MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01D5852D.43EAC6E0" Este documento es una página web de un solo archivo, también conocido como "archivo de almacenamiento web". Si está viendo este mensaje, su explorador o editor no admite archivos de almacenamiento web. Descargue un explorador que admita este tipo de archivos. ------=_NextPart_01D5852D.43EAC6E0 Content-Location: file:///C:/F326D1F4/08TextodelarticuloVol3.4.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="windows-1252"
The support of the
Tics in the pedagogical processes of the schools of the city of Ventanas-Ecuador
Christian Rive=
ra
García. [1], =
Elizabeth
De Mora Litardo.[2]=
span>
Recibido:
01-07-2019 / Revisado: 25-07-2019 /Aceptado: 04-09-2019/ Publicado: 05-10-2=
019
The
information and communication technology tools, expand the possibilities of
learning in the digital human being, would seem a contradiction when we say
digital human being, but the influence of the educational technological
resources on teachers and students of the level of basic and high school
education is questionable by the infinite information that can be collected=
and
how it is used. The complex framework of the digital superstructure minimiz=
es
the academic behavior of the teaching-learning process becomes the programm=
atic
trend of the national education system in some geographical points of the
coastal region, the influence of technologies in the city schools pea de Ventanas, province of Los Ríos, is the main objective=
of
this research, the training processes are fragmented by the limited flow of
electrical energy that imperfect the use of infrastructure for state-of-the=
-art
equipment, problems that delay the work of the teacher These circumstances
motivate teachers to create complementary strategies to include in their
teaching spaces technological exploitation plans, to minimize digital needs=
in
students, a project that improved the access to horizontal knowledge of
Ecuadorian children and adolescents. The digital possibilities are perfected
with the automation in the use of the equipment and take advantage of the
discovery of new ways of innovating, linking the needs of the priority
attention groups to the new globalized contexts of problematic inter and
intra-group population solution, increasing the possibilities of cognitive,
cognitive and metacognitive development of secondary education institutions=
in
this area of the country. The Tic support the rapid flow of
information in its updating, planning, organization and research methodolog=
ical
challenge in the performance of the teacher and the student by shortening t=
he
scientific processes: inductive, deductive, analytical, synthetic, among
others, that science requires for its global takeoff.
Resumen.
Las
herramientas tecnologías de información y comunicación, amplían las
posibilidades de aprendizaje en el ser humano digital, parecería una
contradicción cuando decimos ser humano digital, pero la influencia de los
recursos tecnológicos educativos sobre profesores y estudiantes del nivel de
educación básica y bachillerato es cuestionable por la infinita información=
que
se puede recabar y como se utiliza. El complejo entramado de la superestruc=
tura
digital, minimiza el comportamiento académico del proceso enseñanza-aprendi=
zaje
se vuelve aprovechamiento tendencial programático del sistema de enseñanza
nacional en algunos puntos geográficos de la región litoral, la influencia =
de
las tecnologías en el pea de los colegios de la ciudad de Ventanas, provinc=
ia
de Los Ríos, es el objetivo principal de esta investigación, los procesos
formativos se fragmentan por el limitado fluido de energía eléctrica que
imperfeccionan el uso de la infraestructura para los equipos con tecnología=
de
punta, problemas que retrasan la labor del docente estas circunstancias mot=
ivan
a los docentes a crear estrategias complementarias para incluir en sus espa=
cios
docentes planes de aprovechamiento tecnológico, para minimizar las necesida=
des
digitales en los alumnos, proyecto que mejoró sine qua non el acceso al
conocimiento horizontal de niños, niñas y adolescentes ecuatorianos. Las
posibilidades digitales se perfeccionan con la automatización en el uso de =
los
equipos y se aprovecha en el descubrimiento de nuevas formas de innovar,
vinculando las necesidades de los grupos de atención prioritaria a los nuev=
os
contextos globalizados de solución problemática inter e intra grupal
poblacional, aumentando las posibilidades del desarrollo cognitivo,
cognoscitivo y metacognitivo de las instituciones de educación media en esta
zona del país. Las Tic apoyan el flujo rápido de la información en su
actualización, planeación, organización y desafío metodológico investigativ=
o en
el desempeño del profesor y el alumno acortando los procesos científicos:
inductivos, deductivos, analíticos, sintéticos, entre otros, que requiere la
ciencia para su despegue global.
Palabras claves: TIC, Procesos de Enseñanza,
Aprendizaje, Herramientas Tecnológicas.
Intro=
ducción.
Los
nuevos enfoques globalizadores de información y comunicación acercan
problemáticas y soluciones al unísono de necesidades coyunturales dentro de=
la
población mundial, estas brechas cada vez son menos invisibles por las
tendencias y megatendencias educativas que prop=
onen
cambios sustanciales y definitorios en algunos casos inalcanzables por
diferentes situaciones ambientales, políticas, culturales, sociales y menta=
les
peyorativas dentro de gobernanzas contemporáneas.
Los cambios radicales asimilados por las revoluciones cognitivas, cibernéticas, biológicas y del micro mundo físico, postulan al Ecuador a ser miembro vitalicio de la revolución cultural mundial, que marcha en concordancia con= la bandera de lucha Latinoamérica subdesarrollo tecnológico. La premura de caducidad en abordajes conceptuales mejora la investigación, los logros de aprendizajes y la calidad de la educación, privilegiando el uso de las tecnologías de la información y comunicación en las instituciones educativas, la estrecha relación hombre conocimiento proporciona nuevos esquemas de enseñanza, oportunidades únicas= en este nuevo milenio, las aulas cuentan con pizarrones inteligentes anclados a redes de internet banda ancha, asumiendo el control de una tablet gigante p= or el docente para el disfrute de las tics en similitud de contemporaneidad. <= o:p>
La
revisión bibliográfica condujo a diferentes experiencias realizadas en otros
contextos:
en la Universidad del Tolima, Colombia, en el año 2010, Ever
Tique Girón realizó una investigación como tesis para optar al título de
Magíster en Educación bajo el título “Estado actual de la aplicación de las=
TIC
en la educación media en las zonas rurales del Municipio de Ibagué”.
En
este estudio se hizo un abordaje del uso de las TIC en los procesos de ense=
ñanza-aprendizaje,
teniendo en cuenta que las herramientas tecnológicas se utilizan para difun=
dir
información, generar nuevos conocimientos y brindar nuevas estrategias, ámb=
itos
y procesos metodológicos en la formación de los individuos.
Otra investigación
titulada “Hacia la construcción de dos casos para iniciar una comprensión y=
una
medición del impacto de las TIC en la relación profesor-estudiante” (Osorio,
2011) muestra la influencia que tienen la inclusión de las TIC en la relaci=
ón
entre los principales actores del proceso de enseñanza-aprendizaje
(profesor-estudiante). Se evidencia el hecho que la sola incorporación de l=
as
TIC no basta si el uso que se les da no es el apropiado, por esta razón se =
da
gran importancia a la preparación de los educadores en cuanto a este tema, =
este
trabajo revela el cambio que se podría producir al integrar las herramientas
tecnológicas al proceso educativo es la transformación de roles profesor gu=
ía y
apoyo y estudiante activo e involucrado en su propio proceso de aprendizaje=
, lo
relevante es la idea de inclusión de tecnologías trae consigo cambios
necesarios como la formación permanente del docente para el éxito académico=
.
