Incidencia del trastorno de personalidad antisocial y deterioro cognitivo en pacientes drogodependientes

Incidence of the disorder of antisocial persona= lity and cognitive deterioration in patients drogodependientes=

Martha L. Valladarez Vásquez ^{^[1]}, Javier M. Zúńiga Bautista^{^[2]}

Recibido: 10-02-2019 / Revisado: 15-02-209 /Aceptado: 04-03-2019/ Publicado: 14-06-20= 19

Abstract. DOI: https://doi.org/10.33262/cienciadigital.v3i1.1.360=

We selected 1083 clinic= al records, corresponding to the total number of patients hospitalized in an addiction clinic, from 2007 to 2017. The objective is to determine the frequency with which personality disorders occur, especially antisocial personality disorder and cognitive deterioration in drug-dependent patients= . It is discovered that, of the 1083 clinical records, 6.8% (74 patients) were diagnosed with a type of personality disorder. The antisocial disorder is t= he main disorder with 4.3% (45 cases). Of the predominant features in patients without personality disorders, the avoidant type is the main one (204 cases= ), followed by narcissistic (180 cases) and antisocial (134 cases). In general, 40.9% of the total patients who were evaluated present some degree of cogni= tive impairment. We found a greater number of patients with brain injury (8.5%) = than with personality disorders. Personality disorders are poorly diagnosed.

Keywords: Disorder, personality, drug addiction, cognitive impairment.

Resumen.

&nbs= p;

Se seleccionaron 1083 fichas clínicas, correspondientes al número to= tal de pacientes hospitalizados en una clínica de adicciones, desde el ańo 2007 hasta el 2017. El objetivo es determinar la frecuencia con la cual se prese= ntan los trastornos de personalidad, en especial el trastorno de personalidad antisocial y el deterioro cognitivo en pacientes drogodependientes. Se desc= ubre que, de las 1083 fichas clínicas, 6,8% (74 pacientes) fueron diagnosticados= con un tipo de trastorno de personalidad. El trastorno antisocial es el princip= al trastorno con 4,3% (45 casos). De los rasgos predominantes en pacientes sin trastornos de personalidad, el tipo evitativo es el principal (204 casos), seguido del narcisista (180 casos) y antisocial (134 casos). De forma gener= al 40,9% pacientes de total que fueron evaluados presentan algún grado de deterioro cognitivo. Se descubre mayor número de pacientes con lesión cerebral (8,5%)= que con trastornos de personalidad. Los trastornos de personalidad son poco diagnosticados.=

Pal= abras claves: Trastorno, personalidad, drogodependencia, deterioro cognitivo.

= Introducción.

Un trastorn= o de personalidad (TP) es definido como un patrón permanente de experiencia inte= rna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Es un fenómeno generalizado, poco flexible, estable, de inicio temprano que da lugar a malestar y deterioro (Asoci= acion Americana de Piquiatria, 2014). Conocer el al= cance de los TP en los pacientes adictos (comorbilidad) es fundamental en el área= de la clínica, ya que influye sobre el pronóstico terapéutico, aumenta las dificultades en el manejo clínico, el riesgo de recaída y el abandono del tratamiento (Landa, Fernández, López, & Lorea, 2005). Fernández, Ló= pez, Landa, Illescas, Lorea y Zarzuela = (2004) indican que la "existencia de comorbilidad psiquiátrica en las adiccio= nes toma especial relevancia puesto que diferentes estudios han constatado que = la presencia de psicopatología asociada es un factor de mal pronóstico" (p.273). Lagares, Pedrero, Puerta & Sáez, (2003) resaltan que "diversos estudios permiten estimar que entre el 65 y el 90% de los sujetos que son tratados por abuso o dependencia de sustancias presentan, al menos, un trastorno de personalidad concomitante" (p.242). Entre otros= , se seńala que la incidencia de TP en población normal se encuentra entre el 10= y 15 %, pero en muestras de drogodependientes estos porcentajes giran en torn= o al 50 % (Martínez, 2011).

