Abstract &nbs=
p; &=
nbsp; DOI: https://doi=
.org/10.33262/concienciadigital.v3i1.1.1149
The initial nutritional status (INS) and the contr=
ol
of weight gain (WG) during the pregnancy are of vital importance, since its
alteration constitutes a risk factor for the development of maternal and fe=
tal
complications in the short, medium and long term. The objectives were to as=
sess
the pre-pregnancy and gestational nutritional status up to the twelfth week=
of
the women assisted at the Health Center No.3 of Loja, and estimate their WG=
per
quarter and establish the relationship of nutritional status and their WG. =
The
study is descriptive. The sample was of 92 pregnant women who met the inclu=
sion
criteria. Data was collected from WG curves and Body Mass Index (BMI) of the
Ministry of Public Health (MSP), contained in the medical records of pregna=
nt
women. After analyzing the information, it was obtained, an initial average
BMI(x ̃) of 25,28Kg/m2 (± 4.25DE), the population was divided i=
nto,
56.5% with normal INS, 28,3% overweight, 14,1% obesity and 1,1% underweight,
the WG at the end of the third quarter was normal at 44,6%, less than what =
was
recommended at 30,4% and excessive at 27,2%. It was found that there is no
significant difference (p>0.05) for the relationship between INS and WG =
at
the end of gestation. In conclusion, the initial BMI is not a predictor of =
the
final WG that the pregnant woman will achieve at the end of this process and
the alteration of this variable could be determined by other factors. =
Keywords: Body Mass Index, Pregnancy, Complication.
Resumen
El
estado nutricional inicial (ENI) y el control de la ganancia de peso (GP)
durante la gesta, son de vital importancia, ya que su alteración
constituye un factor de riesgo para el desarrollo de complicaciones materna=
s y
fetales a corto, mediano y largo plazo. Los objetivos fueron, valorar el es=
tado
nutricional pregestacional y gestacional hasta la doceava semana que presen=
tan
las mujeres atendidas en el Centro de Salud N°3 de Loja, estimar su GP =
por
trimestre y establecer la relación del estado nutricional y su GP. El
estudio es descriptivo. La muestra fue de 92 gestantes que cumplieron los
criterios de inclusión. Los datos se recogieron de las curvas de GP =
y de
Índice de Masa Corporal (IMC) del Ministerio de Salud Pública
(MSP) contenidas en las historias clínicas de las embarazadas. Luego=
de
analizar la información se obtuvo, un IMC inicial promedio(X ̃)=
de
25,28Kg/m2 (±4,25DE), la población se dividió en, 56,5%
con ENI normal, 28,3% sobrepeso, 14,1% obesidad y 1,1% infrapeso;
la GP al final del tercer trimestre fue normal en 44,6%, menor a lo recomen=
dado
en 30,4% y excesiva en 27,2%. Se
pudo constatar que no existe diferencia significativa (p>0,05) para la
relación entre el ENI y la GP al final de la gestación. En
conclusión el IMC inicial no es predictor de la GP final que
alcanzará la gestante a término de este proceso y la
alteración de esta variable podría estar determinada por otros
factores.
Palabras
Clave: Índice de Masa Corporal, Embar=
azo,
Complicación.
Introducción
&nb=
sp; El
estado nutricional de la mujer gestante antes y durante el embarazo constit=
uye
un factor determinante para su salud y la del feto, ya sea a lo largo de la
gestación, así como en etapas posteriores de la vida. Est&aac=
ute;
determinado por los hábitos maternos, y depende de la satisfacci&oac=
ute;n
de las necesidades adicionales, que demanda este proceso fisiológico,
así pues se traducirá en un incremento ponderal exitoso, exce=
sivo
o deficiente, al final de la gesta, mismo que de estar alterado generar&aac=
ute;
situaciones de riesgo para los dos seres (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), Organización Panamericana de la Salud (OP=
S),
2017)(Gramage, María, Asins, Álvarez,
& Aguirre, 2013).
Varios estudios a
nivel mundial han sabido demostrar que la ganancia ponderal inadecuada dura=
nte
este proceso, especialmente el exceso, se asocia con la retención de peso
materno luego del parto, lo que se perpetúa con la presencia de gest=
as
posteriores y contribuye a la prevalencia del sobrepeso y obesidad entre las
mujeres y al riesgo a largo plazo de enfermedades asociadas a esta
condición (Ronnberg, Ostlund, Fadl, Gottvall, & Nilsson, 2015)<=
!--[if supportFields]>, (Haugen et al., 2014), (Cheney, Berkemeier, Sim, Gordon, & Blac=
k,
2017), (Gilmore & Redman, 2015).
