRS de Chillogallo al m=
enos 3
meses |
Niñ=
os y
niñas que vivan en el CRS de Chillogallo de 1=
a 2
meses |
Madres en estado de gestación |
Madres que estén separadas de sus hijos=
|
Fuente:
Elaboración propia
Tabla 2. Datos informativos de los participantes=
en el
estudio
Código |
Edad |
Tiempo en el CRS |
N° de hijos |
Edad de los niños y niñas |
Pareja |
Apoyo de la Familia |
Razón del encierro |
Código niños/as |
2RA6 |
26 |
7 meses |
1 |
4 meses |
No |
Si |
Homicidio |
P4E |
3GJ5 |
35 |
3 meses |
4 |
14,10,8 y 1 año 5 meses |
No |
Si |
Tráfico de drogas |
J15 |
3DJ6 |
36 |
2 años |
7 |
22,18,15,9,7,6,2 años |
No |
No |
Tráfico de drogas |
D6M J2Y |
4LM2 |
42 |
3 años |
2 |
24 y 2 años 4 meses |
No |
No |
Cómplice de Homicidio |
L24 |
2MA7 |
27 |
4 años |
3 |
11,9, y 4 años |
No |
Si |
Tráfico de drogas |
M4A |
Fuente:
Elaboración propia
Técnicas e instrumentos
La
estrategia metodológica para recolectar la información se apoyó en el métod=
o de
la observación no participante, la cual se define como aquella que “recoge =
la
información desde afuera, sin intervenir para nada en el grupo social, hech=
o o
fenómeno investigado” (Huamán, 2005, p.16), la observación se la realizó
durante 7 días al interior del CRS, el objetivo fue recabar información de
primera mano y así poder identificar las habilidades comunicacionales que
poseen los infantes. Además, se usó la técnica de la entrevista en profundi=
dad
con las madres participantes, la finalidad fue recabar elementos que permit=
an
establecer los momentos más trascendentales para la historia de vida de las
mujeres.
La
aplicación de estas técnicas permitió determinar cómo se dan los procesos de
interacción comunicacional a través del rastreo de las habilidades
comunicacionales tanto en las madres como en sus hijos.
Los
instrumentos, en el caso de la observación no participante, fueron el diari=
o de
campo y una ficha de observación (Tabla 3 y 4) para cada uno de los hijos de
las mujeres; y para las entrevistas en profundidad se diseñó un temario de
preguntas vinculado a las dimensiones de cada objetivo específico.
Tabla 3.
Elementos del diario de campo
Fecha: |
|
Lugar
y Hora: |
|
Actividad: |
|
Participantes: |
|
Descripción
de la actividad |
Interpretación
(reflexión sobre lo observado) |
|
|
Fuente: Elaboración propia
Tabla 4:
Ficha de observación
E=
spacio
observado: |
<= o:p> |
N=
ombre
del niño/a: |
<=
span
style=3D'mso-spacerun:yes'> |
N=
ombre
de la madre |
<= o:p> |
F=
echa: |
<= o:p> |
H=
ora: |
<= o:p> |
<= o:p> |
I=
ndicadores |
N=
unca |
A=
lgunas
veces |
F=
recuentemente |
O=
bservaciones <= o:p> |
1=
|
Saluda y/o sonríe a las personas
cercanas a su entorno |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
2=
|
Es capaz de decir su nombre cuando s=
e lo
preguntan |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
3=
|
Dice gracias cuando se relaciona con
otros niños o adultos |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
4=
|
Se acerca a otros niños o niñas para
participar de un juego o para conversar |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
5=
|
Se adapta fácilmente a los juegos o
actividades que otros niños o niñas ya han iniciado |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
6=
|
Si un niño o niña hace algo que le
desagrada le expresa su descontento |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
7=
|
Dice gracias cuando se relaciona con=
su
madre |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
8=
|
Demuestra afecto y cariño a su madre=
|
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
9=
|
Es capaz de responder a una inquietud
sencilla de un adulto |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
1=
0 |
Quiere saber el porqué de algunas
situaciones y les pregunta a los adultos |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
<= o:p> |
Fuente:
Recuperado de “Habilidades sociales preescolares: una escala para niños de
contextos de pobreza Lacunza, Castro y Contini, p.26., 2009.
Resultados y discusión.