Dussel y Quevedo (201=
0)
dentro del VI Foro Latinoamericano de Educación presentaron un trabajo que =
fue
recogido por la OEI a través de la Fundación Santillana en el que analizan =
cuál
es la situación del sistema educativo en relación con la expansión de las
nuevas tecnologías, y cómo se está respondiendo a los desafíos pedagógicos,
sociales y culturales que estas presentan. Dos grandes preocupaciones
organizaron este análisis, que estuvo centrada sobre todo en el caso argent=
ino,
aun cuando contenga debates y análisis que pueden ser válidos para toda la
región. La primera preocupación tiene que ver con reducir la brecha entre
sectores sociales y entre generaciones en el acceso y el uso que se hace de=
las
nuevas tecnologías, se enmarcan, entre otras cosas, las políticas de
equipamiento y conectividad, los programas de una computadora por niño o los
planes que apuntan a la adquisición de competencia para el uso de las TIC.
Datos recientes del sistema educativo argentino, así como de otros países d=
e la
región, muestran avances muy importantes en esta dirección. Sin embargo, el
mapa de la conectividad muestra que todavía restan pasos importantes para
garantizar el acceso a los sectores más postergados de la población, por
razones socioeconómicas que limitan el acceso, por su localización geográfi=
ca
coloca fuera del alcance del actual mapa de conectividad. La segunda
preocupación se relaciona con los desafíos pedagógicos que implica la
introducción de nuevas tecnologías en las escuelas, en términos de las
transformaciones del espacio y del tiempo que imponen, la reorganización de=
los
saberes y las relaciones de autoridad en el aula. La escuela es una institu=
ción
basada en el conocimiento disciplinar y en una configuración del saber y de=
la
autoridad previa a las nuevas tecnologías, más estructurada, menos explorat=
oria
y sometida a criterios de evaluación comunes y estandarizados. Por otro lad=
o,
las nuevas tecnologías y su lógica de consumo parecen funcionar sobre la ba=
se
de la personalización, la seducción y el compromiso personal y emocional, y=
lo
hacen siempre con dinámica y velocidad que entran en colisión con los propó=
sitos
y “tiempos” de la enseñanza-aprendizaje de la escuela. Estas características
implican desafíos muy concretos sobre cómo, dónde, cuándo y quiénes se harán
cargo de la introducción de estas nuevas tecnologías en el aula, porque se
trata de dos lógicas y modos de configuración del conocimiento muy diferent=
es.
No estamos ante un problema de inversión sino también ante una mutación
simbólica y cultural que involucra las bases sobre las que se construye la
institución escolar.
En los procesos
investigativos, sus actores deben tomar una posición epistemológica que
explique la óptica de visualización a procesos y a objetivos investigativos=
.
Es el surgimiento del
materialismo dialéctico e histórico, en el siglo XIX de nuestra era cuando =
se
le da una explicación científica a la realidad y se toma como punto fundame=
ntal
al cambio y al movimiento de las cosas como el eje de su desarrollo. El
materialismo dialéctico afirma, entonces, que nada está estático como lo
sostenía la metafísica, sino que todo está en permanente cambio, en permane=
nte
transformación lo cual produce un movimiento incesante de la realidad, sea =
ésta
natural o social, la concepción de que los seres humanos nos vemos atravesa=
dos
por estas tecnologías de diferente manera. Por ejemplo, los adultos que
fluctuamos por sobre los 40 años de edad estamos, de alguna manera,
estigmatizados por los teóricos de las tecnologías como los “migrantes
digitales” en la medida en que debemos migrar hacia las tecnologías de la
información y la comunicación, en muchos casos, a fuerza de nuestra volunta=
d,
de otro modo nos convertiríamos en chatarras humanas. Paralelo a esta
concepción está la de los jóvenes menores a las cuatro décadas a las que se=
los
ha catalogado como los “nativos digitales” porque ellos, prácticamente, nac=
en
en medio de estas tecnologías. No es nada extraño ver cómo los infantes
aprenden a utilizar estas herramientas con mucha facilidad.
Este sencillo caso
evidencia que las tecnologías inciden en la población, los cambios, el
desarrollo y el movimiento, en muchas ocasiones ni siquiera nos permite
visualizar lo que nos depara el futuro en este campo del saber humano que
fundamento nuevos estudios en la, mecatrónica, robótica y en la neurociencia
como la implantación de miembros o extremidades que funcionan con órdenes
emanadas del cerebro humano. La historia del desarrollo de las tecnologías =
de
la información y la comunicación nos da cuenta que su desarrollo significat=
ivo
se produce desde los años 80s, con la creación y continuo desarrollo del
computador personal se ha conseguido que se incorporen nuevos entornos como=
la
internet con sus herramientas colaborativas y la movilidad de los celulares,
los cuales, evidentemente, han transformado los estilos de vida, pues en la
nueva sociedad (del conocimiento, de la información, del aprendizaje) se
coexiste con el reto que representa el saber usarlos en los diferentes aspe=
ctos
de la vida.
A lo
largo de la historia los seres humanos han empleado diversos recursos para
comunicarse, desde lo más primitivo como eran las señales de humo hasta los
aparatos más sofisticados que hoy vemos en el conglomerado social. De acuer=
do a
Andrés Treloar (1997), estos recursos pueden
clasificarse en tres grupos. En el primer grupo se encuentran las tecnologí=
as
“blandas”, las mismas que no se refieren a mecanismos electrónicos como tal,
sino al trabajo de la mente de las personas que procesan la información. Al
segundo grupo pertenecen las tecnologías “firmes”, las cuales no son tan
poderosas como las del tercer grupo, pero ya tienen cierto poder, como el p=
apel
y el lápiz. Y, al tercer grupo se incorporan las tecnologías “duras” como el
computador, el internet, entre otras, que son tan importantes en la sociedad
actual. Las TIC forman parte de este tercer grupo y son consideradas como l=
as
tecnologías que se usan para almacenar, manipular, distribuir o crear cualq=
uier
tipo de información. Cuando hablamos de las Tecnologías de la Información y=
la
Comunicación nos referimos a la informática, las telecomunicaciones y la
tecnología audiovisual. En la primera se ubican la computadora, el software=
, la
multimedia, los discos compactos y las bases de datos. En las segundas tene=
mos
a la televisión, las teleconferencias, la red, la web o internet (con todas=
sus
posibilidades) y la radio. En la tecnología audiovisual tenemos a los video=
s en
sus diversos formatos. Todas estas tecnologías están generando una revoluci=
ón
tecnológica importante, esto ha creado una nueva línea que es la sociedad en
red, en esta sociedad la interacción social ocurre mediada por las computad=
oras
y el internet. Notamos características fundamentales: las flexibilidades en=
los
procesos de red son reversibles, que pueden ser reorganizados según las
necesidades de los individuos y, además, pueden ser actualizados
constantemente, y la interdependencia, que las tecnologías dependen de las
computadoras y de una gama de software que las hacen funcionar. Esto va
favoreciendo el desarrollo de un nuevo modo de generar el conocimiento y de
procesarlo con tecnologías como las máquinas de fax, los teléfonos móviles,=
los
sistemas satelitales, la fibra óptica, entre otros. Estas tecnologías han
tenido un gran impacto que puede ser visto en diferentes escenarios han
permitido transmitir la información rápidamente alrededor del mundo,
proporcionado diferentes dispositivos que aumentan la capacidad de almacena=
je
de la información y han dado diferentes medios de almacenamiento para que la
gente pueda obtener y analizar la información que recibe.
