La violencia contra nińos, nińas y adolescentes, la
línea entre el abuso y la disciplina.
Violence against children and adolescen=
ts,
the line between abuse and discipline.
<=
span
style=3D'mso-bookmark:_Toc440896899'>Teresa
Paredes.,
Álvaro Jiménez.,
Malena Quiroga.&
Patricio Poaquiza.
Reci=
bido:
02-12-2017 / Revisado: 07-02-2018 Aceptado:15-03-2018/ Publicado: 01-04-201=
8
Purpose:
The present results of a Ambato Technical Univer=
sity
research on violence against children and adolescents centered in the way
parents, children and leaders understand and conceptualize violence. The pa=
per
explores how families communicate, the parental skills and the influence of
community leaders.
Methods:
The Project was done in the location of Pelileo=
-Ecuador,
considered rural area, with a population of (n=3D260), 59 community leaders=
, 110
children and adolescents and 101 parents. The individuals lived in Pelileo, Bolivar, Huambalo y Cotalo small rural towns that belonged to the state o=
f Tunguahua, Ecuador. A quantitative research using the
survey for each group. The survey was validated in a research realized in
Africa. The survey had open and closed que=
stions
and covered the following areas: disciplines styles, communication, and the
cooperation of community leaders. =
Students
from the Social Work career cooperated taken the survey, same that were tra=
ined
in the process of the research, to warrant the good application of the surv=
ey,
which took about ten minutes for each participant. The data was analyzed wi=
th SPSS23
(version windows 32 bits) The participants were informed and their
participation was voluntary. The research followed the norms and principles=
of
the Research Unit of the Ambato Technical University. The findings lead to =
new
approach to deal with families communication, pa=
rental
skills and community leaders involvement.
Keywords: Violence,
Children, Adolescents, Parents, Community, Education.
Resumen.=
Esta investigación se centra en averigu=
ar
la manera en que padres, nińos y líderes comprenden y conceptualizan la
violencia. El artículo explora cómo se comunican las familias, las habilida=
des
de los padres y la influencia de los líderes comunitarios. El proy=
ecto
se realizó en la localidad de Pelileo, Ecuador, considerada área rural, con=
una
muestra de (n =3D 260) entre los que se encontraban 59 líderes comunitarios=
, 110
nińos y adolescentes y 101 padres. Los individuos pertenecían a las poblaci=
ones
de Pelileo, Bolívar, Huambaló y Cotaló,
pequeńos pueblos rurales que pertenecen al estado de T=
unguahua,
Ecuador. Para obtener datos se realizó una investigación cuantitativa
utilizando encuestas para cada grupo. La investigación siguió las normas y
principios de la Unidad de Investigación de la Universidad Técnica Ambato. =
Palabras Claves: Violencia,
nińos, adolescentes, padres, comunidad, educación
Introducción. <=
/b>
Las variables de investigación son la v=
iolencia contra los nińos y en examinar aquellas prácticas culturales que p=
ueden reducir o prevenir esta violencia. El documento describirá a la famil=
ia en relación con la violencia, la comunicación y las habilidades de los p=
adres, además de una descripción de la participación de los líderes comunit=
arios en este tema.
&n=
bsp;
El problema de la violencia contra meno=
res es global, y Ecuador no está exento de esto. La presente investigación abordará este pro=
blema a partir de la influencia de la variable de prácticas culturales de e=
sta comunidad en los actores sociales Esta variable es muy compleja, por lo=
que se centrará en los siguientes aspectos: El aprendizaje de modelos con roles comportamentales, como la aceptación=
cultural del machismo, el uso del poder contra menores, la influencia de l=
a iglesia en la perpetuación de las asignaciones de identificación de géner=
o, la comunicación entre padres e hijos, la transmisión de violencia simból=
ica entre generaciones y la influencia de los individuos en la comunidad qu=
e tienen roles autoritarios y que aceptan la violencia en sus contextos.