Una
vez que se aplicó la metodología se procedió a transcribir la información
obtenida de las entrevistas en profundidad y se sistematizó la información =
del
diario de campo; posterior a ello se procedió a identificar las principales
categorías vinculadas a los elementos centrales de los objetivos: a)
habilidades comunicacionales de las madres, b) habilidades comunicacionales=
de
los niños y niñas; y, c) Estrategias orientadas al apoyo de madres e hijos;=
en
ese sentido el análisis de los resultados se presentará en función de esas
dimensiones.
Habilidades comunicacionales de l=
as
madres.
Un
elemento importante que apareció con la aplicación de las técnicas de
investigación es respecto al vínculo madre-hijo, el cual revela aspectos
fundamentales sobre las habilidades comunicacionales que se desarrollan al
interior del CRS, las madres aseguran que la relación entre ellos ha mejora=
do,
es decir, que aseguran tener un lazo más fuerte, porque pasan juntos las 24
horas del día, lo que no ocurría cuando ellas estaban fuera del CRS, los
quehaceres de la casa y el trabajo les impedían estar pendientes de sus hij=
os,
una de las madres relató lo siguiente: “nunca me había sentido tan unida co=
mo
lo estoy ahora con mi hijo, ahora siento más responsabilidad con mi hijo ya=
que
afuera uno ya está haciendo muchas cosas y nos descuidamos de nuestros hijo=
s”
(3GJ5, comunicación personal, diciembre 2019). Como se expresa en esta
situación un factor fundamental para el desarrollo de las habilidades
comunicativas tiene que ver con los momentos para la interacción, al respec=
to O´Connor y Seymour (1999) (como se citó en Batista y
Romero, 2007) señalan que:
Estas
habilidades están representadas por las capacidades de desempeñar determina=
das
tareas comunicacionales de modo consistente para influir en las personas, p=
ues
la comunicación es un círculo donde el sujeto influye en otros individuos y=
los
otros en él. Por lo tanto, es necesario dominarlas para afrontar los divers=
os
cambios que se presentan. (p. 39)
A
pesar de la situación y el entorno en donde se desarrolla este grupo
vulnerable, las madres buscan estrategias para comunicarse con sus hijos y =
de
esta manera crear una comunicación positiva para que los niños y niñas no
sientan la falta de libertad, tomando en cuenta que en los primeros años de
vida se crea la identidad del infante.
Por
otro lado, es importante tener en cuenta que la mayoría de las mujeres en e=
ste
centro han tenido que afrontar varios retos y desafíos, uno de ellos es
aprender a controlar su carácter para evitar confrontarse con sus compañera=
s:
Es
difícil aprender a convivir con mis compañeras, no hay respeto cuando los n=
iños
están durmiendo en el pabellón ellas gritan, dicen malas palabras juegan y
todo, pero si se les reclama ellas salen más bravas y nos dicen que esto no=
es
un hotel (2RA6, comunicación personal, diciembre 2019)
La
experiencia de esta madre es muy recurrente en todas las mujeres entrevista=
das,
porque estas situaciones suceden las 24 horas del día en los 4 pabellones de
CRS, también se pudo evidenciar, a través del diario de campo, que es usual=
que
se generen comentarios negativos de otras mujeres, lo cual se constituye en=
una
causa para los conflictos al interior del CRS, elemento contraproducente pa=
ra
la generación de una interacción comunicacional adecuada, al respecto Batis=
ta y
Romero (2007) señalan que es impor=
tante
que el ser humano desarrolle “habilidades comunicativas, a saber: escuchar
activamente, hablar con claridad, habilidad para responder, agudeza sensori=
al
(visual, auditiva, tacto, gusto y olfato) flexibilidad, asertividad, empatí=
a y
sinergia”(p.38). Sin embargo, el contexto del encierro carcelario es una
variable que limita en gran medida tal situación.