Este
nuevo manejo de la información produce tres fases: la fase de recolección, =
las
personas recogen toda la información que necesita para determinado propósit=
o;
esta información sin procesar será obtenida a través de recursos en diferen=
tes
medios y la información una vez reunida será archivada gracias a las
tecnologías que permiten recuperar y almacenar todos los datos y la
información, la fase de análisis, cada persona toma la información recolect=
ada,
la selecciona y analiza para ver cuál es la más adecuada o útil para cumpli=
r su
propósito y la fase de comunicación, que consiste en la transmisión de la
información procesada a otros usuarios cuando sea solicitada o necesaria, fases importante para la red y la información, puede ser encontrada en el
proceso de selección y luego se la pueda comunicar a otras personas.
Una
contribución importante que las TIC es el acceso más fácil y rápido a toda
clase de información sobre cualquier tema, en cualquier formato (textual,
gráfico, sonoro) a través de la televisión, la internet o en CD/DVD. Graells
(2000) afirma que las TIC proporcionan diferentes instrumentos para crear,
organizar y procesar la información de manera rápida y confiable, como por
ejemplo las hojas de cálculo, las bases de datos, phot=
oshop,
entre otros. Manifiesta, además, que las TIC tienen disponibles diferentes
canales de comunicación que permiten difundir información y ponerse en cont=
acto
con otras personas o instituciones a través de la web, el correo electrónic=
o,
chat, video conferencias, entre otros. Finalmente, resaltamos otra aseverac=
ión
del autor citado quien continúa diciendo que gracias a las TIC es posible un
mayor almacenaje de información mediante diferentes y apropiados dispositiv=
os
que van desde el disco flexible (sustituido por las memorias USB) pasando p=
or los
discos compactos y DVD’s hasta llegar a la nube,
tener mucha información digitalizada y almacenada en medios magnéticos y
electrónicos favorece, incluso, el futuro de las nuevas generaciones al
preservar el medio ambiente ante la demanda del papel que es un derivado del
árbol, aportando en la reducción de la contaminación del medio ambiente por
efectos de la presencia de tanto papel obsoleto que acumula bacterias, hong=
os y
otras sustancias contaminantes para la salud humana en particular, la web
permite tener acceso a diferentes herramientas que el internet proporciona =
para
promover la comunicación como las páginas webs o sitios, el correo electrón=
ico,
los foros y listas de discusión, los portales, las salas de chat, la mensaj=
ería
instantánea, y, actualmente, los servicios de alojamiento, entre otros, est=
as
herramientas desarrolladas en internet y el nuevo modelo de conocimiento
generado por las tecnologías de la información han generado diversos impact=
os
sobre la sociedad. Uno de ellos está dado por las herramientas que se emple=
an
para crear nuevos conocimientos, hecho que no es igual a lo que antes ocurr=
ía.
Estas herramientas nos aproximan al conocimiento de manera visual, auditiva=
a
diversos puntos de vista sobre un tema en particular dejando al lector la l=
ibre
oportunidad para que genere sus propias opiniones al respecto. Otro impacto,
los miembros de la sociedad han cambiado su modo de relacionarse entre sí, =
las
condiciones de espacio-tiempo han sido transformadas porque una vez que est=
as
tecnologías han presentado la información y la han subido al cyber espacio, las personas no tienen la necesidad de
encontrarse en un espacio y tiempo específico para socializarla. Esto se ve=
con
mayor énfasis a la vida social a través de las llamadas redes sociales impu=
lsa
las comunidades virtuales, como ventajas en las instituciones, los gobierno=
s,
los negocios, los medios de comunicación y organizaciones educativas que han
producido las TIC, mejorando la manera de cumplimiento en las tareas y
objetivos. Los procesos gubernamentales apoyan su gestión en las nuevas
tecnologías para mejorar el servicio a los ciudadanos. Con respecto al mund=
o de
los negocios el papel más importante de las tecnologías de la información y=
la
comunicación es que proporciona una ventaja comercial. El diseño asistido p=
or
el computador, las bases de datos, las hojas de cálculo, entre otros, les
permiten una mejor organización, almacenamiento y sistematización de la
información que es importante para ellas a través de software, bases de dat=
os,
que sin duda hacen se cuente con un soporte de la información. Estas
tecnologías permiten monitorear cómo el negocio está marchando y los
propietarios pueden localizar lo que no está funcionado apropiadamente en la
empresa. Además, por Internet, empresas pequeñas y medianas pueden presenta=
r,
promover y vender sus productos, lo que aumenta ingresos y ventas. (Meadowcroft, 2001 y Lara et al., 2003).
En =
los
medios de comunicación, gracias a los mejoramientos de las tecnologías de la
información y la comunicación como Internet y la televisión satelital, much=
as
personas en el mundo entero pueden tener acceso a diferente información que=
les
permite conocer puntos de vista de cualquier asunto, las personas pueden le=
er o
ver las noticias para percibir un conflicto y cuál es su posición frente a
ello. También, se puede cargar o publicar en la red información haciéndola
accesible a todo el mundo. Aunque las TIC hayan tenido numerosas ventajas e=
n la
sociedad, también han tenido algunas desventajas. Una de éstas es la veraci=
dad
de la información. Aunque Internet sea conocida como una gran fuente de
información, mucha de la información encontrada en la red no es completamen=
te
verdadera o confiable. Internet, como un instrumento que está disponible pa=
ra
muchas personas, permite crear su propio lugar donde puedan publicar la
información que quieran y en cualquier formato sin ninguna restricción. Sin
embargo, teniendo esta libertad de publicar la información, según lo plantea
Castells (2001) podría presentarse un problema de credibilidad, es importan=
te
analizar la información para decidir si es útil y confiable, las TIC provoc=
an
codependencia y dependencia (Graells, 2000). Aunque las TIC sean considerad=
as
un nuevo instrumento, que ayuda a las personas a hacer o a mediar la mayorí=
a de
sus actividades, su continuo uso limita y disminuye el pensamiento crítico y
reflexivo minimizando el contacto con libros físicos, esta situación puede =
ser
ejemplificada por el caso de los actuales estudiantes. Si tienen que hacer =
un
trabajo, sus primeras y casi únicas fuentes de información son consultadas =
en
Internet, y la ecuación es internet diez otros cero. Se podría pensar que
dentro de las desventajas está la brecha tecnológica, que crea la exclusión
social entre los países, que tecnológicamente son avanzados y los países qu=
e no
lo son, entre los países que tienen un alto nivel educativo y los analfabet=
os y
entre la gente rica y la gente pobre en cuanto a tecnologías (Lara, et al.,=
2003).
Esta brecha está provocando que quienes no tienen acceso a las tecnologías
afronten la exclusión de la sociedad, incluidas muchas actividades en las
cuales las TIC juegan un papel muy importante. También, esto está provocando
que aquellas sociedades, donde las TIC no tienen un papel importante dejen =
de
lado un mayor y mejor proceso de desarrollo, que podría traer excelentes
ventajas a esta clase de sociedades. De acuerdo con Castells (2000), es
importante desarrollar nuevas estrategias que no sólo aumenten la conectivi=
dad
entre países equitativamente, sino también que las personas puedan tener la
educación y el entrenamiento para usar Internet y sus componentes
correctamente. La brecha crece en educación y entrenamiento de la sociedad =
en
cuanto a las TIC. Refiriéndose a esta circunstancia, es importante hablar d=
e otra
brecha, que es influenciada por la digital, esta es la cultural, que aumenta
cada día, muchos de los programas o sistemas operativos son en inglés (Grae=
lls,
2000). Debido a esto es necesario que los programas estén en diferentes idi=
omas
porque las TIC están teniendo diversos impactos en el mundo entero y si sól=
o un
grupo exclusivo puede tener acceso a los diferentes programas no todo el mu=
ndo
podrá aprovechar las ventajas que estas ofrecen.