Pero, los trastornos de personalidad trascienden el ámbito clínico de las drogodependencias, ya que ambos elementos (TP y drogodependencias) se vincu= lan con el ámbito penal, debido a que, se asocian con la violencia y los delito= s. La prevalencia de TP es mayor en pacientes que buscan tratamiento psiquiátr= ico y entre personas que entran en contacto con el sistema de justicia penal. C= asi el 50% de las personas que entran en contacto con el contexto psiquiátrico,= y más de dos tercios de personas que entran en contacto con el sistema de justicia penal sufre un TP (Parmar & Kaloiya , 2018). Se rechaza la estigmatización con respecto a la drogodependencia y criminalidad, ya ningu= na droga es por si solo criminógena, y muchos son los casos de personas drogodependientes que no se vinculan con la violencia ni con actos delictiv= os.

Pero, deter= minadas situaciones y condiciones pueden aumentar el riesgo de sucesos delictivos y violentos. Larrotta, Gaviria, Mora & Gómez (2017) indican que el Trastorno de la Personalidad Antisocial (TPA), es uno de los factores más relevantes para la predicción de la reincidencia en los delitos violentos. = Los mismos autores seńalan, que entre los factores predictores de conducta delictiva están: patrón de personalidad antisocial, relaciones con grupos antisociales, cognición antisocial y abuso de sustancias psicoactivas. El estudio de la personalidad aplicado al estudio de tipologías de hombres violentos, en los delitos de femicidio y formas graves de violencia de géne= ro, ponen de manifiesto la alta prevalencia de los trastornos de la personalidad entre los hombres que ejercen violencia hacia su pareja. Entre estos trasto= rnos se han encontrado especialmente el borderline, antisocial, narcisista y paranoide (Torres, Lemos, & Herrero, 2013). Por esta misma línea concluyen que "dentro de la heterogeneidad de los grupos encontr= ados en las distintas investigaciones existen determinadas características que se repiten de forma recurrente: características del tipo antisocial, narcisist= a, borderline y abuso de sustancias" (Torres, Lemos, & Herrer= o, 2013, pág. 9).

Como se ha seńalado, el TPA se vincula con el consumo de drogas y dependencia a las mismas. Glenn, Johnson, & Raine (2013) en su revisión= sobre el TPA, indican que entre el 80 a 85% con un TPA, cumplen además con los criterios para un trastorno por consumo de sustancias. En un estudio de seguimiento a personas con TPA, durante 27 ańos, con el fin de determinar l= os principales factores de mortalidad en esta población, descubrió resultados desfavorables que se vinculan con este tipo de población. Entre los resulta= dos principales están que el TPA, es un fuerte predictor de mortalidad. Compara= do con la población normal, presentan una media de vida inferior (71,0 vs 83,5 ańos). Mayor riesgo de morir por suicidio y muerte accidental. Mayor probabilidad de contagio de VIH, y muerte por esta infección. Como también mayor probabilidad de ser recluido y de padecer una drogodependencia ( Krasnova, Eaton, & Samuels, 2018)<= !--[if supportFields]>.

żQué TP se presentan en pacientes drogodependientes? En la investigacion de Pedrero &a= mp; Segura (2003) sobre los tipo= s de personalidad en pacientes adictos, sobresalen los trastorno de personalidad antisocial (TPA), trastorno de personalidad autodestructivo, trastorno de personalidad límite (TPL), trastorno de personalidad evitativo (TPE) y trastorno de personalidad histriónico (TPH), como los más comunes. En esta misma investigacion los patrones autodestructivos, límite, histriónico y evitativo, son los que consistentemente se relacionan con mayor dificultad = en el manejo. En 50 pacientes alcohólicos evaluados con el test de personalidad IPDE, y comparados con 55 pacientes de la población normal, Fernández, Land= a, Lorea, & López (2005) encontraron qu= e el 22% de la muestra clínica (7,27% grupo de control) presentan, un trastorno = de personalidad. Los TP de mayor prevalencia fueron el trastorno de la personalidad por evitación, seguido del trastorno de personalidad no especificado y trastorno límite de la personalidad.