Así alrededor del mundo la nutrición inadec=
uada
constituye uno de los principales problemas de salud y la misma se ha visto
asociada al aumento de la mortalidad materna o neonatal desde varias déc=
adas atrás,
pues en África Subsahariana y Asia Centro Meridional y Sudoriental, =
una
crecida proporción de mujeres comienza el embarazo con un Índ=
ice
de Masa Corporal (IMC) superior a 30 Kg/m2, lo que entre otras c=
osas
denota un estado nutricional anormal y acrecienta el riesgo de complicacion=
es
como diabetes gestacional, productos con excesivo o bajo peso al nacer, rie=
sgo
aumentado de obesidad infantil e incremento anormal de peso materno,
acrecentando aún más el problema de obesidad y sobrepeso en la
población general, con todas las comorbilidades que aquello desencad=
ena (Organización Mundial de la Salud (OMS), 2014), (Fouelifack et al., 2015), (Choi, Park, & Shin, 2011).
En el orde=
n de
las ideas anteriores, en Valencia - España, datos de un estudio
efectuado a 473 participantes, demostró que el IMC promedio que
presentan las gestantes, antes de la semana 12, corresponde a 24Kg/m2<=
/sup>
(± 5DE). Es así que 12,7% del total corresponde a bajo peso,
53,7% normopeso, 23,3% sobrepeso y 10,4% obesid=
ad, lo
que demuestra un predominio del estado nutricional normal, sin embargo las
proporciones de sobrepeso y obesidad son elevadas para lo esperado y en su
defecto, el porcentaje de bajo peso es exagerado, considerando los esfuerzos
actuales de combatir la malnutrición (Gramage et al., 2013).
En un estudio de
cohortes retrospectivo realizado para examinar la tendencia en el aumento de
peso durante el embarazo, en Carolina del Norte, encontró que la
proporción de mujeres que gana peso gestacional excesivo (más=
de
18 Kg) aumentó de 15,5% a 19,5% en 5 años. (Muktabhant, Ta, Lumbiganon, & Laopaiboon,
2015)
Considerando las=
ideas
anteriores es que el reciente informe del Instituto de Medicina (OIM) resum=
e la
situación estableciend=
o que
las mujeres de hoy poseen mayor peso; por ende un mayor porcentaje de ellas
están iniciando el embarazo con alteraciones en la nutrición,
como sobrepeso y obesidad, y resultado de esto es el aumento ponderal exage=
rado
durante la gesta que al final solo conlleva a más problemas de salud=
. (Muktabhant et al., 2015)
Estas tendencias, en c=
uanto
a aumento ponderal en la gestación, varían de forma
significativa, mientras unas investigaciones aseguran que las mujeres obesas
tienden a ganar peso en exceso, otros estudios sugieren en cambio que la
ganancia de peso es mínima e incluso que existe pérdida ponde=
ral.
En una revisión retrospectiva realizada en Estados Unidos, se conclu=
yó
que 3,6% (12 de 328) del total de mujeres con obesidad, de una muestra de 2=
011
usuarias, perdieron peso, en comparación con el grupo de estado
nutricional normal (n=3D1227), y el de sobrepeso (n=3D456) donde el porcent=
aje de
incremento ponderal inadecuado alcanzó solo el 0,08% y el 0,2%
respectivamente. (Furber et al., 2013)
Por su par=
te, en
Latinoamérica, un estudio transversal realizado en Cartagena Colombi=
a,
con una muestra de 413 embarazadas, reportó que el estado nutriciona=
l es
normal solo en el 42,1% del total, es decir más de la mitad de gesta=
ntes
presenta alteraciones en la nutrición. (López Sáleme et al., 2012)
En contraste a
aquello, en un estudio realizado en Paraguay, con 75 participantes se
reportó que el 68%(n=3D51) de gestantes presenta un IMC inicial norm=
al, el
18,7% (n=3D14) obesidad y el 12%(n=3D9) bajo peso. Así tambié=
n se
hace referencia al IMC pregestacional promedio, mismo que alcanza valores d=
e 24
Kg/m2 (± 4DE) lo que denota una población en el ra=
ngo
de la normalidad, pero con una ligera tendencia al sobrepeso. (Mendoza, Pérez, & Sánches, 2010)
En Perú, =
otra
investigación llevada a cabo con 134 gestantes, revela datos diferen=
tes,
donde, el 1,5% (n=3D2) de la población estudiada presentó bajo
peso, el 49,3% (n=3D66) normopeso, el 32,1% (n=
=3D43)
sobrepeso y el 17,2% (n=3D23) obesidad. De igual manera se hace referencia =
al IMC
pregestacional y hasta el primer trimestre promedio, que en este caso fue de
25,79Kg/m2 (± 4,8DE) (Magallanes, Barazorda, Quispe, Robles, & Apaza, 2014)
En el orde=
n de
las ideas anteriores, en Ecuador el bajo peso materno ha disminuido en las
últimas dos décadas, pero la prevalencia de sobrepeso en este
grupo ha tenido un aumento constante, así lo evidencia el Sistema de
Vigilancia Alimentaria Nutricional (SISVAN) del Ministerio de Salud
Pública (MSP) del Ecuador, mismo que registra un total de 68 900 muj=
eres
con detección de su embarazo durante el año 2014, de las cual=
es
el 6,46% presentaron bajo pes=
o,
51,57% normopeso, 13,18% sobrepeso y el 28,78%
obesidad (Ministerio de Salud Pública (MSP), 2014)(Ministerio de Salud Pública (MSP) /
Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN), 2014a).