Res=
pecto
a las organizaciones educativas, el impacto más grande e influencia que los
desarrollos de las tecnologías de la información han tenido, son la
introducción de tecnologías en las clases. Se cree que la incorporación de
tecnologías en el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene muchas ventajas, q=
ue
mejoran la metodología con las que una clase puede ser desarrollada y dar la
oportunidad de desarrollar un aprendizaje interactivo y a distancia (Meadowcroft, 2001 y Lara et al., 2003), como se verá =
en el
siguiente apartado. Las
instituciones educativas están ahora desarrollando diversos recursos en lín=
ea
que permitirían a los estudiantes encontrar, crear y distribuir la informac=
ión.
Esto es muy útil porque los estudiantes e investigadores pueden tener una
amplia fuente de información tecnológica que no existía antes.
Car=
neiro
et al (2010) afirman que “En efecto, ninguna otra tecnología originó tan
grandes mutaciones en la sociedad, en la cultura y en la economía. La human=
idad
viene alterando significativamente los modos de comunicar, de entretener, de
trabajar, de negociar, de gobernar y de socializar, sobre la base de la
difusión y uso de las TIC a escala global."
Desde hace más tres décadas se viene dando un gr=
an
debate en torno al uso de las tecnologías de la información y la comunicaci=
ón
en la educación algunos han bregado a su favor y otros se han mostrado
frontalmente adversos. Unos terceros se han mantenido a la expectativa para
tomar alguna posición.
Urribarrí
R. (2002) manifiesta que: “A la incorporación de las tecnologías de la
información y la comunicación en los procesos educativos debe precederle la
definición de estrategias para su uso y apropiación, entre las que destaca =
el
desarrollo de procesos comunicativos como vía para la generación de
conocimiento. No es ésta una idea novedosa… Si acaso hay algo freso en este
siglo es que el tipo de tecnología de la cual disponemos hoy es interactivo,
pero sacar provecho de esta ventaja es un asunto que incluye la capacitación
técnica, pero no se limita a ésta”. (pág. 5) Efectivamente, en sus inicios =
se
creía que introducir estas tecnologías al campo de los procesos pedagógicos
consistía únicamente en reemplazar la pizarra por el PowerPoint, sin embarg=
o,
lo dicho por Urribarrí es muy cierto, pues se t=
rata
de definir las estrategias apropiadas para su uso adecuado, caso contrario =
no
lograremos nada beneficioso en nuestros estudiantes, pues seguirán aburridos
como siempre. Toda discusión que se quiera hacer acerca del uso =
de
la tecnología en la educación debería empezar por recordar por qué razón se
desea promover una mayor presencia y uso de la tecnología en las aulas.
Fundamentalmente, hay cuatro grandes grupos de razones que justificarían
sobradamente unas expectativas de uso intenso y relevante: económicas,
sociales, culturales y pedagógicas.
El
resultado combinado de estas razones configura un contexto extremadamente
proclive, cuando no exigente, a la utilización de la tecnología en la escue=
la. En una economía globalizada, con
desarrollos tecnológicos dinámicos y un alto grado de competencia entre paí=
ses,
el éxito de una nación depende, más de lo que muchos creen, del nivel de
formación de su fuerza laboral, incluyendo sus cualificaciones tecnológicas=
, es
vital para la futura creación de lugares de trabajo y para la mejora del
bienestar social que los ciudadanos estén altamente cualificados en el uso =
de
la tecnología, esto debe ser válido no solo para quienes entran por primera=
vez
en el mercado laboral o quienes ya están activamente integrados en él, sino
también para los desempleados que no cuentan con las cualificaciones requer=
idas
por un modelo productivo que se ha dado en llamar de la «economía del
conocimiento». Teniendo en cuenta la rapidez de la evolución de los cambios
tecnológicos, los países que deseen aspirar a convertirse en una economía d=
el
conocimiento deben caminar, primero, hacia una sociedad del aprendizaje, do=
tada
de estructuras flexibles mediante las cuales todos los ciudadanos puedan
actualizar regularmente sus capacidades y conocimientos, y que faciliten el
aprendizaje a lo largo de la vida. Esto es de particular importancia en una
sociedad orientada hacia los servicios, donde la creciente digitalización de
los procesos exige una fuerza laboral más cualificada. La transformación de las demandas laborales en el contexto de=
una
economía del conocimiento es un dato importante, al que generalmente no se
presta suficiente atención en el sector escolar. El tipo de tareas que un
porcentaje creciente de empleos exige en este nuevo modelo productivo apare=
cen
con frecuencia vinculadas a la tecnología (Levy
y Murname, 2003). Es fácil comprender que, si la
mayoría de los estudiantes de hoy serán trabajadores mañana en una economía=
del
conocimiento, las escuelas deben ofrecerles suficientes oportunidades para
prepararse en las competencias transversales que ahora los mercados laboral=
es
exigen. En definitiva, la economía del conocimiento exige una enseñanza aco=
rde
en la que la tecnología facilite igualmente el trabajo y en la que se prepa=
re a
los jóvenes para que ocupen su lugar en el mercado laboral de la economía d=
el
conocimiento. Por otra par=
te,
desde un punto de vista estrictamente económico, cabría esperar que, lo mis=
mo
que en otros sectores de la actividad humana, una mayor adopción de la
tecnología en educación se traduciría en considerables ahorros económicos,
cuando no en mejoras ostensibles de la productividad o, si se prefiere, de =
la
eficiencia docente, los docentes ya aprovechan con creces los beneficios de=
la
tecnología claramente para la mejora de la productividad en todo aquello
relacionado con la preparación de sus sesiones de clase, así como con la
administración escolar. Por otra parte, empiezan a aflorar datos que sugier=
en
un ahorro económico significativo en dos áreas que pueden parecer, a simple
vista, menores, pero que en la vida cotidiana de los centros educativos no =
lo
son en términos de costes: se trata del ahorro en papel y tinta y, por
supuesto, en fotocopias.