Existe una correlación entre la violencia =
contra las mujeres y la presente investigación debido al hecho de que los n=
ińos están casi siempre presentes en los hogares cuando estos maltratos se =
producen. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos INEC, (2012, pág. s/p), Ecuador informó el 90% de las mujeres=
en el país están expuestas a la violencia y no abandonan a sus parejas. Tu=
ngurahua donde se realizó la investigación es el segundo estado del país co=
n mayor índice de violencia contra las mujeres, por lo que se considera que esta investigación es necesaria y=
a que los nińos presencian estos t=
ipos de maltratos y es urgente averiguar cómo se ven estas familias y que servicios se les puede brindar.
&n=
bsp;
Familia=
.
La conceptualización ha estado cambiand=
o a través de los tiempos, manteniendo algunas de sus raíces de lo que se c=
onsideraría como familia tradicional pero también ańadiendo excepciones a=
este concepto. Por ejemplo Morris et al. (2015, pág. 51) indica que, para hablar de familia, es más útil concentrarse en las prácticas familiares que en su terren=
o conceptual, ya que tales miríadas de conceptualizaciones se presentan com=
o reflejo de contextos socioculturales, económicos, políticos, temporales y=
espaciales. Basandose en esta idea esta investigación se ha centrado en el es=
tudio de las practicas familiares a través de observar cómo estas se comuni=
can en el seno familiar y con su comunidad para poder extraer conclusiones =
de acuerdo a lo que significan las familias en el contexto tungurahuense. Morris define la opinión de la socieda=
d sobre quién es responsable de la violencia familiar, sobre el contexto mo=
ral en que los nińos son exonerados y los padres culpables de los problemas=
expuestos por sus hijos.
Familia=
y Violencia.
La violencia familiar no es nueva para =
la humanidad: La sociedad tiende a pensar que las familias son una fuente d=
e protección, a veces cuando y la violencia y el descuido están presentes, =
esta violencia es oculta o ignorada o no se reconoce como abuso y no se den=
uncia. Las raíces de este problema son cuestiones estructurales de la famil=
ia, tales como el tiempo que la familia pasa juntos, la relación de poder e=
ntre los padres y los hijos y la subordinación de los hijos a sus propios p=
adres que conlleva un riesgo para la victimización.
El ideal de una familia es también part=
e del problema, los derechos de los padres estan sobre los derechos de sus hijos. El derecho a l=
a intimidad familiar y la auto-autonomía, la aceptación cultural de un cast=
igo físico, la aceptación social de la violencia familiar y su glorificació=
n son factores a tener en cuenta. Barnet et al. (2011, págs. 1-6).
El concepto de violencia incluye (ya se=
an permitidos o evitados) actos de abuso físico, sexual o emocional, los cu=
ales impiden el desarrollo saludable de los miembros de la familia (ibid). También ańade en su estudio que la violencia s=
e define como el uso intencional de la fuerza o poder físico de un acto o a=
menaza contra uno mismo, grupo o comunidad=
(2013, pág. 21), que causa o tiene la probabili=
dad de causar lesiones, muerte, dańos o trastornos psicológicos y problemas=
de desarrollo. Humphreys y Zeanah (2014, pág. 154) en su estudio longitudinal de nińos menores de 12 ańos, fueron entrevi=
stados posteriormente a los 29 ańos, en los siguientes ámbitos: psicopatolo=
gía, abuso de sustancias, nivel educativo, empleo, antecedentes penales.
Reafirmó que las experiencias adversas =
del nińo y los resultados negativos posteriores incluyendo la psicopatologí=
a, el impacto en el cerebro y el sistema biológico de un nińo en desarrollo=
en los siguientes dominios: conducta social, trastorno de estrés postraumá=
tico, trastorno de déficit de atención e hiperactividad y problemas de cond=
ucta resultantes de estrés y trauma. Especialmente cuando hay negligencia y=
abuso.