De igual fo= rma Pedrero, Puerta, Lagares, & Sáez (2003), al estudiar l= a personalidad en una muestra de 150 adictos, conocieron que 83% de los evaluados según el test MCMI-II presentan puntuaciones que indican la presencia de un trastorn= o de personalidad, siendo el más frecuente entre los varones el pasivo/agresivo y entre las mujeres el dependiente. Otros autores seńalan que los "trastornos de personalidad más frecuentes son los tipos de personalid= ad integrantes del grupo B, el pasivo agresivo y paranoide" (Salazar, Ripoll, & Bobes, 2010). Así mismo des= cubre que pacientes con TPL, pasivo-agresivo, los que se caracterizan por la impulsividad-inestabilidad, la pasividad-resentimiento y sensibilidad exces= iva a la humillación, presentan mayor riesgo de recaída (Salaz= ar, Ripoll, & Bobes, 2010).

Con pacient= es adictos a la cocaína (n=3D60), al compararlos con personas de la población = no clínica (n=3D50), se llegó a conocer que el 36,7% de la muestra clínica (16= % de la muestra normativa) presentaron, al menos, un trastorno de personalidad. = Los trastornos de mayor prevalencia entre los cocainómanos fueron el “trastorno pasivo-agresivo de la personalidad y el trastorno dependiente de la personalidad (10% cada uno de ellos), seguidos del trastorno obsesivo-compulsivo y el histriónico (6,7% cada uno)." (Ińaki, Fernández, López, & Landa, 2009, pá= g. 57). Al comparar t= res grupos: experimental (n=3D 158 alcohólicos), control clínico (n=3D120 pacie= ntes con trastornos mentales) y grupo de control sano (n=3D103), se encontró que el = grupo de alcohólicos y clínico presentan más TP que el grupo de control sano. Una excepción la constituye el trastorno de personalidad obsesivo compulsivo (TPOC), que aparece presente de forma similar en los tres grupos (Bravo, Echeburúa, & Aizpiri, 2007)<= !--[if supportFields]>.

Dos investigaciones más, permiten visualizar que tipos de personalidad ocurren = con frecuencia en poblaciones drogodependientes. Bricolo, Gomma, Bertani, & Serpellona (2002), en su investi= gacion con 115 adictos a diferentes drogas, encontraron que “52% indican para Paranoides, Esquizotípicos 26%, 35% de Esquizoides, Borderline 76%, 69% Antisociales, 42% Narcisistas, 10% Histriónicos, Evitantes 35%, Obsesivo-Compulsivos 40%, 26% Depresivos, Personalidad Negativa 47%” (p.491= ). Prevaleciendo en estos resultados los TP del tipo B. Casares, González, Tor= res, Secades, Fernández & Álvarez CITATION Cas101 \n \t <= /span>\l 3082 (2010), al comparar d= os muestras de adictos, pertenecientes a una comunidad terapéutica y la otra de pacientes en prisión, encontraron que “el grupo de delincuentes penados presenta más rasgos de personalidad alterados, y trastornos de personalidad= de mayor gravedad que el grupo de toxicómanos ingresados en la comunidad terapéutica” (p.237). Fernández, Illescas, Ińaki, Landa, Lopéz, & Zarzu= ela (2004), brindan datos similares a los obtenidos por las investigaciones seńaladas previamente, por ejemplo, su investigación encontró que, de una muestra de 42 pacientes, “el 76,2% de los pacientes presenta, al menos, un trastorno de personalidad. El trastorno de mayor prevalencia es el trastorno antisocial de la personalidad (42,9%), seguido del trastorno pasivo-agresiv= o de la personalidad (40,5%) y del trastorno narcisista de la personalidad (21,4= %)” (p.271). Pero aún más, conocen que “en el caso de los sujetos con más de un trastorno de personalidad la tasa de abandonos (tratamiento) asciende al 72= ,2%, frente a una tasa del 33,3% en el caso de los pacientes con uno o ningún tr= astorno de personalidad (Fernández, et al, 2004).<= /span>