Necesidades
sociales indudablemente, la tecnología puede ofrecer mejores oportunidades =
para
aprender, e incluso para mejorar la calidad de vida, a todas las personas c=
on
dificultades de aprendizaje o físicas y, en algunos casos, solo la tecnolog=
ía
puede ofrecerle acceso apropiado a la educación. Puesto que la tecnología p=
uede
ser una herramienta útil para crear entornos muy flexibles de formación, pu=
ede
contribuir a la igualdad de oportunidades para la formación independienteme=
nte
del sexo, de la ubicación geográfica, de la extracción social o étnica, de =
la
enfermedad o de cualquier otra circunstancia de las que normalmente impiden=
o
dificultan el acceso, en términos de igualdad de oportunidades, a una forma=
ción
de calidad. Pero, más allá=
de
estos aspectos pragmáticos, es una creencia compartida por la mayoría de
gobiernos, y de muchas otras instituciones, que la lucha contra la brecha
digital, estrechamente relacionada con la dificultad que algunas familias y,
por consiguiente, sus hijos tienen para acceder a la tecnología, debe
constituirse en la prioridad política por excelencia en materia de tecnolog=
ía y
educación. Nadie parece discutir que al territorio de la primera se debe
ingresar de la mano de políticas públicas de carácter compensatorio para que
todos, incluso los más vulnerables, puedan aprovechar las oportunidades que=
la
tecnología ofrece. De lo contrario, la ya creciente brecha digital seguirá
sumándose a los déficits profundos de tipo económico o social preexistentes,
como lo advierten diversos autores. Aunque
es innegable la tendencia a una progresiva universalización del acceso a la
tecnología y singularmente a Internet en los hogares de los países
desarrollados, lo cierto es que persisten algunas bolsas verdaderamente
irreductibles donde este acceso sigue sin existir. El hecho de que los
porcentajes que se barajan sean inferiores a cinco puntos en un número muy =
grande
de países no significa, de ningún modo, que se trate de una situación
tolerable. Ningún porcentaje puede ser
considerado, en este sentido, desdeñable. Lo que cuenta es que, para este
porcentaje de familias, y por consiguiente de alumnos, la escuela sigue sie=
ndo
la única puerta de acceso a un uso responsable de la tecnología, y lo segui=
rá
siendo en el futuro. Pero
existen datos crecientes que apuntan a la emergencia de una segunda brecha
digital, esta otra mucho más relacionada con la inequidad de los beneficios=
del
acceso a la tecnología. Dicho de otro modo, dos jóvenes con una distinta
extracción socioeconómica, pero con acceso exactamente a las mismas
posibilidades tecnológicas, terminarán sacando un partido muy distinto de
ellas: como se ha demostrado empíricamente, el acceso a la tecnología puede=
ser
incluso perjudicial en términos de resultados de aprendizaje para aquellos
alumnos que carecen del capital cultural o social apropiado para entender q=
ue
la tecnología es mucho más que un mero instrumento de diversión o de
comunicación inmediata (OECD, 2010a). Por esta razón, aun a pesar de que la
primera brecha digital estuviera resuelta, los centros escolares representa=
rían
para muchos alumnos el último bastión en el que confiar para sacar partido =
de
la tecnología a efectos estrictamente escolares y académicos, así como para=
el
desarrollo de las competencias requeridas para manejarse responsablemente e=
n la
sociedad del conocimiento.
En
las sociedades desarrolladas, la cultura, en el sentido más clásico y acadé=
mico
del término, convive en la vida cotidiana con la cultura digital. Esto es a=
lgo
que las escuelas harán bien en recordar, puesto que no pueden permanecer aj=
enas
a las transformaciones culturales que acompañan la emergencia de la socieda=
d del
conocimiento. Algunos pensarán que la escuela debe seguir siendo un lugar d=
onde
se venere el libro y nada más que el libro, pero cada vez más docentes pare=
cen
inclinados a aceptar la realidad de que el mundo donde también ellos mismos
viven está plagado de componentes y experiencias culturales digitales, lo c=
ual
no solo cambia la naturaleza del soporte sino, probablemente también, la de=
su
contenido y lo que con él se puede hacer. Por esta razón, los centros escol=
ares
deberían ser capaces igualmente de ofrecer una visión de la cultura que
permitiera a los alumnos no solo hacerse acreedores del patrimonio de la
cultura clásica, académica o tradicionalmente escolar, sino también
interpretarla adecuadamente, así como participar activamente en los nuevos =
formatos
y contenidos de la cultura digital.
Pero
es, probablemente, desde una perspectiva pedagógica que cabe hallar las raz=
ones
más sólidas que justifican la expectativa de una mayor adopción de la
tecnología en las aulas y en los centros escolares (Se=
lwyn,
2011). Para empezar, la tecnología tiene la potencialidad de contribuir a
transformar los sistemas escolares en un mecanismo mucho más flexible y efi=
caz.
La mayor parte de los países han confiado en la tecnología, desde esta
perspectiva, como un catalizador para el cambio educativo y para el desarro=
llo
de nuevos roles de los estudiantes y los profesores en lo que se ha dado en
llamar un «cambio de paradigma pedagógico». Son muchos los países que se han
embarcado en reformas educativas, que la tecnología desempeñe un papel no s=
olo
importante, sino crucial. Para poder enfrentar los nuevos desafíos que plan=
tean
la sociedad del aprendizaje y la economía del conocimiento, el sistema esco=
lar
debe adoptar nuevas metodologías, desarrollar nuevos contenidos, nuevos mod=
elos
organizativos y nuevos métodos de colaboración interinstitucional, entre
niveles educativos y, de forma creciente, incluso a escala internacional. En
efecto, se ha dicho y repetido hasta la saciedad que, si el sistema escolar
actual sigue reflejando todavía la lógica industrial del pasado, mediante la
tecnología podría reformarse para atender mejor así a las necesidades
educativas del siglo XXI, de modo parecido a como lo ha hecho, por ejemplo,=
el
sistema económico, ofreciendo productos y servicios más dinámicos y flexibl=
es,
que respondan a los intereses emergentes de los jóvenes. Esta evolución solo
puede ser alcanzada colocando a la tecnología en el corazón de cualquier
iniciativa de reforma. Los más críticos afirman, por su parte, que el model=
o escolar
industrial está obsoleto, y más que mejorarlo, lo que se debe procurar es
reinventarlo. En cualquier caso, nadie niega que en esta reinvención la
tecnología pudiera estar llamada a desempeñar un rol fundamental.
Un ejemplo de esto son
las evaluaciones formativas de los estudiantes, que consisten en valoracion=
es
personalizadas, permanentes, con diferentes elementos y con una
retroalimentación regular que busca poner el énfasis en el reconocimiento, =
el
mérito y la identificación de las áreas de oportunidad. La tecnología tambi=
én
representa el principio del fin del monopolio de la escuela como el espacio
físico de aprendizaje por excelencia. Si bien es cierto que todo parece ind=
icar
que los centros escolares continuarán desempeñando un rol preponderante en =
las
próximas décadas, el fin del monopolio permitiría la creación de diversos n=
odos
de aprendizaje, de una red de conocimiento que iría mucho más allá de las
fronteras escolares y que es ad hoc a la sociedad contemporánea. La tecnolo=
gía
se convertiría así en un puente sólido pero dinámico para incitar y facilit=
ar
el acercamiento entre los diferentes niveles de la estructura escolar (el a=
ula,
el profesor, la escuela, la coordinación local) y la familia, la comunidad,=
el
mundo empresarial y las autoridades públicas. Estos actores no solo tienen =
la
capacidad de dar seguimiento a lo que sucede en la escuela por medio de la
tecnología, sino que, además, ven en ella una manera de interactuar, de
contribuir en la toma de decisiones, de exigir resultados, de proponer méto=
dos
alternativos y de negociar contenidos, costos y prioridades. Sin embargo,
además de la construcción de un foro de intercambio de ideas y compromisos,=
la
tecnología propone repensar cómo capitalizar, evaluar y valorar el aprendiz=
aje
formal (adquirido en la escuela o en la formación respaldada con algún tipo=
de
certificación) y el informal (adquirido fuera del contexto escolar, en el
hogar, el autoestudio, la práctica…) y establecer su complementariedad.
La tecnología,
finalmente, ha sido al mismo tiempo objetivo prioritario del desarrollo
profesional docente y un medio más para que este se realice. Esto debería
suponer un mayor conocimiento y una mejor comprensión de cómo se genera,
adquiere y utiliza el conocimiento. La formación a distancia, el trabajo
colaborativo no presencial, las comunidades de aprendizaje en línea, el acc=
eso
a ilimitadas bases de datos, son solo algunas de las posibilidades que la
tecnología aporta a la profesión docente y que enriquecen las posibilidades=
de
su desarrollo. Los impactos pedagó=
gicos
de la tecnología, más allá de su pretendida capacidad de transformar los
sistemas en su conjunto, también deben dejarse sentir a una escala individu=
al.