Así
también, en lo referente a ganancia de peso, reporta un total de 48 =
336
mujeres embarazadas registradas el mismo año, de las cuales el 36,78%
obtuvo una ganancia de peso al final de la gesta adecuado, el 18,87% excesi=
vo y
el 44,35% deficiente (Ministerio de Salud Pública (MSP) / Sistema de Vigilancia
Alimentaria y Nutricional (SISVAN), 2014b).
Continuando con =
la
idea anterior, en la provincia de Loja durante el año 2014 se regist=
ra 2
386 mujeres que acuden a consulta para iniciar el control de su embarazo,
obteniéndose que de aquellas, 5,07% presentó bajo peso, 55,53=
% normopeso, 9,89% obesidad y el 29,51% sobrepeso, as&i=
acute;
también se registran 2 248 gestantes a término, de las cuales=
el
41,68%(n=3D937) presentó un aumento ponderal al final de la gesta,
catalogado como deficiente, el 41,10% (n=3D924) obtuvo una ganancia de peso
normal y el 17,22% (n=3D387) =
un
aumento de peso excesivo (Ministerio de Salud Pública (MSP) / Sistema de Vigilancia
Alimentaria y Nutricional (SISVAN), 2014b) (Ministerio de Salud Pública (MSP) / Sistema de Vigilancia
Alimentaria y Nutricional (SISVAN), 2014a).
Por lo expuesto =
queda
claro que la normativa de ganancia ponderal durante el embarazo no ha sido
cumplida con éxito en años pasados, constituyéndose un
problema de salud para este grupo vulnerable, así mismo se observa q=
ue
el estado nutricional pregestacional tampoco se ha controlado, hecho
preocupante considerando su importancia para la prevención de
complicaciones durante y después del embarazo. A nivel local, m&aacu=
te;s
del 37% de los embarazos son no planificados, situación que es com&u=
acute;n
a muchos otros países, por ello es casi imposible realizar una
intervención previa sobre la nutrición, y las medidas por ende
deben orientarse hacia el aumento ponderal saludable (Soliz, 2013) (Ministerio de Salud Pública (MSP), 2014) (Chávez, Smeke, Rodríguez, Bermúdez, &
Restrepo, 2011), (Krukowski et al., 2016).
En el orden de lo
manifestado, es entonces responsabilidad del equipo de salud trabajar junto=
a
la mujer gestante para establecer una buena ganancia ponderal, que se enmar=
que
en las pautas establecidas a nivel nacional y se encamine a preservar en to=
do
momento el bienestar de ambos seres (Tarqui Mamani, Álvarez Dongo, & Gómez Guizado, 20=
14).
El MSP ha implementado
protocolos para el control de estas variables, y a partir de ello es que la
presente investigación se orienta a la evaluación de tales
parámetros, que aunque siendo modificables aún hoy, constituy=
en
un serio problema de salud. <=
/span>
Por lo citado y
después de efectuar una búsqueda de estudios actuales que
evalúen el presente problema de la mujer embarazada, se constat&oacu=
te;
que la información con respecto a esta temática en la localid=
ad
es escasa.
En este sentido y
tomando en cuenta los esfuerzos que se realizan en el país, con el f=
in
de asegurar el bienestar materno fetal, surgió la siguiente pregunta=
de
investigación, ¿Cómo es el estado nutricional y gananc=
ia
de peso durante el embarazo en mujeres que asisten al Centro de Salud N°=
;3
de la ciudad de Loja? <=
/span>
Y en base a aque=
lla,
se formuló el objetivo general: Determinar el estado nutricional y
ganancia de peso en gestantes atendidas en el Centro de Salud N° 3 de Loja, a través del cumplimiento de=
los
siguientes objetivos específicos: Valorar
el estado nutricional pregestacional y gestacional hasta la doceava semana =
que
presentan las mujeres atendidas en el Centro de Salud =
N°
3 de Loja; Estimar la ganancia de peso por trimestre en mujeres gestantes
atendidas en el Centro de Salud N°3 de Loja y Establecer la relaci&oacu=
te;n
del estado nutricional y la ganancia de peso de la mujer gestante.
Materiales y métodos <=
o:p>
&=
nbsp; Tipo
de estudio. El presente estudio es de tipo descriptivo,
transversal con enfoq=
ue
cuantitativo.
&=
nbsp; Unidad
de estudio. Mujer embarazada
=
Universo. Conformado por 406 mujeres embarazadas que acudiero=
n al
Centro de Salud N°3 de Loja durante el año 2016.
&=
nbsp; Muestra.
El tamaño de muestra fue de 92 mujeres embarazadas que acudieron al Centro de Salud N°3 de
Loja, durante el período enero - diciembre 2016.
Criterios de inclusión
-&nb=
sp;
Mujeres que detectaron su embarazo antes de las doce
semanas en el Centro de Salud N°3.
-&nb=
sp;
Gestantes que realizaron sus controles prenatales e=
n el
Centro de Salud N°3.