En
todo tipo de escenarios, y más aún en una prisión, es importante trabajar e=
n el
fomento de acciones que posibiliten el desarrollo de habilidades comunicaci=
onales,
Tejera y Cardoso (2015) explican que:
Habilidades
para comunicarse y desarrollarlas, constituye un importante factor de
adaptación social, toda vez que contribuye al perfeccionamiento de la vida =
de
relación del hombre, a dar calidad a las diferentes actividades que realiza=
y
mejorar sus modos de actuación en el contexto donde le ha tocado vivir. (p.=
171)
En
efecto, las dinámicas propias de un centro carcelario le plantean varios re=
tos
a las madres a la hora de intentar desarrollar las habilidades comunicacion=
ales
que requiere ese entorno. Otro aspecto que se evidencia tiene que ver con la
manera en que fechas como los cumpleaños se convierten en un momento
fundamental para los procesos de interacción entre madres e hijos. La mayor=
ía
de las mujeres ha festejado el cumpleaños de su hijas o hijos dentro de la
cárcel, el encierro no ha sido un impedimento para festejar un día importan=
te
en sus vidas: =
“aquí
yo le he festejado sus 4 añitos mandé a comprar pastel y colas, pero este
último año le hice una mesita completa con bocaditos, colas, piñata y paste=
l,
mi hija estuvo muy feliz” (2MA7, comunicación personal, diciembre 2019).
El
CRS permite estas actividades porque las considera beneficiosas para el
desarrollo de la personalidad del niño o niña, además, algunas fundaciones =
se
hacen presentes en fechas especiales como la navidad o el día del niño, bri=
ndan
un espectáculo exclusivamente para los hijos de las mujeres privadas de la
libertad y de este modo poder entretener a los niños, al menos, por unas ho=
ras:
“varias fundaciones llegaron y realizaron programas donde los niños podían
participar eran programas solo para ellos, donde entregaban regalos y podía=
mos
ver la felicidad de nuestros hijos al ver sus regalos y poder compartir con
otras personas” (3GJ5, comunicación personal, diciembre 2019).
Estos
hallazgos son coincidentes con lo propuesto por Tejera y Cardoso (2015) qui=
enes
explican que unas de las habilidades comunicativas son aquellas que promuev=
en
la relación empática, la cual está relacionada con el fomento de diversas
acciones orientadas a la construcción de experiencias. Los componentes de e=
sta
habilidad son el “acercamiento afectivo. Expresar una actitud de aceptación=
, de
apoyo, dar posibilidad de expresión de vivencias del otro” (Tejera y Cardos=
o,
2015, p. 170).
Este
tipo de experiencias son vitales para que las mujeres puedan manejar y sost=
ener
sus habilidades comunicativas dentro del CRS, aunque hay que tomar en cuenta
que en los casos analizados todas provienen de entornos marcados por la vio=
lencia
y pobreza:
A
los 19 años yo di a luz a mi primer hijo el papá de mi niño desapareció y la
necesidad me obligó a vender droga por mi barrio… yo vendía poco, lo necesa=
rio
para sobrevivir luego llegaron mis otros 2 hijos y yo seguía en el mismo
trabajo, esto no era nada fácil porque no podía estar tranquila en ningún
lado…porque temía a que en cualquier lugar ya me iban a coger presa. (3GJ5,
Comunicación personal, diciembre 2019)
Entonces,
se puede afirmar que para las mujeres que conviven al interior del CRS, deb=
ido
a sus antecedentes de exclusión y estigmatización, trabajar en sus habilida=
des
comunicativas es todo un desafío, esto es convergente con lo afirmado por D=
os
Santos y Benavides (2014) (como se citó en Flores, García, Calsina
y Yapuchura, 2016) “Pero, en situaciones hostil=
es,
cuanto más agresión recibe la persona, menores son sus habilidades sociales
relacionadas con la asertividad y con su repertorio general; así también ti=
enen
una menor capacidad empática en relación al factor altruismo” (p. 4).
El
CRS cuenta con 4 pabellones (A, B, C y D), el pabellón<=
span
style=3D'mso-spacerun:yes'> D presentó una peculiaridad: las
madres que ahí conviven fomentaron la creación de un espacio dedicado,
exclusivamente, al entretenimiento de sus hijos. Todos los días, en el horario de 18h00 a
19h00 pm, los infantes pueden mirar programas televisivos infantiles, así c=
omo
desarrollar actividades lúdica. Precisamente, pr=
omover
la participación de los diversos sujetos involucrados en una situación gene=
ra
mejores condiciones para un ambiente de respeto, así lo proponen Tejera y
Cardoso (2015 ) “Establecer una adecuada comunic=
ación
sobre la base de la comprensión mutua y el respeto a la personalidad del
sujeto” (p.169).