Continuando con las consecuencias perve=
rsas de la violencia (ibid) ya que los primeros 3 ańos de vida son vitales =
para el desarrollo cognitivo, afectivo y social de los nińos, el cuidado de=
los cuidadores ayuda a los bebés a regular su respuesta física y emocional=
a los estresores. Los cuidadores ausentes o negligentes no dan las experie=
ncias interactivas necesarias que ayudan a las habilidades del nińo desde e=
l desarrollo del lenguaje a la competencia social. Efectos perjudiciales pu=
eden ser los resultados neurobiológicos y conductuales específicos. La expo=
sición a la violencia se ha asociado con la longitud más corta de los telóm=
eros, el abuso físico vinculado a los cambios en la metilación del ADN, ya =
que varias veces en el gen del receptor de glucocorticoides mostró metilaci=
ón aumentada en los jóvenes que han sido abusos en comparación con los nińo=
s no abusados. Los nińos que experimentaron abuso físico antes de los 5 ańo=
s tenían cuatro veces más probabilidades de tener problemas de conducta en =
el 3er y 4to grado. El comportamiento de los padres se ha relacionado con e=
l inicio y el mantenimiento de los comportamientos agresivos y delincuentes=
de los nińos. Hurt y Betancourt (2015, pág. 148) ańade que la exposición temprana a la pobreza y a entornos tóxicos que=
incluyen la presencia de violencia y abuso infantil, provoca retrasos en e=
l desarrollo del lenguaje, el desempeńo cognitivo y escolar recomendando la=
intervención temprana en bebés y nińos pequeńos para prevenir retrasos en =
su desarrollo.
Conocer el grado de las consecuencias d=
e la violencia familiar son los intentos de suicidio, Haglund, A et al. (2016, pág. 1), en su estudio de los intentos de suicidio concluyen que la evaluación=
de la violencia interpersonal puede ser de valor en la evaluación del ries=
go después de un intento de suicidio. Un intento de suicidio es el mayor ri=
esgo de suicidio. La exposición a la violencia doméstica se asocia a un int=
ento de suicidio posterior tanto para la víctima como para el perpetrador; =
La investigación utilizó el KIVS para medir expresiones de violencia y viol=
encia como un nińo (EDAD 6-14). El estudio también mostró correlación entre=
los nińos expuestos a la violencia doméstica y estar expuestos a la intimi=
dación.
Las leyes continúan siendo u=
na solución a este problema, pero no se demuestra que ayuden a su reducción=
. Estadísticas de New Jersey donde el autor trabajó en protección infantil:=
USA Supporting Strong Families en Nueva =
Jersey (2012, pág. s/p) informó que en 2012 9250 nińos fueron víctimas de abuso y negligencia =
en un rango de 0.79 por cada 100.000 nińos. La tasa nacional de muertes es =
de 2.20 por 100.000 nińos. (Departamento de Servicios Humanos de los Estado=
s Unidos, 2012).
&n=
bsp;
A esta realidad podemos concluir que en=
países con sistemas y protocolos avanzados en protección de la infancia pe=
rsisten las tasas de incidencia de abuso y aún más en países con protocolos=
insipientes.
Los números en Ecuador también son disc=
ursos, Desafíos (2013, pág. 15) En Ecuador los nińos crecieron con factores físicos, intelectuales, so=
ciales y económicos no favorables, en su estudio sobre abuso contra nińos d=
eclaró que el 51% de los nińos denunciaron abuso dentro de sus familias, 7 =
de 10 reportaron abuso físico, sexual y negligencia.
En Ecuador, según la Agencia de Noticia=
s Público de Ecuador y Sudamérica en 2014, 271 denuncias de abusos sexuales=
fueron reportadas en escuelas. En 2013 de las 634 denuncias de violencia s=
exual contra nińos. Sólo se investigó el 6% (ONU, 2014).
La defensa ecuatoriana de los derechos =
sexuales y la reproducción de Ecuador (2011) la tasa de suicidio entre las =
nińas edad tienen correlación directa con los embarazos que los resultados =
de la violencia sexual. En 2010, 10 denuncias de abuso sexual diarias para =
nińas entre 12 y 14 ańos de edad, habían aumentado en un 78% en los últimos=
diez ańos. Ahora una de cuatro mujeres ha sido víctima de violencia sexual=
, estamos hablando de que un millón de mujeres en Ecuador habían sufrido vi=
olencia sexual antes de los 18 ańos de edad. (INEC 2011).