-&nb=
sp;
Gestantes que presentaron embarazo único y c=
on
cualquier tipo de paridad.
Criterios De Exclusión
-&nb=
sp;
Gestantes en cuyas carpetas no conste el registro de
datos en la curva de valoración de Índice Masa Corporal pre
gestacional y hasta el primer trimestre, así como el peso al final d=
el
tercer trimestre.
-&nb=
sp;
Gestantes que después del primer control no
hayan vuelto a consulta.
-&nb=
sp;
Gestantes que posean morbilidades previas a la
gestación.
Técnicas
e instrumentos de recolección de datos
Se realizó la
revisión de historias clínicas de mujeres gestantes cuyo emba=
razo
fue detectado durante el período enero-diciembre 2016 en el Centro de
Salud N°3 de la ciudad de Loja.
Para el cumplimiento de todos=
los
objetivos se utilizó como instrumento, la hoja de recolección=
de
datos, elaborada por las autoras en base a directrices previamente
establecidas. En esta constan datos de información general como edad en
años, edad gestacional al diagnóstico y número de hist=
oria
clínica, así como el peso, talla e Índice de Masa Corp=
oral
(IMC) iniciales, además del peso y la ganancia ponderal por trimestr=
es.
Durante la recolección de información, se registraron los
datos generales antes mencionados y luego parámetros como el peso en
kilogramos (Kg) y talla en metros (m), a partir de los cuales se calcul&oac=
ute;
el IMC, y así se estableció el estado nutricional inicial,
expresado como bajo peso (<18,5Kg/m2), normal (18,5 – 2=
4,9
Kg/m2), sobrepeso (25 – 30 Kg/m2) y obesidad
(>30 Kg/m2) según lo informa la Organización
Mundial de la Salud (OMS) y la Guía de Práctica Clínica
del Ministerio de Salud Pública (MSP) del Ecuador.
Luego se
procedió a revisar las hojas con las curvas de registro de ganancia =
de
peso del MSP, y se registró la ganancia ponderal total en Kg por
trimestre de gestación. Para propósitos del presente estudio =
se
consideró tres edades, es así que se valoró la gananci=
a de
peso a las 14, 28 y 39 semanas, este último valor considerado como p=
unto
medio del intervalo adecuado para el término de la gesta (37 a 42
semanas) ya que en su mayoría y por distintos factores este proceso
termina idealmente en este tiempo.
Los datos
obtenidos por las mujeres en este periodo fueron comparados con la ganancia
ponderal normal para su respectiva categoría según su IMC pre-gestacional y hasta el primer trimestre, tomando =
como
referencia lo establecido en la norma del MSP, considerando como normal lo
siguiente:
&nb=
sp;
Tabla 1
Ganancia de peso (Kg)
recomendada a la semana14, 28 y 39
del embarazo
|
IMC (Kg/m2)
|
Ganancia de peso recomendada al final de cada trimestre
|
|
Primero (Kg)
|
Segundo (Kg)
|
Tercero (Kg)
|
|
Bajo peso
|
2,7 a 2,9
|
8 a 11
|
12, 1 a 17,4
|
|
Normal
|
2 a 2,1
|
7,1 a 9,6
|
11,1 a 15,5
|
|
Sobrepeso
|
1,1 a 1,3
|
4,3 a 6,8
|
6,76 a 11,15
|
|
Obesidad
|
0,7 a 2,3
|
3,0 a 5,9
|
4,8 – 8,7
|
=
Fuente: Guía de
práctica Clínica del Ministerio de Salud Pública =
del Ecuador (Ministerio de Salud Pública
(MSP), 2014) página 67=
=
Por último se
estableció la relación entre el estado nutricional inicial, c=
on
la ganancia de peso al final del III trimestre a través de Chi2=
y
valor de p.
=
Resultados
&nbs=
p; El
promedio de Índice de Masa Corporal (IMC) pregestacional y hasta la
doceava semana, encontrado en la presente población durante este
período de tiempo fue de 25,28 Kg/m2 (±4,25DE).
&nbs=
p; Así
pues de las 92 mujeres que conformaron la muestra el 1,1% (n=3D1) presento =
bajo
peso, 56,5% (n=3D52) presentó peso normal, 23,3% (n=3D26) sobrepeso =
y 14,1%
(n=3D13) obesidad.
&nbs=
p; En
cuanto a la ganancia de peso se refiere, durante el primer trimestre el 16,=
3%
(n=3D15) obtuvieron una ganancia de peso normal, 73,9% (n=3D68) present&oac=
ute; una
ganancia ponderal menor a lo recomendado y el 9,8% (n=3D9) más de lo
esperado. Durante el segundo trimestre 29,3% (n=3D27) presento una ganancia
ponderal normal, 45,7% (n=3D42) menor a lo recomendado y el 25% (n=3D23) ma=
yor al
recomendado, por último y para el tercer trimestre el 38% (n=3D35)
presento una ganancia ponderal normal, el 30,4% (n=3D28) menor a lo recomen=
dado y
el 31,5% (n=3D29) más de lo recomendado.