En
general, en esta actividad los niños/as se muestran contentos y relajados, =
excepto
una de las niñas, quien necesariamente debe estar con su madre para control=
ar
su comportamiento agresivo, la niña tienen dificultades para una comunicaci=
ón
asertiva, lo cual se explica por el ambiente en el que se ha desarrollado, =
el
cual no le ha permitido desplegar una actitud consciente, esto es convergen=
te
con los planteamientos de González-Moreno (2012) quienes explican que la
actividad reflexiva “es la capacidad de reformular el propio pensamiento,
mediante el uso del lenguaje, lo que lleva a reflexionar sobre el
comportamiento de sí mismo y las acciones de los demás” (p. 597)
Frente
a la necesidad de la madre de comunicarse con sus hijos, esta se torna un t=
anto
compleja debido a que los niños/as no han desarrollado las habilidades
comunicacionales propias de su edad; sin embargo, de acuerdo a la experienc=
ia
de las madres pese a ello encuentran formas para comprender cuando su niño/=
a necesita al=
go,
porque todo signo o gesto comunica, es decir el principal mecanismo es el
lenguaje no verbal, a continuación el extracto de un relato:
Mi
hija aún no puede hablar y además ella tiene un carácter muy fuerte, así qu=
e si
necesita algo solo me señala y yo le doy lo que ella quiera, a pesar que el=
la
es muy independiente, ni cuando está peleando me necesita, mi hija tiene 2 =
años
4 meses y aún toma el seno y cuando ella quiere lactar simplemente, saca mi
seno y ya”. (4LM2, comunicación personal, diciembre 2019)
La
convivencia durante las 24 horas del día les ha permitido desplegar habilid=
ades
para satisfacer las necesidades de sus hijos, aunque también existen varios
factores que impiden una comunicación eficaz, el principal es el contexto d=
el
encierro, pero este no ha sido impedimento para buscar mecanismos de
comunicación por parte de las madres.
Habilidades comunicacionales de l=
os
niños y niñas.
A
través de la aplicación de método de la observación, orientado a la dimensi=
ón
del segundo objetivo específico, el cual busca identificar las habilidades
comunicacionales que han desarrollado los niños y niñas al interior del CRS=
, se
pudo evidenciar varias
dificultades para que los infantes puedan comunicarse verbalmente con las
personas de su entorno; la principal forma de comunicación es mediante el
lenguaje no verbal. Aunque al
interior de la guardería las profesoras acompañan al proceso =
de
enseñanza aprendizaje este no obtiene resultados favorables porque no es
reforzado por la madre, quien carece del conocimiento adecuado para promover
ese tipo de habilidades.
Sobre
las limitantes que presenta el habitar en una cárcel, una de las madres rel=
ató
lo siguiente:
Yo
siento que mi hijo se estresa mucho, porque cuando está aquí no para de llo=
rar,
duerme muy poco, se asusta con facilidad… se reniega, en cambio cuando él s=
ale
con mi hermana por unos días ella me dice que pasa tranquilo, él solo pasa =
el
portón negro y su estado de ánimo cambia totalmente a pesar de que es muy
pequeño yo siento que el pasa mal aquí” (2RA6, Comunicación personal, dicie=
mbre
2019)
Este
es el único caso en donde el niño es menor de un año, específicamente tiene=
7
meses, los otros niños y niñas oscilan entre los 17 meses y 6 años de edad.
Estos mecanismos de comunicación es lo que García (1995) denomina como la e=
tapa
prelocutoria, la cual se presenta en los primer=
os
meses de vida en donde el niño/a no puede comunicarse mediante palabras y
cuando tiene alguna necesidad la comunica a través del llanto.
A
través del diario de campo se pudo observar a cinco niños/as de diferentes
edades como: J15 tiene 1 año 5 meses, J2Y tiene 2 años, D6M tiene 6 años, M=
4A
tiene 4 años y L24 tiene 2 años 4 meses, ellos pasan de 8:00 am a 15:30 pm =
en
la guardería, logramos identificar que tienen diferentes formas para comunicarse, a pesar que su lengua=
je
oral no es muy fluido en comparación con otros menores de su misma edad,
intentan transmitir un mensaje a través del habla y lo complementan con ges=
tos
y señales desarrollando habilidades como: aprender a escuchar, agradecer,
hablar con amabilidad y firmeza. Pérez y Salmerón (2006) afirman que desde =
los
12 hasta los 24 meses los niños y niñas desarrollan “estrategias de
aproximación a las palabras” (p.115), para los niños y niñas de entre 24 y =
36
meses su lenguaje oral es más comprensible: “Cada vez se le va entendiendo
mejor, aunque todavía puedan darse errores propios del habla infantil como =
por
ejemplo dificultades con la /d/, la /o/ y la /s/ y con la /r/ y la /rr/, y la simplificación de sinf=
ones
y diptongos” (Pérez y Salmerón,2006, p.115).