Los alumnos, en principio, deberían sentirse más motivados por un entorno
escolar donde la tecnología desempeña un papel relevante. Los entornos de
aprendizaje ricos en tecnología tienen el potencial de hacer que los
estudiantes cambien sus actitudes, porque les exigen que asuman mayor respo=
nsabilidad
en su aprendizaje, que utilicen la investigación y también sus capacidades =
de
colaboración, de dominio de la tecnología y de solución de problemas. Desde
esta perspectiva, la tecnología amplía y enriquece el aprendizaje al contri=
buir
al desarrollo de capacidades cognitivas de orden superior. También parece c=
laro
que las tecnologías contribuyen a construir o elevar la autoestima de los
estudiantes, haciéndoles ganar confianza en sí mismos y asumir el futuro con
una perspectiva de éxito. Así, se espera que la tecnología, por ejemplo,
promueva la calidad del aprendizaje de los alumnos de enseñanza secundaria =
que,
con mayor frecuencia, tienden a pensar que la escuela es irrelevante. Tambi=
én
se espera de ella, por supuesto, que contribuya a mejorar los resultados
académicos, sin embargo, en los actuales momentos ya no debería hablarse de=
lo
que existir en las instituciones educativas en torno a TIC en las aulas de
clases de Iberoamérica para mejorar los procesos pedagógicos porque ello es=
un
deber, tal como lo preveía Martínez Alvarado (2002) y no una novedad. Afirma
que instalar salas de computación, entregar dispositivos a los alumnos (com=
o la
propuesta hecha por Nicholas Negroponte de una laptop por niño), equipar las
salas de clases con proyectores o pizarras interactivas, o desarrollar nuev=
os
contenidos educativos en formato digital, ya no debería ser motivo de cober=
tura
comunicacional de los medios de prensa, pero, paradójicamente, Rajagopalan (2012) hace unas excelentes reflexiones: =
¿Por
qué podemos lanzar móviles mejores cada pocos meses, y coches mejores todos=
los
años, pero no somos capaces de decir que hemos mejorado el sistema educativ=
os
incluso a lo largo de varias décadas? La pregunta es pertinente en casi tod=
os
los países del mundo, hay una respuesta simple a la pregunta: reconocemos q=
ue
fabricar móviles y coches y edificios requiere establecer una profesión for=
mal
relacionada con el cuerpo de conocimiento en cuestión y un ecosistema de
competencias sinérgico.
Tenemos expertos que
entienden la electrónica por detrás de la pantalla del móvil y su diseño; de
hecho, todo un ejército de investigadores y tecnólogos trabajan, por ejempl=
o,
en crear módulos inalámbricos más eficientes ¡que sean un 10% más pequeños o
livianos que los actuales, si hiciéramos lo mismo en educación, tendríamos,=
en
todos los países, muchas entidades investigando sobre cómo aprenden los niñ=
os a
leer en su idioma materno, cómo se entienden los conceptos científicos, qué
impacto tiene el tamaño de la clase en el aprendizaje, y en qué puntos se
equivocan los niños cuando aprenden a resolver las ecuaciones lineares. Pue=
s no
lo hacemos. Y por eso tenemos teléfonos móviles mejores cada poco mes mient=
ras
que la educación sigue languideciendo, década tras década.
Los
propósitos que deben guiar las buenas prácticas en los centros educativos se
podrían concretar en tres líneas de actuación diferenciadas: por un lado la
creación por parte de los docentes de contenidos didácticos e innovadores, =
que
se reflejen en sus planificaciones microcurriculares=
span>;
por otro lado, encontramos la promoción de diseño de actividades educativas=
que
no serían factibles sin el uso de las TIC para que se ejecuten en las clase=
s de
sus asignaturas; y por último, estarían las estrategias de trabajo colabora=
tivo
que pueden trascender los muros de las aulas convencionales utilizando algu=
na
herramienta virtual para el efecto, lo que daría la oportunidad a los
estudiantes de trabajar entre sí, sin movilizarse de sus hogares. Por todo lo comentado hasta =
aquí
deja ver a claras que los retos que se atribuyen a la educación media, y
concretamente a los colegios, en los diversos documentos, son numerosos y m=
uy
notables hasta el punto de depositar en ella el desarrollo económico y soci=
al
de la unión. El discurso político reconoce que las diferencias, y hasta
divergencias, de cada área geocultural, y dentr=
o de
ella, cada colegio, serán obstáculos fuertes para lograr una mínima
armonización de la institución de educación media. El gran papel que hoy
representa el colegio, es trascendental para formar al estudiante y prepara=
rlo
para los retos que debe asumir en el entorno en el que se desenvuelva en
constante cambio. Tomando en cuenta que los colegios se les ha adjudicado la
función de formar al alumno para adaptarse fuera del contexto educativo; pe=
ro
ante el reto que debe asumir el colegio, d=
ebe
contar con los recursos tecnológicos necesarios para formar al docente y al=
umno
en el uso adecuado de las herramientas tecnológicas. Actualmente los
estudiantes, al concluir sus estudios, se cuestionan sobre la orientación q=
ue
tendrá su carrera profesional. La mayoría de los jóvenes encuentran un empl=
eo
que no corresponde a su perfil profesional, a la carrera que estudiaron y, =
en
el peor de los casos, pasan a formar parte del paro laboral, empleando vari=
os
meses en encontrar un trabajo que se adapte a la formación que obtuvieron
durante la carrera; las empresas, al estar sometidas a un proceso de cambio
permanente, tienen dificultades para definir el perfil laboral y lo que hac=
en
es elevar las exigencias de entrada, con lo que la formación de los jóvenes
queda sometida a vaivenes constantes, además de cumplir una serie de
condiciones que en ocasiones no se sabe muy bien cómo se adquieren. Como bi=
en
indica Almada, M. (2000). <=
span
style=3D'font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family:"Times New Roman",se=
rif;
mso-fareast-font-family:Arial'>“Éste es el caso del
perfil añadido a toda formación laboral relativo al manejo y uso de las
tecnologías de la información: los diferentes profesionales tendrán que ser
competentes en áreas como recursos de información, acceso y recuperación de
información, aplicación de las adecuadas tecnologías de información,
administración de recursos de información, políticas de investigación y de
información y habilidad para usar y aplicar esos conocimientos en su trabaj=
o”
(pp. 103-133).
Así mismo Feito,
R. (2001) resalta la importancia de la constante adaptación del trabajador y
las implicaciones que esto conlleva. Es que todo trabajador, por los
requerimientos que la sociedad le exige, deberá, forzosamente, obligado a
cambiar varias veces de empleo a lo largo de su vida y, por otro lado, estar
consciente de que su actividad particular contribuye a la actividad global,=
o
sea, al de la institución en la que labora y del país en general. Para ello
requiere que tenga una mentalidad holística, global, sobre la actividad que
realiza y en ello estará implícita su capacidad para auto dirigirse, lo que
conlleva un espíritu proactivo y no reactivo.