El aspecto socioeconómico de este probl=
ema. (2016) Ecuador 8.56% de nińos y adolescentes de 5 a 7 ańos trabajan. 6=
2.8% son nińos y 37.2% son nińas. El 60% trabaja para ayudar a sus familias=
. 8.6% de nińos y adolescentes que trabajan el 56% lo hacen en actividades =
consideradas peligrosas. El 12,6% de los nińos y adolescentes que se quedan=
en casa para hacer tareas no asisten a la escuela.
&n=
bsp;
Paredes, (2015, pág. 35) en su proyecto de investigación en una=
escuela en Ambato encontró que el 20% de los nińos sufrieron abuso físico,=
el 35% reportaron abuso emocional.
Comunic=
ación Familiar y Habilidades Parentales.
Muchos factores influyen en la comunica=
ción familiar, los padres y sus capacidades parentales, la historia de abus=
o, la edad, la educación, las madres solteras, los cuidadores no biológicos=
, el aislamiento social, la desorganización y la violencia en el mundo. Mal=
a relación entre padres e hijos. Kliksberg (2009, pp. 1-3) expresa la influ=
encia negativa de la comunidad, los barrios donde hay violencia, pobreza y =
desempleo, que alientan el constante movimiento de familias, además de la e=
xposición y facilidad que estas personas están expuestas al uso y venta de =
drogas.
Líderes=
Comunitarios Sobre la Violencia Contra los Nińos.Un orden social da confianza, por lo tanto,=
es importante saber cómo piensan y actúan los líderes comunitarios sobre l=
a violencia en sus comunidades. Intravia, J; Stewart, E; Warren P y Wolff (2016, pág. 1) informaron que una comunidad que confí=
a en que la gente alrededor de ellos vive en un alto orden y son menos teme=
rosos de su ambiente, de lo contrario pueden ver a la policía menos sensibl=
e socavar la confianza de las personas. Como se ha citado anteriormente, las famili=
as responden a sus contextos socioculturales y políticos. Este artículo ana=
liza cómo los líderes de la comunidad donde se desarrolló la investigación =
piensan y actuaron sobre los diferentes enfoques de la violencia contra niń=
os y adolescentes. Es bueno indicar que dos nuevas tesis para investigar la=
influencia de la policía y la reducción de la violencia ha salido de esta =
investigación.
Metodol=
ogía.
Partici=
pantes.
La muestra (n =3D 260) está compuesta p=
or 59 líderes comunitarios, 110 nińos y 101 padres, todos ellos habitantes =
de Pelileo, Bolívar, Humbaló y Cotaló, pertene=
cientes a la provincia de Tungurahua (Ecuador). Los=
estudiantes de la carrera de Trabajo Social cooperaron tomaron la encuesta=
, la misma que se capacitó en el proceso de la investigación, para justific=
ar la buena aplicación de la encuesta, que tomó unos diez minutos para cada=
participante. Los datos fueron analizados con SPSS 23 (versión ventanas 32=
bits). Los participantes fueron informados y su participación fue voluntar=
ia.
Instrum=
entos.
Se utilizó una encuesta pa=
ra
cada grupo, las encuestas fueron utilizadas por el proyecto de construcción=
y
fortalecimiento de la comunidad basada en ANPPCAN (2013) encuesta infantil,=
se
utilizó un modificado ISPCAN Child Abuse Screening Tool (ICAST). Estas
encuestas consistían en preguntas abiertas y cerradas dependiendo del tipo =
de
información que se pretendía extraer.
Procedimiento.
Una vez que se determinó el tamańo de l=
a muestra y la cuota para cada estudio, se pidió permiso a las personas e i=
nstituciones correspondientes. Para la realización del trabajo de campo se =
consideró la colaboración de estudiantes pertenecientes a un curso de la ca=
rrera de Trabajo Social, los cuales fueron entrenados para asegurar la corr=
ecta administración de los cuestionarios, con una duración media de la encu=
esta de 10 minutos para cada grupo.