Con respect= o a nuestra segunda variable de estudio, las funciones cognitivas y su deterior= o en pacientes drogodependientes, es de resaltar que tiene un valor clínico importante. En especial el estudio de los déficits neuropsicológicos en suj= etos drogodependientes ha cobrado una importante relevancia, “debido a que tiene implicaciones en aspectos tan importantes como el pronóstico terapéutico, y= el diseńo de estrategias adecuadas de intervención” (Landa, Fernández, & Tir= apu, 2004, pág. 41). Las drogas se han relacionado con alteraciones en los sistemas frontocortic= ales responsables de las funciones ejecutivas, derivando en alteraciones en el juicio y promoviendo la impulsividad (García, García, & Roberto, 2011). Pedrero, Rojo, Ruiz, Llanero, & Puerta (2011) indican que el= abuso de sustancias se asocia con alteraciones en diferentes dominios neuropsicológicos como memoria episódica, procesamiento emocional, componen= tes ejecutivos de la toma de decisiones. Los sujetos que inician un tratamiento para revertir la adicción están lejos de su rendimiento cognitivo óptimo, “estado que puede ser llamado “niebla cognitiva”, que es un estado confusio= nal leve con dificultades para mantener la atención, recuperar material mnésico= y comprender instrucciones” (Pedrero et al, 2011, p. 164). Marińo, Castro, &a= mp; Torrado (2013), al comparar el desempeńo cognoscitivo en policonsumidores de drogas con respecto a un grup= o de control en tareas de funcionamiento ejecutivo, descubrió que existe una relación entre el consumo prolongado de dro= gas y un bajo desempeńo ejecutivo, presentando mayor déficit en flexibilidad mental, planeación, fluidez, control inhibitorio y memoria de trabajo.=

Debido a la importancia clínica y legal que implica las variables de estudio (TP y deterioro cognitivo), en personas drogodependientes, se considera realizar = la presente investigacion debido a la necesidad de visibilizar la realidad de estas condiciones y su importancia, con el fin de promover en el campo de la salud mental y el derecho programas de intervención, prevención y tratamien= to eficaces para nuestro contexto, en especial debido a la precocidad del surgimiento de los TP y de los trastornos de consumo de drogas. Los objetiv= os se dividen en uno general y tres específicos. Los específicos consisten en:= 1. conocer los tipos de personalidad de los pacientes drogodependientes; 2. determinar el número de pacientes con personalidad antisocial y 3. exponer = las características de consumo de drogas y del estado cognitivo que presentan l= os pacientes drogodependientes. Estos objetivos se planean con el fin de llega= r al objetivo general el cual busca determinar, la incidencia del trastorno de personalidad antisocial y de deterioro cognitivo asociado en pacientes drogodependientes.

Fundamento teórico

Se toma como referencia teórica el Manual Diagnostico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), y el libro DSM-5 Guía para el Diagnóstico Clínico de James Morrison (2015).

El DSM-5, clasifica los TP en 3 categorías amplias o clúster. El clúster A, compuesto= por TP, en donde los tipos se suelen mostrar raros o excéntricos. Los TP del clúster B, se suelen caracterizar por ser exageradamente dramáticas, emocionales o erradicas. Y, por último, los TP del clúster C, que se caracterizan por la ansiedad o temer. El clúster A se compone por los TP paranoide, esquizoide y esquizotípico. Los TP del clúster B corresponden al antisocial, limite, histriónico y narcisista. Los TP del clúster C comprend= en al evitativo, dependiente y obsesivo compulsivo. Justo a estos el cambio de personalidad debido a una afección médica y el TP especificado y no especificado. Es decir, existen 10 tipos de TP, y dos diagnósticos adicionales.

El TP paran= oide (TPP), se caracteriza por un patrón de suspicacia y desconfianza, interpret= ando las intenciones de los demás como malévolas. Pueden mostrarse prejuiciosos, autosuficientes y albergar mucho resentimiento. El TP esquizoide (TPE), se caracteriza por un patrón de distanciamiento de las relaciones sociales, y restricción en la manifestación de sus emociones. Mostrándose fríos, restringidos o hurańos, indiferentes hacia los demás. El TP esquizotípico (TPET), muestra un patrón de comportamiento excéntrico, distorsiones perceptivas y malestar agudo en las relaciones personales. Mostrando pensamiento mágico, ansiedad social y lenguaje abstracto.