&nbs=
p; Al
referirnos a la estimación de ganancia de peso por grupo nutricional=
, la
media (X) de peso para todos los grupos durante el primer trimestre, se
encontró alterada con tendencia a ser menor respeto a las
recomendaciones establecidas por el Ministerio de Salud Pública del
Ecuador (MSP). Para el segundo trimestre se presentó alterado s&oacu=
te;lo
en el grupo de normopeso, en las gestantes con =
bajo
peso, sobrepeso y obesidad se situó dentro de los rangos recomendados
por el MSP. Por último, durante el tercer trimestre aumento el
porcentaje de mujeres que obtuvieron una media de peso ideal, sin embargo e=
sta cifra
se presentó en menos de la mitad del total.
&nbs=
p; En
el orden de lo mencionado y como
punto final de esta
investigación, al relacionar el estado nutricional inicial con la
ganancia de peso al final del embarazo no se evidencia diferencia significa=
tiva
entre el grupo de mujeres con estado nutricional normal y aquellas con esta=
do
nutricional alterado ya que el valor de “p” es > 0,05; lo que
indica que el IMC inicial no es predictor de la ganancia ponderal que
alcanzará la mujer gestante al término de este proceso.
Discusión<=
/b>
Al estudiar la
relación entre el estado nutricional (EN) pregestacional y gestacion=
al
hasta la doceava semana, con la ganancia de peso (GP) total al final de la
gestación, no se encontró significancia estadística pa=
ra
la correspondencia entre ambas variables, es decir, el EN inicial, no deter=
mina
el aumento de peso que obtendrá la embarazada durante este proceso. =
Como
se ha mencionado, el Índice de Masa Corporal (IMC) de la mujer en ed=
ad
fértil, constituye un factor de vital importancia para el desarrollo=
y
resultado del posible embarazo, luego de constatar la realidad local, es bi=
en
sabido que la planificación previa, al momento de procrear no es
frecuente y por ende el consejo preconcepcional generalmente no es posible,
ocasionando gestas de alto riesgo, con todas las complicaciones que ello
conlleva (Ministerio de Salud
Pública (MSP), 2012).
En el orden de lo
mencionado, el presente trabajo pudo constatar que el IMC pregestacional y
gestacional hasta la doceava semana promedio para esta población, fu=
e de
25,28Kg/m2
(± 4,25DE) dato que es similar a lo reportado en Perú, donde
corresponde a 25,79Kg/m2 =
(±
4,8DE) (Magallanes et al., 2014), pero que se diferencia de los valores obtenidos
para países como, &Aacu=
te;frica
Subsahariana y Asia Centro Meridional y Sudoriental (30kg/m2), Valencia España (24Kg/m2± 5DE) y Pa=
raguay
(24Kg/m2 ± 4DE) (Mendoza et al., 2010), (Organización Mundial de la Salud (OMS), 2014), (Gramage et al., 2013).
En ese mismo sentido la población de la presente
investigación resultó dividida de la siguiente manera, 56,5%
presentó un EN preconcepcional y hasta la doceava semana normal, el
28,3% presentó sobrepeso, el 14,1% obesidad y el 1,1% bajo peso.
La información obtenida se parec=
e a
la de estudios realizados a nivel mundial, así tenemos el efectuado =
en
Valencia España, donde también existió predominio del =
EN
normal (53,7%), seguido de sob=
repeso
(23,3%) y de obesidad (10,4%), sin embargo, existió diferencia en las
cifras de bajo peso ya que en el presente estudio resulto mínimo,
mientras que en la citada población representó el 12,7%, dato
alarmante considerando los esfuerzos actuales de combatir la
desnutrición (Gramage et al., 2013).
Por su parte a n=
ivel latinoamericano
existen datos que contrastan con los obtenidos en esta investigación,
por un mayor porcentaje de mujeres con EN normal, encontramos así qu=
e en
Paraguay, un estudio realizado=
con
75 participantes reportó un 68% de gestantes enmarcadas en la normal=
idad,
18,7% con obesidad y 12% con bajo peso. En Costa Rica, por su parte, se
presentó un 64,4% con normopeso, el 16,7=
% con
bajo peso, el 7,8% sobrepeso y el 11,1% obesidad, lo que indica un predomin=
io
de la normalidad aunque las cifras de bajo peso son inadecuadas para lo
referido por las Encuestas de Demografía y Salud donde se menciona q=
ue
el porcentaje para esta condición, no debería ser mayor a 2% =
(Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), Organización Panamericana de la Salud (OP=
S),
2017), (Mendoza et al., 2010).
En el orden de l=
o ya
mencionado, los datos obtenidos para Cartagena Colombia, en cambio reportan=
una
proporción menor de normopesas (42,1%), =
de
igual manera en Perú, se revela solo el 49,3% de gestantes enmarcada=
s en
la normalidad, lo que denota claramente que más de la mitad de mujer=
es
gestantes presenta alteraciones en la nutrición, a diferencia de lo
obtenido en la presente investigación (López Sáleme et al., 2012).