En todos los casos, los sujetos que par=
ticiparon estuvieron adecuadamente informados del carácter voluntario y anó=
nimo de su participación en el estudio y de los objetivos del estudio, acep=
tando voluntariamente participar sin recibir ninguna compensación por ello.=
La investigación cumplió con las normas=
establecidas por el Comité de Ética en Investigación y Enseńanza de la Uni=
versidad Técnica de Ambato.
Los datos recogidos fueron
analizados por el programa estadístico SPSS (versión 23 para Windows 32 bit=
s).
Resultados.
Líderes Comunitarios.
La mayoría afirmó realizar actividades =
educativas para prevenir o reducir los abusos contra nińos (85%) y ofrecer =
la ayuda que pudieran en estos casos, ya sea a veces (33%) o siempre (67%),=
siendo el asesoramiento el método más utilizado. Una gran parte coincide e=
n que la familia debe ser la principal responsable de resolver el problema =
del maltrato infantil, también comentó que sólo el 30% no aceptó intervenci=
ones familiares, que consistían en el uso de charlas, talleres y visitas a =
psicólogos. 75% negaron que las leyes contra el abuso infantil fueran la ún=
ica solución al problema, argumentando que el tema debía tratarse desde una=
perspectiva más holística, aumentando la conciencia de la sociedad, trabaj=
ando especialmente con las familias y la necesaria participación de la comu=
nidad y la comunidad. La policía para reducir la violencia contra menores.<=
o:p>
También el 45% dijo que había conocido =
casos de nińos que habían sufrido abuso sexual, de los cuales el 75% decidi=
ó reportarlo a instituciones como el consejo cantonal, la policía u otros l=
íderes comunitarios, y fue efectivo en la mayoría de las ocasiones. A su ve=
z, el 35% estuvo de acuerdo en la existencia de tradiciones culturales que =
podrían ser consideradas como abusos, como adultos casados co=
n menores o castigo. En cuanto a la última, propusieron medidas disciplinar=
ias alternativas como discutir o explicar a sus hijos lo que han hecho mal =
y retirar los privilegios como un método de castigo antes de recurrir a la =
violencia.
Las correlaciones de Spearman más signi=
ficativas estadísticamente (p <.01) mostraron que entre los mayores de e=
stos líderes, mayor era la aceptación de las intervenciones a las familias =
(r =3D .663). También se encontró que aquellos que más valoraban la importa=
ncia de la comunidad eran los que tenían más casos conocidos de nińos que h=
abían sufrido abuso sexual (r =3D .597).
Nińos.<=
o:p>
La edad promedio fue de 14=
,56
ańos, con un grado académico de 8,3 como calificación promedio. Más del 60%
reportó que a veces eran castigados físicamente por malas calificaciones.
El 80% vivía con padre y madre, mientra=
s que el 18% vivía solo con su madre. En cuanto al grado académico de estos=
, el 50% de los padres tenía la primaria, seguida por el 30% con el título =
de secundaria; mientras que las primarias correspondieron a ellas en el 60%=
de los casos y la realización de la secundaria en el 22%, mostrando así di=
ferencias académicas según género.
El 84% afirmó que asistía =
a la
escuela mucho o siempre, mientras que el 15% hacía poco o nada, aludiendo a
razones tales como insatisfacción y especialmente tener que trabajar para
conseguir dinero.
La mitad de ellos admitió que a veces h=
abían recibido castigo corporal cuando se portaron mal, causándoles tristez=
a, llanto y dolor. Al 50%, sus cuidadores habían sido llamados vagos o tont=
o en algunas ocasiones, mientras que el 30% había sido a veces degradado, a=
terrorizado o ignorado, admitiendo que la agresión física era lo que menos =
les gustaba.
Por otra parte, el 99%
consideró que el alimento, el refugio, la salud y la educación proporcionad=
os
por sus cuidadores eran suficientes o buenos, argumentando que generalmente
tenían todo lo que necesitaban.