El TP antisocial (TPA), se caracteriza por un desprecio y violación de los derech= os de los demás. Tienden a mostrar un aire de sobriedad y de encanto superfici= al, pero una tendencia hacia la irritabilidad y agresividad. Mostrando un comportamiento irresponsable. El TP limítrofe (TPL), caracterizándose por un patrón de impulsividad marcada, junto a la inestabilidad en sus emociones, imagen personal y relaciones sociales. Mostrando una ira inapropiada, no controlada y estados psicóticos breves. El TP histriónico (TPH), mostrando = un patrón de excesiva búsqueda de atención y emotividad. Pueden mostrarse seductores de manera inapropiada, con descargas extremas de emotividad, asociada a trastornos de síntomas somáticos o conversivos. El TP narcisista (TPN), se caracteriza por un patrón de grandiosidad, necesidad de admiració= n y falta de empatía.

El TP evita= tivo (TPPE), caracteriza por sentimientos de inadecuación social, inhibición soc= ial e hipersensibilidad a la evaluación negativa. Se pueden considerar poco atractivos, topes, inadecuados sin valía personal. El TP dependiente (TPD), muestra un patrón de sumisión y necesidad de ser cuidado. No toleran la sol= edad y se pueden vincular en relaciones donde soportan la violencia. EL TP obsesivo-compulsivo (TPOC), muestra un patrón de preocupación por el orden,= el perfeccionismo y por el control. Pueden mostrarse adictos al trabajo, con u= na necesidad de planificarlo todo. <= o:p>

Metodologia.

El presente estudio se encuadra dentro del enfoque cuantitativo de investigación, correspondiendo a un nivel descriptivo. Al realizar la toma de datos nos encontramos con un total de 32.749 fichas clínicas, las que corresponden al número total de pacientes atendidos en el Hospital Psiquiátrico Humberto Ug= alde Camacho (CRA) en los 51 ańos de su existencia. Se analizaron 9957 fichas clínicas archivadas, correspondientes al ańo 2007 hasta el 2017, y se seleccionaron 1083 fichas clínicas, correspondientes a el número total de pacientes hospitalizados en el área de adicciones. Todas las fichas corresponden a pacientes varones. De las 1083 fichas clínicas se toman los datos sociodemográficos, de personalidad y deterioro cognitivo. =

La edad med= ia del grupo de investigación (1083 pacientes), corresponde a 38,07 ańos, sien= do la edad mínima de 15 ańos y la máxima de 83 ańos. 420 pacientes seńalaron e= star solteros, 441 casados, 81 divorciados, 75 unión libre, 49 separados y 17 viudos. Con respecto a la instrucc= ión académica: 250 tienen nivel primario, 273 secundaria, 139 estudios universitarios. 73 pacientes no han culminado la primaria, 206 tienen secundaria incompleta, 127 estudios universitarios incompletos y 15 indican= no tener instrucción académica de ningún nivel. Nos encontramos que el 22% de pacientes seleccionados son reincidentes, con más de un ingreso en el centro hospitalario.

El pedido de acceso a los archivos del hospital, se realizó mediante oficio al director = del hospital. La toma y registro de datos se los hizo guardando la confidencial= idad de las identidades de los pacientes, el uso de los datos tiene fines únicam= ente investigativos, restringiendo a los objetivos determinados en esta investigacion. Se realizó de forma diaria la toma de datos de las fichas clínicas, por 3 meses. Los datos se fueron tomando en hojas de registros y posteriormente pasadas a la matriz de datos del SPSS para su análisis. El análisis de los datos se realizó med= iante el programa SPSS última versión, se hace uso de estadística descriptiva, co= mo medias estadísticas, modas, puntajes máximos, puntajes mínimos. Los datos se presentan en gráficos y en tablas.

Resultados.

Se hace uso= de estadística descriptiva con el fin de conocer las principales frecuencias, porcentajes y características de las 1083 fichas clínicas correspondientes a 1083 pacientes. Se describen las dos primeras tablas generales (sustancia y personalidad) y un gráfico referente al deterioro cognitivo.