Al mencionar la
localidad cabe destacar las cifras aportadas por el Sistema de Vigilancia
Alimentaria Nutricional (SISVAN) del Ministerio de Salud Pública (MS=
P)
del Ecuador para la provincia de Loja durante el año 2014, mismas que
registran un total de 2386 mujeres que acuden a consulta para iniciar el
control de su embarazo, obteniéndose datos que son similares a los d=
el
presente estudio en cuanto a la normalidad (55,53%), sobrepeso (29,51%) y
obesidad (9,89%), pero que contrastan con los reportados para el grupo de b=
ajo
peso (5,07%) donde la proporción es más elevada que la obteni=
da
actualmente (Ministerio de Salud Pública (MSP) / Sistema de Vigilancia
Alimentaria y Nutricional (SISVAN), 2014b).
Al hablar de la
ganancia ponderal durante la gestación, en nuestro estudio se pudo
observar que al final del primer trimestre independientemente del EN, fue e=
n su
mayoría deficiente, ya que esta condición representó a
más de la mitad de la población estudiada (73,9%, n=3D68).
Al referirse de =
forma
particular a cada grupo, la estimación de GP para el I trimestre en =
las
mujeres de bajo peso fue de -0,5Kg (±0 DE), cuando lo recomendado es=
de
2,7 a 2,9Kg, para las normopesas correspondi&oa=
cute;
a 0,65Kg (±2,04 DE), cuando lo establecido es de 2 a 2,1Kg, de la mi=
sma
forma las mujeres con sobrepeso ganaron como media 0,27Kg (± 1,97DE),
cuando lo normal es de 1,1 a 1,3Kg y por último siguiendo la tendenc=
ia
anterior las obesas obtuvieron un promedio de ganancia ponderal de -0,3Kg
(± 3,01DE) cuando su cifra ideal es de 0,7 a 2,3Kg. Como es evidente
más de la mitad de mujeres en cada grupo nutricional presenta
déficit de peso a esta edad gestacional, mismo que podría ser
justificado por el malestar propio de la gesta presente en el primer trimes=
tre,
representado por el vómito, así también las náu=
seas
que impiden una buena alimentación y tienden a detener la GP e inclu=
so a
ocasionar pérdida ponderal.
Los resultados
obtenidos para el segundo trimestre denotan como en el primer momento, un
déficit en el aumento ponderal, evidenciado en el 45,7% (n=3D42) del
total, sin embargo se puede observar que la proporción de mujeres con
valores de GP normal aumentaron, pasando de un 16,3% (n=3D15) en el I trime=
stre a
29,3%(n=3D27) en el segundo, de igual manera el porcentaje de aquellas con
ganancia excesiva de peso incrementó desde 9,8% (n=3D9) hacia un 25%
(n=3D23).
De forma
particular este cambio en la proporción se evidenció por la
estimación de GP, así pues las mujeres n=
ormopesas,
obtuvieron una media de 6,9Kg (± 2,9DE) cuando lo ideal es de 7,1 a
9,6Kg, a diferencia de las usuarias con bajo peso que aumentaron en
promedio10Kg (± 0DE), cifra dentro de los rangos establecidos (8 a 11
Kg), las de sobrepeso que obtuvieron 5,3Kg (± 3,13DE), peso
también adecuado (4,3 a 6,8Kg) y las obesas cuyo aumento de peso fue=
en
promedio de 4,6Kg (± 1,99DE) y que de igual manera se situaron dentr=
o de
los rangos recomendados (3 a 5,9Kg).
Como es evidente=
, las
cifras obtenidas en un primer momento de carácter desalentador, van
cambiando mientras transcurre la gesta, dejando atrás la falta ponde=
ral
y evolucionando a mejores resultados, debido en buena parte a que, el males=
tar
antes experimentado, para este segundo momento ya ha desaparecido en la may=
oría
de gestantes.
En el orden de l=
as
ideas anteriores, por su parte, los datos obtenidos para el final del tercer
trimestre, que para propósitos de este estudio se ha considerado com=
o la
semana 39 de gestación, arrojaron resultados un tanto desalentadores=
, ya
que se evidencia que menos de la mitad de gestantes, (44,6%, n=3D41), prese=
nta
una ganancia ponderal adecuada, el porcentaje restante que en conjunto
corresponde a más de la mitad de la población, presenta un
aumento de peso anormal, ya sea por exceso, 27,2% (n=3D25), o por
déficit, 30,4% (n=3D28=
).
Los datos aqu&ia=
cute;
obtenidos se asemejan a lo reportado en países latinoamericanos como
Costa Rica, donde se informa que el porcentaje de aumento ponderal adecuado=
a
esta edad gestacional, es solo del 41,7%, representando menos de la mitad d=
e la
población estudiada y los valores de déficit (35%) y exceso (=
23,2
%) en conjunto corresponden a más de la mitad de las gestantes; de i=
gual
manera esta realidad se refleja en Perú donde el 40,9% presenta una
ganancia normal, mientras que más de la mitad (59,1%) presenta una
aumento ponderal inadecuado, lo que se traduce en preocupación y den=
ota
un signo de alerta por las comorbilidades a las que este tipo de alteracion=
es
conlleva o puede desencadenar (Apaza, 2015)<=
/a>,
(Magallanes et al., 2=
014).