El 84% tenía diálogo y
explicaciones como un método disciplinario más justo que debería ser usado =
por
sus padres en caso de regańar, mientras que el 14% optaría por la retirada =
de
privilegios. Sin embargo, cuando se les preguntó qué usaban sus familiares,=
el
10% dijo que la violencia era el método más común.
Como resultado, casi el 30%
informó que a veces fueron testigos de violencia doméstica en sus hogares,
sintiéndose mal de una situación que les causó miedo y tristeza, y consider=
ando
que podría conducir a consecuencias como baja autoestima, malas calificacio=
nes,
ira, depresión, mal comportamiento y otras implicaciones para el abuso físi=
co y
emocional.
A diferencia de los líderes
comunitarios, alrededor del 70% no conocía a otros nińos que habían sufrido
abuso físico, bajando esta cifra al 60% en el caso de abuso emocional y
aumentando al 94% cuando no conocían a nińos que habían sufrido algún tipo =
de
abuso sexual.
En este último aspecto, el 30% de ellos afi=
rmó que rara vez podían distinguir entre un tacto apropiado y otro que no l=
o era. Además, el 10% informó de que a veces =
se intentó tocar indebidamente, reaccionando de diversas maneras, como info=
rmar, detener o decirlo. Como una figura para recurrir al abuso, el 50% pre=
fiere la madre, mientras que el padre el 10%, casi lo mismo que los amigos.=
Esta diferencia de confian=
za
entre los padres también se refleja en el nivel de comunicación con ellos.
Mientras que el 50% dice que es bueno para su padre y amigos, el 75% siente=
lo
mismo de su madre, esto muestra una preferencia materna.<=
/p>
Por último, el 40% se mole=
stó
por el hecho de que sus padres estaban preguntando dónde estaban cada vez q=
ue
salieron privándolos de su libertad como un acto de falta de respeto.<=
/o:p>
En cuanto a las correlaciones significa=
tivas (p <0,05), se informó que las nińas habían sido llamadas vagas o t=
onto en menor medida que los nińos (r =3D -234). Al mismo tiempo, el género=
también tuvo un impacto en el posible abuso de cualquier tipo, donde optar=
on por igual para ambos padres; Mientras que se recaería sobre todo en la m=
adre (65%) y menos en el padre (7%), como persona confidente.
Se encontró que a una edad más avanzada se =
les aplicaba menos castigo corporal (r =3D -235), pero más habían intentado=
tocarlos inapropiadamente (r =3D 0,237).
Se observó a través del número de herma=
nos, ya que las madres que tenían más hijos también eran aquellas que tenía=
n un grado académico más bajo y viceversa (r =3D -278). El nivel de educaci=
ón y cualificación de los encuestados se correlacionó positivamente con el =
de ambos padres y asistiendo a la escuela. Sin embargo, lo hizo de manera n=
egativa con el hecho de que sus padres los observaban cuando se iban, hacié=
ndolo en menor medida a aquellos con educación académica superior.
Cuanto más nivel de educac=
ión
tenía el padre, mayor era la madre (r =3D .697) y menos violencia doméstica=
en el
hogar (r =3D -.219). Al mismo tiempo, prestar más atención en la escuela es=
taba
relacionado con una buena comunicación con los hermanos (r =3D .318) y mole=
starlo
menos que mirarlo al salir de casa (r =3D -251).
Se observó que aquellos que habían sido=
sometidos a castigos corporales cuando estaban enfermos, también considera=
ron que los recursos dados por sus padres eran escasos o insuficientes (r =
=3D -294). Además, el hecho de que se les llamó tonto o vago correlacionado=
con el castigo físico por traer malas marcas (r =3D .274). En estos casos =
de violencia psicológica verbal hubo peor comunicación paterna (r =3D -.370=
), maternal R =3D -.275) y fraternal (r =3D -.309).
Padres.