Por este modo de ver la situa=
ción,
se ha llegado a un amplio abanico de requisitos para entrar en el mercado de
trabajo y, aun así, no siempre se consigue con la rapidez deseada. El merca=
do
está en constante cambio y cada día solicita un perfil profesional más ampl=
io y
diverso, ampliándose así el elenco y variedad de competencias exigidas.
Por lo que se puede deducir al
observar el entorno socioeconómico, los colegios tienen una gran responsabi=
lidad
a la hora formar estudiantes con habilidades y competencias para una rápida=
y
proporcionada incorporación del egresado al mercado de trabajo y ello con
independencia del área de estudios. Este planteamiento ha llevado a ver de =
otra
manera la siempre difícil relación teoría-práctica que nos explica Chapapría (2005). “El
modo de concebir la relación teoría-práctica cambia, buscando espacios
curriculares de integración y metodologías de aprendizaje y enseñanza que
propicien un acercamiento a la realidad profesional como vía para conseguir=
un
aprendizaje significativo, profundo y constructivo, que les permita seguir
aprendiendo de manera permanente, porque habrán adquirido las estructuras
mentales necesarias para afrontar nuevos y complejos problemas. En definiti=
va,
éste es el fin último y más importante de toda educación o formación” (pp.
6-7).
Los procesos pedagógicos son =
líneas
de acción que procuran revalorizar la relación entre la teoría y práctica,
entre el docente y el alumno, entre el proceso enseñanza y aprendizaje, Una línea de análisis que estudia a los
procesos pedagógicos lo constituye la dimensión psicoeducativa en sus abord=
ajes
sobre la personalidad, inteligencia y motivación; a este respecto las
investigaciones apuntan sobre la variante genética de inteligencia, énfasis=
que
la investigación misma ha puesto en su lugar, ya que como Azar (1995) lo
establece, existe desde un 40 hasta un 80% como atribución de inteligencia,
relacionada ésta a factores no hereditarios, sino más bien contextuales e
implicados con las propias habilidades cognitivas. Otra vertiente en esta m=
isma
perspectiva, lo constituye el tratamiento sobre la enseñanza y sus métodos =
con
relación a la psicología del aprendizaje; de esta forma, planteamientos
pedagógicos sobre cómo enseñar considerando a una teoría psicológica sobre =
cómo
se aprende, encuentran cabal correspondencia y están conectados, sin ser de=
la
misma naturaleza, con la perspectiva didáctico-pedagógica del aprendizaje. =
La
mirada antropológica cultural y social respecto del aprendizaje y lo educat=
ivo
nos llevan a ver la cultura, los usos institucionales y lo simbólico que es=
tá
presente en lo educativo, y cómo éstos representan influencias no menores q=
ue
afectan la naturaleza misma de los procesos pedagógicos, la cultura es aprehendida, la gente la
utiliza activamente y puede ser adaptante y mal=
adaptante, la visión antropológica cultural sobre el
aprendizaje da cuenta de ciertos mecanismos de cambio cultural que explican
cómo en el nivel social aprendemos, nos adaptamos y/o nos transformamos.
La ciudad de Ventanas=
es
un sector muy importante de Ecuador merece prestar mucha atención al fenóme=
no
TIC en la educación, y, fundamentalmente, en los colegios para establecer
niveles de relación entre el uso de tecnologías en los procesos educativos.=
El
limitado equipamiento tecnológico con el que cuentan las instituciones
educativas es la principal razón, no han podido desarrollar procesos educativos, un elevado porcent=
aje de
la docencia, sobre todo de los colegios, que corresponden a una generación =
que
se la ha dado en llamar “migrantes digitales”, esta generación fue formada =
con
un modelo pedagógico y didáctico que no propició el autoaprendizaje, la
autonomía para la apropiación de la información, por lo que siempre están
esperando de procesos de capacitación formales, lo que retrasa las competen=
cias
que vayan a tono con el desarrollo científico y tecnológico que la sociedad
demanda, el poder adquisitivo es también un limitante, por el alto costo que
aún tienen estos recursos. Para evidenciarlo, a continuación, se presentan =
las
estadísticas de Tecnologías de Información y Comunicación del Ecuador
correspondientes al año 2011. El informe presentado por el INEC incluye
estadísticas provenientes de la encuesta a hogares realizada en diciembre de
2011.
Figura=
1. Estadísticas de Tecnologías de Información y Comunica=
ción
(TIC’s) del Ecuador correspondientes al año 201=
1
Fuente: =
Encuesta
Nacional de Empleo Desempleo y Subempleo
ELABORADO POR: ENEM=
DUR
– Nacional Total
·
El
46,6% de la población tiene por lo menos un celular activado.
·
El
31,4% de la población de Ecuador ha utilizado Internet en los últimos 12 me=
ses,
5,7 puntos más que lo registrado en el 2008.
·
El
48,0% de los pobres usan internet en las instituciones educativas, seguido del 36,9%
·
que
lo usó en centros de acceso público.
·
El
42,7% de los no pobres usan internet en el hogar, seguido del 27,1% que lo =
usó
en centros de acceso público.
·
El 32,6% de la p=
oblación
utiliza Internet para comunicarse, seguido del 31,1% que la utiliza para
obtener información.
·
El
32,5% de los no pobres usan internet para educación y aprendizaje, seguido =
del
34,4% que lo usó para obtener información.
·
El
23,9% de los pobres usan internet para educación y aprendizaje, seguido del 21,5% que lo usó para
obtener información.
El proceso de
enseñanza-aprendizaje en nuestro medio es manual, repetitivo y esto perjudi=
ca a
los estudiantes en el desarrollo de nuevos conocimientos para potenciar su
pensamiento lógico y acoplarse al nuevo sistema en que estamos sujetos a tr=
avés
del tiempo, más aún si consideramos que los adolescentes de este milenio es=
tán
considerados como los nativos digitales, habida cuenta que emplean las
tecnologías de la información y la comunicación con mucha destreza e
interactúan con videos y otros recursos, aunque sea para entretenerse.
Tabla 1. Causa y Consecuencias
CAUSAS |
CONSECUENCIA=
S |
Desconocimiento de nuevas herramientas en el pro=
ceso
de enseñanza-aprendizaje por parte de los docentes. |
Aprendizaje tradicional en los estudiantes. |
Desinterés en cambiar la metodología de enseñanza
por parte de los docentes. |
Estudiantes no desarrollan su creatividad al máx=
imo. |
Uso inadecuado de los recursos didácticos
tecnológicos. |
No se desarrollan capacidades y habilidades. |
Escasa capacitación a los docentes en las TICs. |
Visión limitada en el uso de las TICs |
Aulas de colegios no cuentan con fluido eléctric=
o. |
Imposibilidad de utilizar las TICs
en los procesos pedagógicos. |
Colegios no cuentan con recursos tecnológicos pa=
ra
utilizarlas en el aula. |
Docentes y estudiantes se ven limitados para emp=
lear
estas tecnologías en los procesos educativos. |
Inseguridad ciudadana. |
Docentes y estudiantes no pueden llevar sus equi=
pos
al aula. |
Fuente<=
span
style=3D'font-size:10.0pt;mso-bidi-font-size:12.0pt;line-height:115%;font-f=
amily:
"Arial",sans-serif'>: Datos de la Investigación
Elaborado por=
: Elaboración
propia
Metodologia.