Por
varios días logramos observar que M4A cambia la pronunciación de las palabr=
as,
por ejemplo, en vez de “si” dice “ti”, esta situación se repite con L24, co=
mo
mencionan los autores esto es normal según la edad de los niños y niñas; por
otro lado, J2Y tiene dos años pero en este caso ella dialoga únicamente con=
una
persona adulta de confianza, no habla mucho con sus compañeras de aula, y si
necesita algo solo se acerca a su profesora, en caso de que existan personas
nuevas en el lugar se intimida y evita participar con el grupo. Al ingresar=
al
aula, una de sus profesoras dio una orden para que todas las niñas que esta=
ban
ahí saluden, pero ella fue la única que no dijo nada, ni tampoco se acercó,=
a
diferencia de las otras niñas, quienes sí cumplieron con el pedido.
Por
las características que tiene el CRS los niños y niñas deben aprender a
convivir con los guías penitenciarios, quienes portan un uniforme distintiv=
o,
se observó una interacción con los infantes caracterizada por muestras de
afecto, D6M tiene 6 años, la niña más grande del centro, cuando ve a un guía
entrar a los patios ella corre, la abraza y los guías le corresponden a la
acción de la niña. Hay que tomar en cuenta que los niños y niñas son priori=
dad
en esta casa de acogida, es por esto que se tiene totalmente prohibido el
maltrato, en cualquiera de sus formas, por parte de sus madres, cuando los
guías observan ese tipo de actos realizan partes para sancionar a las mujer=
es
con el fin de proteger la integridad de los infantes.
Por
otro lado, los niños y niñas a su corta edad asumen que los guías penitenci=
aron
son autoridad dentro del CRS, es peculiar observar cómo imitan las acciones=
de
los guías, L24 tiene 2 años 4 meses y a su corta edad ya conoce las activid=
ades
diarias del centro, un día mientras ella jugaba los guías gritaban con fuer=
za
“señoras… el rancho”(refiriéndose a la comida), ella automáticamente dejó de
jugar, se paró en la mesa y gritó “el ancho” (el rancho), sobre ello Peralta
(2000) sostiene que: “desde los 18 a los 24 meses, el niño aprende a
involucrarse en un diálogo, adoptando y asignando roles comunicativos. El n=
iño
ha aprendido a dar significado y en adelante podrá extender el rango de las
significaciones” (p.60).
En
la mayoría de los casos investigados se pudo evidenciar que las madres no
permiten que sus familiares vayan a
visitarles, este es el caso de 4LM2, 2MA7, 2RA6, entre las razones que
mencionaron fue: “es mejor que la familia no vea la realidad en la que vivi=
mos
así evitamos que nuestros hijos se encariñen con las visitas y sufran”; por
otro lado 3DJ6 disfruta la visita de sus hijos, ella nos comentaba que uno =
de
sus hijos le visita cada 15 días, para sus hijas menores es una figura pate=
rna
y le llaman papá, un rasgo particular en este caso es que a una de sus hijas (J2Y) no le gusta comp=
artir
con las visitas y prefiere estar en el pabellón. Por otro lado, D6M espera
ansiosa los días para ver a su hermano, para ella es su “papá Juan”, “me si=
ento
muy feliz cuando mi papi viene, paso jugando todo el día con él, le cuento =
todo
lo que ha pasado y le digo que le quiero mucho, que ya mismo vamos a salir =
de
aquí para estar en familia y comer todos juntos” (D6M, comunicación persona=
l,
diciembre 2019).
Otro
elemento que se priorizó para el análisis fue las formas de interacción que=
se
dan entre los niños y niñas que conviven al interior del CRS, en los 7 días=
de
observación se logró identificar que en la guardería se comportan de una ma=
nera
y cuando salen de ella, es decir, cuando permanecen con sus madres, se
presentan otras formas. En la guardería, demuestran una relación solidaria,
respetuosa y de amistad, precisamente una de las acciones de su profesora es
fomentar la amabilidad a la hora de dialogar; sin embargo, en cuando están =
con
sus madres, aparentemente, olvidan lo aprendido en el aula de clase y muest=
ran
actitudes de rebeldía.