La edad media era de 35 ańos, que tenía=
dos o más hijos. El ingreso mensual promedio fue de $ 434 mensuales. 50% t=
rabajaban fuera de casa y casi 20% vivían con familias extensas. Similar a los nińos, el 30% reportó casos d=
e abuso físico, 50% emocional y 15% sexual, con las mismas implicaciones em=
ocionales que se mencionaron anteriormente. De los que alguna vez conocieron algún =
tipo de abuso contra menores, reportaron casi el 70%, especialmente a los f=
amiliares de la víctima, a la junta cantonal de la policía.
Teniendo en cuenta que alg=
unos
de los padres encuestados también eran líderes comunitarios, se encontró una
opinión similar con respecto al 20% de las tradiciones culturales considera=
das
abusivas, especialmente aquellas relacionadas con matrimonios entre adultos=
con
menores de edad.
El 30% consideró que las mujeres ocasio=
nalmente provocan episodios de violencia contra sí mismos por razones tales=
como celos, provocando al marido, no haciendo su trabajo o estar lejos de =
casa más de lo que deberían. Esto explicaría en parte el 35% que afirmó hab=
er sufrido episodios de violencia doméstica en el hogar, en su mayoría psic=
ológicos. Sin embargo, la proporción de violencia doméstica presenciada por=
los nińos disminuye al 25%, lo que demuestra que los nińos no siempre está=
n involucrados en estos casos.
De los padres encuestados, el 20% pasab=
a de cero a una hora diaria a sus hijos para jugar, leer, etc., 30% de una =
a dos horas y 50% más de dos horas. Más del 90% afirmó preguntarle a sus hi=
jos cómo iban las clases y otras actividades, el 90% admitió que explicaba =
los errores cometidos cuando sus hijos eran malos en la mayoría de las ocas=
iones, el 70% les hablaba de asuntos sexuales más de una vez al mes cuyos h=
ijos eran viejos Suficiente para ello, y sólo una persona dijo que nunca po=
drían satisfacer económicamente las necesidades de sus hijos.
El 98% utilizó medios
disciplinarios alternativos al castigo corporal, tales como retirar los
privilegios (60%) o explicar lo que habían hecho mal (39%).}
El 40% afirmó que no debían
ser castigados físicamente, mientras que el resto lo había hecho en varias
ocasiones, justificándose a sí mismos con la reprimenda de la rebelión de l=
os
nińos al final y que solo ellos pueden castigarlos de esa manera, ya sea el
padre o la madre Proporción igual dada el caso).
El 58% nunca había conocid=
o a
nińos víctimas de abuso emocional, y sólo tres personas reconocieron no sab=
er
con quién estaban sus hijos cuando salieron de casa, o dejándolos solos por=
la
noche, ya que el resto consideró peligroso hacerlo.
El 90% consideró que afect=
ó a
sus hijos a presenciar episodios de violencia doméstica, especialmente en su
estado psicológico. Al mismo tiempo, el 45% consideró que la reacción de la
policía a estos episodios era inadecuada o no era útil.
Por último, el 99% quisiera
que las escuelas y los GAD ofrecieran talleres para padres, especialmente s=
obre
cómo educar a los nińos.
En relación con las
correlaciones más significativas (p <.05), las mujeres trabajaron menos
fuera del hogar (r =3D -290), recibieron un pago menor (r =3D -261), lo que=
fue
peor para las necesidades económicas de sus hijos. 216) y hablaban menos de
sexualidad con ellos (r =3D -278).
A una e=
dad
avanzada se encontró que se pasaba menos tiempo con los nińos a leer o jugar
con ellos (r =3D -308), pero se les preguntó más acerca de cómo se fue la e=
scuela
u otras actividades (r =3D .219), así como hablar con ellos Sobre temas sex=
uales
(r =3D .326).
&n=
bsp;
Un alto nivel educativo se
correlacionó con mayores ingresos mensuales (r =3D .303), conociendo a los =
nińos
sexualmente abusados (r =3D .312), sabiendo con quién estaban=
sus
hijos cuando salieron de casa (r =3D .236) ya un mayor grado de (R =3D .286=
), pero
negativamente con sus hijos que tuvieron menos episodios de violencia domés=
tica
(r =3D -240), preguntándoles cómo estaban en la escuela u otras actividades=
(r =3D
-279) y un número menor de nińos (r =3D -355).