El presente trabajo se fundamentó en la
investigación bibliográfica y de campo, con énfasis en la plena descripción=
de
la realidad vinculante entre las variables detectadas: influencia de las TIC’s y los procesos pedagógicos, las unidades de
observación delimitadas fueron: estudiantes, docentes y autoridades que
conforman el sistema integral educativo de los Colegios de la ciudad de
Ventanas sometidos a encuestas, cuestionarios, entrevistas, recopilando
experiencias y vivencias obtenidas en la investigación documental que sirvió
como base teórica de amplia información configurando el análisis probabilís=
tico
estratificado, la técnica para la recolección de datos que se utilizó en es=
ta
investigación fue la encuesta, permitió interactuar de forma directa con las
unidades de observación institucionales, la utilización de esta técnica se
materializó a través de cuestionarios, elaborados a fin de recoger la
información para la presentación de la investigación. En este caso se
utilizaron tres cuestionarios: uno para el profesor, otro para el estudiant=
e y
otro para la autoridad. El primero de ellos está
integrado por 10 preguntas cerradas con alternativas de respuesta como:
(Marque, Si, No, y Por qué). El cuestionario para los estudiantes está
conformado por 10 preguntas cerradas con alternativas de respuesta como:
(Marque, Si o No). El cuestionario=
para
las autoridades está conformado por 7 preguntas cerradas con cuatro
alternativas de respuestas (Marque, Si o No).
Resultados.
La incipiente implementación de recursos tecnológicos dificulta=
la
aplicación de los procesos de enseñanza–aprendizaje. A pesar de que la mayo=
ría
de los docentes tienen bien identificadas las herramientas que pertenecen a=
las
TIC, sin embargo, la mayoría de ellos no las están empleando en sus procesos
pedagógicos porque no saben usar esas herramientas y porque son usuarios
principiantes
La mayoría de las instituciones educativas de educación media
cuentan con un aula tecnológica, pero sin conexión a internet o con limitado
acceso a energía eléctrica.
Las
actualizaciones en el uso de recursos tecnológicos son enrarecidas por el
desinterés de las autoridades y de los docentes apoyados en escasos recursos
económicos, limitados planes de formación, escaso tiempo para realizarlos y=
por
la vejez de la planta docente.
La
imbricación entre las actividades planificadas y ejecutadas en el espacio
áulico es insostenible debido a la escasa exigencia, control y compromiso
docente, desencadenando vacíos cognitivos en el PEA.
La mayoría de alumnos carecen de recursos para el uso de equipos
tecnológicos, su práctica es arcaica y se reflejan en la pasividad de sus
conocimientos endosados a terceros, en fiel incumplimiento a reducir los
índices de analfabetos funcionales en este nivel de educación.
Discusión
Ex=
isten
docentes que se esfuerzan por motivar a sus estudiantes en el aprendizaje d=
e nuevos
contextos académicos que enriquezcan, critiquen y complementen la labor del
maestro, proporcionando procesos de apropiación del conocimiento, esto resp=
onde
a su juventud y al contacto estrecho con los medios de información y
comunicación actualizados.
El
talento humano (docentes y estudiantes) en instituciones de educación media=
se
encuentra estancados por el desinterés en el uso de recursos digitales,
emplazados únicamente a los programas básicos de Windows, delimitando el
desarrollo de sus habilidades tecnológicas a corto plazo.
Es
importante señalar que el 82% de los estudiantes dieron cuenta de que a vec=
es
los llevan al laboratorio para usarlo como recurso didáctico. A pesar de que
las autoridades, en un 70%, afirmaron que sus estudiantes sí son llevados al
aula tecnológica por sus docentes. En todo caso, esta realidad es más aguda=
al
evidenciar que los salones de clases no cuentan con computadora y proyector
para estos menesteres.
Conclusiones.
·&nb=
sp;
Las institu=
ciones
de educación media poseen recursos proporcionados por el ministerio de
educación que son utilizados en múltiples áreas, desvirtuando el equipamien=
to
de laboratorios digitalizados propios para la enseñanza de nuevos programas=
de
multiusos académicos, en dependencia del presupuesto otorgado a cada
institución, las autoridades procuran satisfacer las necesidades en priorid=
ad
de tiempo y espacio, ampliando su gestión a la tentativa de reducción de ac=
ción
por economía institucional, conlleva esto que la planta docente no exija por
mejoras áulicas, el dominio de sus capacidades de docencia no son
complementarias y limitan la trasferencia de conocimientos, por la escases =
de
equipos tecnológicos en complejidad a la formación académica de los dicente=
s,
que exigen la inducción y deducción de sus potencialidades estudiantiles,
reduciendo el desarrollo productivo de la sociedad local.
Referencias
bibliográficas.
Inec., Informe s=
obre
el Censo de diciembre de 2010. Pág. 6.
Dusse
y Quevedo (2010). Educación y nuevas tecnologías: los desafíos pedagógicos =
ante
el mundo digital. Pág. 16
Treloar,
A., Las tecnologías de la Información y la comunicación. Pág. 21.
Marqués Graells y Canales (2007).
Factores de buenas prácticas educativas con apoyo de las TIC. Pág. 23.
Lara, et al (2003) Blogs para edu=
car.
Usos de los blogs en una pedagogía constructivista. Pág. 25.
Castels, M (2001), La sociedad re=
d.
La era de la información, págs. 26.
Carneiro, R. (2010). Los desafíos=
de
las TICs para el cambio educativo, pág. 28.
Urribarrí,
R. (2002). Educación y TIC: Nuevas prácticas pedagógicas. Pág. 28 y 29.
Rajagopalan,
S. (2012), La educación en el siglo XXI: la ciencia del aprendizaje. Consul=
tado
el 26 de noviembre de 2012. Pág. 38.
Ferraté
G. (1998). Las nuevas tecnologías en el siglo XXI. Pág. 41.
Alamada M. (2000). La formación
laboral en TIC en el nuevo mileno =
Pág.
42.
Chapapria, A. (2005). Los proceso=
s de
aprendizajes significativos. Pág. 43.
Mineduc., (Consultada el 4 de may=
o de
2013), Cursos de Tecnologías aplicadas d la Educación.
Thttp://educacion.gob.ec/tecnologia/
Tedesco, Juan Carlos (S.F.E),
Profesionalización y Capacitación Docente. Argentina. Ensayo.
Unesco (2008), Estándares TIC par=
a la
formación inicial docente: una propuesta en el contexto chileno. Chile..
Unesco
(2004), Las tecnologías de la información y la comunicación en la formación
docente. Uruguay.
PARA
CITAR EL ARTÍCULO INDEXADO.
Rivera García, C., &am= p; Mora Litardo, E. D. (2019). El apoyo de las Tics en los procesos pedagógicos de = los colegios de la ciudad de Ventanas-Ecuador. Ciencia Digital, 3= (4), 101-121. https= ://doi.org/10.33262/cienciadigital.v3i4.956
El artículo que se publica es de
exclusiva responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan el
pensamiento de la Revista Ciencia
Digital.
El artículo qu=
eda
en propiedad de la revista y, por tanto, su publicación parcial y/o total en
otro medio tiene que ser autorizado por el director de la Revista Ciencia Digital.
[1] Universidad Técnica de Babah=
oyo,
Ecuador, crivera@utb.edu.ec
[2] Universidad Técnica de Babahoy=
o,
Ecuador, edemora@utb.edu.ec
www.cienciadigital.org
Vol. 3,=
N°4,
p. 101-121,octubre - diciembre, 20<=
v:shapetype
id=3D"_x0000_t32" coordsize=3D"21600,21600" o:spt=3D"32" o:oned=3D"t" path=
=3D"m,l21600,21600e"
filled=3D"f">