Si
bien, hay elementos comunes que comparten los niños y niñas en el CRS, también tienen sus
peculiaridades, por ejemplo en el caso de J2Y se muestra tímida, seria y
solitaria, M4A es cariñosa, participativa, risueña y sociable, L24 es seria,
divertida, solidaria y respetuosa, mientras está en la guardería; pero, en =
el
pabellón es agresiva con los niños más pequeños, hace rabietas y se acuesta=
en
el piso, es por esto que el objetivo de la guardería es fomentar una actitu=
d de
diálogo y respeto “la conciencia de que cada persona que encuentran a su pa=
so
es también un ser humano como ellos mismos. A partir del logro de dicha
perspectiva, el niño puede comprender que sus acciones producen placer o su=
frimiento
en los otros” (Mcginnis y =
Goldstein,
1990, p.6).
L24
muestra estos rasgos agresivos y llama la atención la forma en que busca
conseguir sus objetivos, por ejemplo, ella quería sentarse en un lugar que
estaba ocupado por otra niña, así que tomó su juguete y le dio a entender q=
ue
quería jugar y lo arrojó lejos, entonces la niña que ocupaba el puesto salió
corriendo por su juguete, mientras que L24 corrió a sentarse en el espacio =
que
quería inicialmente. Estas acciones implementadas por la niña, pueden ser
entendidas como habilidades que implican “un conjunto de conductas aprendid=
as y
lo social, aporta lo impersonal” (Flores et al., 2016, p.6) Cada uno de los
casos fue diferente, cada niño o niña crea sus propias habilidades para
comunicarse, ya sea mediante lo aprendido en la guardería o de acuerdo al
ambiente en el que se desenvuelve, transmitiendo lo que mira y vive en su d=
ía a
día.
Varias
de las mujeres evitan que los niños jueguen y prefieren tenerlos a su lado =
para
impedir peleas y conflictos con sus madres, a D6M su madre le prohíbe salir=
a
jugar con otras niñas porque asegura que pueden reñir y eso trae consigo que
sus madres salgan en su defensa, lo cual genera discordias entre ellas: “yo=
por
mis hijos me hago hasta matar, y si es de quedarme unos días más acá dentro
pues me quedo porque nadie se mete con mis hijos” (2MA7, comunicación perso=
nal,
diciembre 2019). Respecto de la sobreprotección que ejercen las madres, Pér=
ez y
Salmerón (2006) afirman que:
Sobreprotección,
en la cual se sustituye continuamente al niño, no se le posibilita el conta=
cto
con elementos que generen experiencias de aprendizaje, el adulto se anticip=
a a
sus necesidades, envolviendo al niño en un ambiente que no le deja
interaccionar activamente; se propicia, en este contexto, un retraso en el
lenguaje tanto a nivel pragmático como receptivo y expresivo. (p.119)
En
general, los niños y niñas mantienen una relación respetuosa con las mujeres
internas, cuando hay altercados entre los infantes ellas no les reclaman, al
contrario, acuden directamente donde las madres. Entre los acuerdos que exi=
sten
entre las madres es tratar de crear un ambiente de familia, por ejemplo, cu=
ando
van a clases y sus hijos se quedan en el pabellón a dormir piden ayuda a sus
compañeras para que les vigilen mientras se desocupan: “la mayoría de las
chicas se llevan bien con los niños, hasta el momento no se ha escuchado ca=
sos
donde las mujeres maltratan a los hijos de otras compañeras” (2MA7,
Comunicación personal, diciembre 2019).
Otra
de las acciones que se han generado en el CRS con la finalidad de crear un
escenario propicio para los niños/as es tratar de erradicar las acciones
violentas, en caso de que un niño/a maltrate a otro, se le explica y se le
motiva para que no reaccione de la misma manera, se le solicita que acuda a=
la
madre del niño/a y que le cuente lo sucedido para que sea ella quien repren=
da
la actitud violenta.