Finalmente, el hecho de
experimentar episodios de violencia doméstica estuvo relacionado con explic=
ar
menos los errores cometidos a los nińos (r =3D -226), empeorarlos por no co=
mprometerse
con sus necesidades económicas (r =3D -274) y menos colaboración (R =3D -66=
7).
Conclusiones.
ˇ&nb=
sp; Al mismo tiempo, el grado de culpabilidad encontrado =
en las mujeres es a menudo llamado la causa de episodios de violencia por r=
azones relacionadas con el incumplimiento de su supuesto papel de mujer ama=
de casa. También sería de destacar el desacuerdo de algunas tradiciones co=
mo el matrimonio de adultos con menores, así como la violencia física como =
castigo disciplinario a menores, algunos de los cuales mostraron una insati=
sfacción por parte de la escuela mientras estaban ausentes por razones labo=
rales o económicas. La necesidad de que los actores sociales entiendan que =
el alto porcentaje de nińos que reciben abuso físico y sexual infantil debe=
ser abordado y reducido, abuso que fue admitido por sus padres.=
ˇ =
De los resultados podemos concluir la importancia de =
la comunidad en casos de abuso de menores, así como una buena conciliación =
familiar en la educación tanto académica como de valores. Además, existe un=
a preocupación por las leyes y la intervención policial en los temas de abu=
so infantil, al considerarlos insuficientes en muchas ocasiones. Este resul=
tado condujo a un servicio de talleres para las familias sobre estos temas.=
Por último, las familias con mayor nivel académico y mayor ingreso mensual=
fueron las que tuvieron la mejor relación con sus hijos, así como aquellas=
con los menores episodios de violencia doméstica.
ˇ
Wessels (2015, p.8) cree que para desarrollar y mejorar las metodologías pa=
ra
prevenir o reducir el abuso infantil, los actores sociales involucrados deb=
en
estar directamente involucrados, y se necesita una investigación profunda de
las raíces de una comunidad y determinar si en una cultura Con sus indicado=
res
en el aprendizaje, la comunicación y la influencia de personas importantes =
en
la comunidad crea este problema.
ˇ
La investigación también impulsó la creació=
n de
una Guía trabajada con un enfoque interdisciplinario. Los objetivos son: =
(2016)
Indicar a los profesionales que trabajan en =
las
instituciones encargadas de la protección de la infancia.
Procedimientos de servicios para aquellos
profesionales e instituciones.
Procedimientos metodológicos para el trabajo=
con
profesionales fuera de las instituciones públicas.
Educación de las comunidades para prevenir la
violencia doméstica.
Un objetivo es prevenir el abuso sexual cont=
ra
los nińos mediante talleres impartidos por psicólogos y trabajadores social=
es.
Que les enseńan cuatro habilidades básicas:
ˇ
Enséńeles a decir "no", necesitan
reconocer que pueden disputar algo y decir no en ocasiones especiales.=
ˇ=
=
Enséńeles a identificar el
abuso: Deben saber que dentro de la familia y otras relaciones existen buen=
os y
malos comportamientos. Esto debe ser claro para no animar a tener miedo de =
un
buen contacto.
ˇ
Enséńeles a confrontar situaciones: cuando =
es
posible deben detener al agresor, en lugares y momentos que no arriesguen s=
us
vidas.
ˇ
Rompa el ciclo del silencio: Enséńeles a no
guardar el secreto, en caso de abuso. (Save the Children, 1998)<=
/o:p>
ˇ&nb=
sp;
El componente educativo que
inició el proyecto de investigación ha sido bien recibido por los actores
sociales, la comunidad ha respondido favorablemente a los discursos de radioeducación impartidos por los profesionales y los
talleres educativos en las escuelas para nińos menores donde el abuso tenía
tasas más altas.
ˇ
Los resultados de esta investigación también
conducirán a la redacción de un protocolo institucional para tratar casos de
abuso infantil que tenga en cuenta las familias, sus necesidades y fortalez=
as.
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