Contrario a lo ya
mencionado los resultados del presente estudio y lo citado para país=
es
latinoamericanos no concuerda con la realidad a nivel mundial, así
tenemos lo reportado para Europa, donde solo del 20 a 40% de las mujeres
gestantes poseen un aumento ponderal anormal, el resto de la població=
;n,
correspondiente al 60%, presentan una GP normal; así mismo esta lo
encontrado en Carolina del Norte donde la proporción de alteraciones=
en
la GP es muy baja (19,5%) (Muktabhant et al., 2=
015)
y lo citado para Aragón España donde se informa que el 55,1% =
de
la población estudiada obtiene una GP adecuada (Ramon, Abadia, &
Gomez, 2017).
Es preciso menci=
onar
también las cifras reportadas por el SISVAN para la provincia de Loja
durante el año 2014, donde se
registraron 2 248 gestantes a término, de las cuales el 41,68%
presentó un aumento ponderal al final de la gesta catalogado como
deficiente, el 41,10% obtuvo una GP normal y el 17,22% un aumento de peso excesivo, lo que
claramente es similar a lo encontrado en la actualidad, dato a recalcar
considerando que aunque esta situación ha sido conocida en añ=
os
pasados, aún continua ocasionando problema (Ministerio de Salud Pública (MSP) / Sistema de Vigilancia
Alimentaria y Nutricional (SISVAN), 2014a).
Continuando las =
ideas
anteriores y de forma específica en cada grupo nutricional, las muje=
res
que iniciaron con bajo peso, al final del III trimestre, ganaron un promedi=
o de
15Kg (± 0DE) rango dentro de los límites establecidos por el =
MSP
(12,5 a 18 Kg), así mismo los demás grupos se encontraron den=
tro
de los rangos establecidos, las normopesas aume=
ntaron
12,2Kg (± 3,6DE) y lo ideal corresponde de 11,5 a 16Kg, las de sobre=
peso
10,3Kg (± 3,6DE) cuando lo normal es de 7 a 11,5Kg y las obesas que
ganaron un estimado de 8,4Kg (± 2,7DE) cuando lo óptimo es de=
5 a
9Kg.
Por últim=
o y en
el orden de desarrollo del presente trabajo, al evaluar la posible
relación entre el EN inicial y la ganancia ponderal final se ha
constatado que no existe significancia estadística (p < 0,05) par=
a la
relación propuesta, es decir, las gestantes del presente estudio,
ganaron peso independientemente de su IMC inicial. Esta situación
contrasta con algunos estudios realizados a nivel mundial donde se expone u=
na
relación entre ambas variables, citando que las mujeres con sobrepes=
o y
obesidad tienden a ganar peso en exceso, mientras que aquellas con bajo peso
casi siempre presentan una ganancia ponderal insuficiente (Ortiz Andrellucchi et
al., 2014).
Así mismo=
un
estudio realizado en España sobre una muestra de 301 mujeres pudo
constatar que el IMC es un factor predictor de la GP gestacional, estableci=
endo
por su parte que las mujeres con sobrepeso u obesidad ganarán menos =
peso
durante la gestación (p<0,01) y aquellas con bajo peso lo
harán en exceso (Ramon et al., 2017)<=
/span>,
esta asociación es citada también en otro estudio llevado a c=
abo
en Canadá donde se estableció que el IMC previo al embarazo e=
s un
predictor significativo del aumento de peso excesivo durante la gesta, datos
que de igual manera van en contra de lo obtenido en la presente
investigación (Begum, Colman, McCar=
gar,
& Bell, 2012).
A diferencia de =
lo
mencionado, también existen investigaciones =
como
la realizada en Suecia, donde al igual que en el presente estudio, se desca=
rta
esta relación, ya que, del total de participantes, solo el 20% de las
embarazadas con obesidad y el 30% de las mujeres con sobrepeso ganaron peso=
de
forma inadecuada, el resto se enmarcó en la normalidad, de la misma
forma se concluye en este misma investigación que el inicio del emba=
razo
con un EN normal no es circunstancia para terminar la gesta en las mismas
condiciones, ya que al contrario de lo que se esperaba el 30% de participan=
tes
con IMC adecuado ganaron m&aa=
cute;s
de lo que debían, lo que claramente descarta una predisposició=
;n
obligada a fracasar o tener éxito, según el EN inicial (Muktabhant et al., 2=
015).
=
Asi mismo
un estudio realizado en Sydney Australia
indicó en sus resultados que el riesgo de consecuencias adversas al
final de la gesta asociadas a una ganancia ponderal inadecuada es independi=
ente
al IMC previo al embarazo (Cheney et al., 2017) (Choi et al., 2011).