Mediante
el diario de campo se pudo observar que D6M mantiene una buena relación con=
la
mayoría de las mujeres, ella se sienta y le gusta participar de las
conversaciones:
Mi
hija [D6M] es como una persona adulta, conversa con todas mis compañeras es=
muy
educada porque ella sabe que si se porta mal le doy dos nalgadas, aunque el=
la
me sabe decir: verás mama si me pegas te van a sancionar y le digo así me
sancionen yo te hago entender que es bueno y que no. (3DJ6, comunicación personal, diciembre=
2019)
Otro
elemento importante que se destaca en los niños/as es la incorporación del
lenguaje carcelario, precisamente al referirse al hecho de que una de las
madres pronto saldría en libertad, D6M dijo que ella iba a “salir en
seco”, al preguntarle sobre el
significado de esa expresión aclaró que es “salir sin hacer papeles”, esta forma de comunicación se evidencia en sus contactos cotidiano=
s, los
niños/as están muy familiarizados con las acciones y situaciones que se dan=
en
el CRS; al preguntarle si conocía las razones por las que permanece ahí, sin
temor alguno, dijo: “yo estoy aquí porque mi papá me dejó en la calle así q=
ue
mi mamá hizo todo lo posible por traerme a vivir con ella, yo sé porque mi =
mamá
está aquí por vender droga y por eso le dieron 3 años de cárcel” (D6M,
comunicación personal, diciembre 2019) en concordancia con esta experiencia
Gonzáles (como se citó en Flores et al., 2016) señala a “las habilidades sociales como un conju=
nto de
comportamientos aprendidos que nos facilitan la consecución de refuerzo en
situaciones de interacción. Esta, describe un conjunto de conductas en térm=
inos
de su utilidad” (p.7).
Estrategias de apoyo.
El
tercer eje alrededor del cual se planteó esta investigación fueron las
estrategias de apoyo que se pudiesen implementar para apoyar a este grupo
humano, precisamente para contar con mayores elementos se les preguntó a las
madres acerca de las acciones que consideran necesarias para implementar en=
el
CRS. A través de las entrevistas en profundidad, las mujeres privadas de la
libertad, coincidieron en señalar que se debería implementar talleres de
recreación los fines de semana, tanto para ellas como para sus hijos/as, de
esta manera se mantendrían ocupadas y se podría enfrentar el estrés y la
ansiedad que genera el encierro; además se pudo identificar que pese a los
acuerdos y acciones implementadas tanto por las madres como por el CRS, exi=
sten
dificultades que les impiden mantener una comunicación eficaz y generar un
ambiente armónico, por ello es necesario trabajar en actividades para fomen=
tar
la asertividad porque cuando las personas desarrollan “habilidades sociales
presentan un mayor número de miembros en su red social y tienden a mantener
contactos más frecuentes con ellos” Jiménez, Vázquez y Vázquez (como se cit=
ó en
Flores et al., 2016, p.7). Un mejor ambiente posibilitaría que niños y niñas
enfrenten de mejor manera el encierro y los ayudaría para el desarrollo de
habilidades porque estas “no son un rasgo de la personalidad, sino un conju=
nto
de comportamientos aprendidos y adquiridos” (Flores et al., 2016, p.7).
Para
las mujeres sus hijos/as son lo más importante y en todos los casos investi=
gados
esperan que el futuro sea diferente para ellos, aspiran a que sus hijos
culminen sus estudios y sean profesionales, una de ellas relataba: “quiero
verles a mis hijos triunfar que sean buenos profesionales y no unos mediocr=
es
que jamás se dejen ganar por las malas influencias y vayan por el camino del
bien, que no sigan los pasos de su madre” (2MA7, comunicación personal,
diciembre 2019) este testimonio se repite en todas las madres y señalaron q=
ue
al salir del CRS serán otras personas para poder acompañar al desarrollo de=
sus
hijos/as. Para que estas aspiraciones puedan concretarse es crucial el apoyo
del Estado, a través de una política pública orientada al desarrollo de
habilidades durante el encierro y estrategias de soporte posterior al encie=
rro.
Así
mismo, se pudo evidenciar que cada uno de los niños/as crean habilidades pa=
ra
comunicarse, pero una de las limitaciones que se presentan es la sobreprotección por parte de sus
madres, lo cual impide un adecuado desarrollo de sus habilidades comunicaci=
onales,
sobre esto Pérez y Salmerón (2006) aseguran que: “sustituye continuamente al
niño, no se le posibilita el contacto con elementos que generen experiencia=
s de
aprendizaje, el adulto se anticipa a sus necesidades, envolviendo al niño e=
n un
ambiente que no le deja interaccionar activamente” (p.119). Por las
características del centro las madres se aferran al cuidado de sus hijos, y
cuando hay discordias entre niños ellas actúan con violencia, esto causa que
los menores transmitan lo que observan y se imposibilitan el desarrollo de
habilidades como la empatía.
El
equipo investigador, a partir de los datos obtenidos en esta investigación,
realizará talleres de acompañamiento para el manejo de conflictos y estrate=
gias
de comunicación asertiva, concordamos con lo planteado por González (2013)
quien señala:
La
mayoría de las personas piensa que nacemos comunicándonos. Sin embargo, si
comunicación significa “poner en común”, entender lo que la otra persona me
está diciendo, aprender a comunicarse es como aprender a caminar, a andar en
bicicleta, manejar un auto. Aprendemos que cuando nos comunicamos, tenemos =
un
impacto y este puede ser positivo o negativo. (s.p)
Conclusiones.
·
Respecto
a lo expuesto sobre los procesos de interacción entre madres e hijos al int=
erior
de un centro carcelario, se ha visto que estas dinámicas se ven determinada=
s,
en el caso de las madres, por los escenarios previos caracterizados por la
violencia en sus distintas manifestaciones. Tal como se ha visto las mujeres
provienen de entornos altamente hostiles y, por tanto, sus habilidades
comunicacionales están fragmentadas, lo cual entorpece procesos de interacc=
ión
adecuados con sus compañeras; la relación con sus hijos se caracteriza por =
la
sobreprotección, pese a ello el trabajo de campo también detectó acciones
interesantes manejadas por las madres de uno de los pabellones y en donde el
factor que las unió fue el bienestar de sus hijos/as. Una temática que deja
abierta la investigación y que no fue una dimensión de análisis es cómo el =
ser parte
de los procesos educativos, que ofrece el CRS a las mujeres, podría ser
generador de ciertas habilidades al momento de comunicarse.
·
Con
relación a los procesos de interacción de niños y niñas se pudo notar que el
lenguaje que se maneja en el CRS es interiorizado por ellos y es parte de su
vida cotidiana; además en muchos casos, no han desarrollado las habilidades=
que
requiere su edad, de tal manera que es complicado comunicarse con los sujet=
os
de su entorno. Un hallazgo importante es ver cómo sus procesos de interacci=
ón
cambian cuando están en la guardería y cuando están al cuidado de sus madre=
s;
además la interacción con los agentes penitenciarios es respetuosa e inclus=
o se
pudo evidenciar muestras de afecto.
·&nb=
sp;
Y
finalmente, las estrategias de apoyo son un requisito fundamental para que =
la
convivencia mejore, es necesario elaborar acciones de acompañamiento cuyo e=
je
sea la madre y su hijo/a, se podrían potencializar muchas características de
las mujeres, y de igual manera se podría aprovechar la motivación que gener=
a en
ellas sus hijos e hijas.
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style=3D'font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family:"Times New Roman",se=
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PARA CITAR EL ARTÍCULO INDEXA=
DO.
Cortes Morejón, M. E., Ortiz López, N. G.,
& Cabrera Martínez, L. Y. (2020). Procesos de interacción comunicaciona=
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niños y niñas cuya madre está privada de la libertad en el Centro de
Rehabilitación Social Femenino de Quito. Conciencia Digital, 3(4), 102-121. https://doi.o=
rg/10.33262/concienciadigital.v3i4.1429
El artículo que se public=
a es
de exclusiva responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan el
pensamiento de la Revista Concienc=
ia
Digital.
=
El
artículo queda en propiedad de la revista y, por tanto, su publicación parc=
ial
y/o total en otro medio tiene que ser autorizado por el director de la Revista Conciencia Digital.
[1] Universidad
Técnica de Cotopaxi, Facultad de Ciencias Humanas y Educación, Latacunga,
Ecuador, margarita.cortes0109@utc.edu.ec
[2] Universidad
Técnica de Cotopaxi, Facultad de Ciencias Humanas y Educación, Latacunga,
Ecuador, nathalie.ortiz3269@utc.edu.ec
[3] Universidad Técnica de Cotopaxi, Facultad de Ciencias
Humanas y Educación, Latacunga, Ecuador, lourdes.cabrera@utc.edu.ec
www.concienciadigital.org