En orden de lo
mencionado una revisión retrospectiva realizada en Estados Unidos,
mostró también la falta de asociación entre ambas
variables ya que se constató que el 3,6% del total de mujeres con
obesidad, no sólo no ganó el peso que le correspondía =
sino
que se presentó con pérdida ponderal, lo que ocurrió
también para las de EN normal y con sobrepeso en quienes se
reportó aumento ponderal inadecuado con tendencia al déficit
(0,08% y el 0,2% respectivamente) (Furber et al., 2013).
Como puede obser=
varse,
el EN inicial de la mujer gestante no influye sobre la ganancia ponderal qu=
e la
misma terminará obteniendo, por ende el aumento de peso anormal dura=
nte
este proceso, no constituye una situación inmutable, si no que al
contrario puede ser modificada, es allí donde la excelencia de los
servicios de salud y una buena atención primaria deben salir a flote,
otorgando a la mujer en edad reproductiva y a aquella con una gesta estable=
cida
en etapas tempranas, pautas y la educación adecuada con respecto al
mantenimiento del proceso fisiológico que constituye el embarazo,
dejando claro que el mismo no debe convertirse en una excusa, ni para la
indulgencia alimentaria incontrolada, ni para el control excesivo por miedo=
a
perder la figura, sólo así se podrá cambiar el porcent=
aje
de patologías como sobrepeso, obesidad y desnutrición, tanto =
de
la madre como del producto, así como complicaciones que obliguen a
realizar procedimientos que de otra forma no se llevarían a cabo, co=
mo
cesáreas por fetos macrosómicos o que aumentan el riesgo de
comorbilidades como diabetes gestacional o preeclampsia.
En ese sentido es también importante entender que =
el
presente problema requiere un abordaje completo e integral, a la mujer
gestante. Así mismo se hace hincapié en el valor que tienen l=
os
controles prenatales, sobre este grupo, mismos que deberían contar c=
on
el tiempo y espacios necesarios, caracterizados por calidad, y que orienten=
a
la madre a desarrollar una gesta de bajo riesgo concientizando en ella y en=
su
familia buenos hábitos de nutrición, lo que contribuirá=
; a
disminuir los problemas en este ámbito que en la actualidad se
encuentran en auge (Coronel, Nazca, & Morocho, 2013), (Fealy et al., 2017), (American College of Obstetricians and
Gynecologists (ACOG), 2013).
Para terminar, es importante tomar en cuenta,=
que
queda aún mucho por determinar, ya que como se logró demostra=
r,
en esta población la GP inadecuada se presenta en más de la m=
itad
de gestantes, ya sea por exceso o por déficit, esto nos lleva a dejar
como interrogante las causas que podrían estar influyendo o determin=
ando
las alteraciones en la nutrición de la mujer gestante, como el
número y duración de los controles prenatales, escolaridad de=
la
madre, lugar de residencia, factor socioeconómico o creencias
culturales. Pues solo así, localizando el origen del problema es que=
se
podrá prevenir, solucionar o al menos disminuir el mismo en el futur=
o (Deputy, Sharma, Kim, & Hinkle, 2015). =
&nb=
sp;
Conclusiones<=
o:p>
Más de =
la
mitad de las gestantes presentó un estado nutricional inicial enmarc=
ado
en la normalidad, sin embargo, el resto de embarazadas que también
representaron un porcentaje considerable se encontraron malnutridas con
alteraciones tipo obesidad, sobrepeso y lo que es aún más
preocupante bajo peso. <=
/o:p>
Independientem=
ente
del estado nutricional inicial, la ganancia de peso al final del I trimestre
fue menor a la recomendada en más de la mitad de gestantes; al final=
izar
el II trimestre la tendencia hacia la normalidad mejoró, sin embargo=
la
proporción de embarazadas con aumento de peso menor al recomendado
continuó representando a la mayoría; por último, al fi=
nal
del III trimestre, el porcentaje de gestantes con incremento ponderal adecu=
ado
aumentó, pese a ello, las alteraciones primaron, denotando que
más de la mitad de embarazadas no cumplió con la norma de
ganancia de peso establecida por el Ministerio de Salud Pública (MSP=
) al
finalizar la gesta.
La
asociación del estado nutricional pregestacional y gestacional hasta=
la
doceava semana y la ganancia de peso al final de la gestación, no
presentó significancia estadística, es decir, el estado
nutricional inicial no es predictor del peso que aumentará la mujer
embarazada al final de este proceso.
Agradecimiento
Al térm=
ino
de esta investigación dejo constancia de mi agradecimiento a la
Universidad Nacional de Loja, de manera especial a la carrera de Medicina, =
en
cuyas aulas se llevó a acabo mi
formación tanto académica como humanística.
A la Dra. Mar&iac=
ute;a
de los Ángeles Sánchez Tapia, que en calidad de directora de
tesis me dirigió con su experiencia profesional, disponibilidad, apo=
yo y
confianza en todo momento y al Dr. Amable Bermeo por su guía para el
enfoque del presente trabajo.
A quienes autoriz=
aron
los permisos respectivos para la obtención de la información
presentada en este trabajo, Dirección Distrital 11D01 Loja Salud y el
Centro de Salud N°3 de la ciudad de Loja.
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