	Frecuenci= a	Porcentaj= e
	= n	= %
Alcohol etílico	584	53,9
Alcohol estilico y tabaco	44	4,1
Policonsu= mo	414	38,2
Cocaina	18	1,7
Cannabis<= o:p>	19	1,8
Heroína	1	0,1
Benzodiac= epinas	1	0,1
Inhalante= s	2	0,2
Total	1083	100

Tabla 1

Drogas motivo de ingreso

El 53,9% de= los 1083 pacientes drogodependientes presentan un diagnóstico de trastorno por consumo de alcohol etílico. El 38,2% de los pacientes presenta dependencia a dos o más sustancias, son policonsumidores. La dependencia a la cocaína representa al 4,1% de los 1083 pacientes. El uso de inhalantes, benzodiacep= inas y heroína como droga especifica de uso presentan porcentajes marginales.

\|		= Droga
	Alcohol	Cocaína	Policonsumo	Total	n
Trastorno personalidad antisocial<= /span>	4	2	39	45	45
Rasgos antisociales	31	3	92	126	134
Rasgos narcisistas	102	3	59	164	180
Rasgos limites	53	3	55	111	119
Rasgos evitativos	145	1	40	186	204
Total	335	12	285	632	682

	Trastorno		Rasgos		Total<= /span>
	n	%	n	%	n	%
Paranoide=	6	0,6	73	6,7	79	7,2
Esquizoid= e	1	0,1	33	3	34	3,1
Esquizotí= pico	0	0	10	0,9	10	0,9
Antisocia= l	45	4,2	134	12,4	179	16,5
Limite	7	0,6	119	11	126	11,6
Histrióni= co	1	0,1	45	4,2	46	4,1
Narcisist= a	4	0,4	180	16,6	184	16,9
Evitativo=	3	0,3	204	18,8	207	19,1
Dependien= te	4	0,4	129	11,9	133	12,2
Obsesivo-= compulsivo	0	0	28	2,6	28	2,5
Enfermedad médica	3	0,3	0	0	3	0,2
Total	74	7	955	88,1	1.029	95

Tabla 2

Trastornos de personalidad y rasgos<= /span>

De las 1083 fichas, en 54 no se encontraron un diagnóstico de personalidad. Esto nos de= ja un total de 1029 fichas válidas. Se encontraron 74 (7,1%) pacientes con un diagnóstico de TP, y 955 (92,8%) casos de pacientes sin TP, pero catalogados con algún tipo de personalidad del DSM-5. El TP antisocial es el trastorno predominante con 45 casos de los 74 TP totales. Los tipos de personalidad m= ás frecuentes son el tipo con rasgos evitativos (204 pacientes); narcisistas (= 180 pacientes); antisociales (134 pacientes); dependientes (129 pacientes) y limites (119 paciente

Grafico 1

Deterioro cognitivo

Nos encontramos con un numero valido de 676 fichas, debido a que en 407 fichas no se encontro los resultados de la aplicasion del test que evalua el estado de las funciones cognitivas. De los 676 pacientes evaluado, el 40,9% presenta algun grado de deterioro cognitivo que va de leve a severo, el 59,= 1 no presenta deterioro o se ubica dentro de normal.

De un 37,5% del total de pacientes (1083) se desconoce el estado de las funciones cognitivas mediante una medida cuantitativa. 29% de pacientes correspondientes al total validos, presentan deterioro que va desde moderad= o a severo.

Desde este apartado se describen los resultados de los pacientes con T= PA y rasgos antisociales, y su relacion cuantitativa con las vaiables de tipo de droga de dependencia y deterioro cognitivo.

Los pacient= es con TPA y rasgos antisociales muestran mayor tendencia al policonsumo de drogas. Los tipos con rasgos evitativo y narcisistas presentan mayor número= de consumo de alcohol, 145 y 102 pacientes respectivamente. Sobresale las personalidades del clúste= r B, como principales personalidades asociadas al consumo.

<= b>

Antisocial

Deterioro cognitivo

Trastorno

Rasgo

Total

Normal

19

58

77

Leve=

3

13

16

Moderado<= o:p>

5

17

22

Severo

4

7

11

No encont= rado

14

39

53

Total

45

134

179

Tabla 4

Deteri= oro cognitivo en pacientes con TPA y rasgos antisociales<= /p>
De los 45 pacientes con TPA, 12 pacientes presentan algún grado de deterioro, más de = 14 se desconoce su estado cognitivo. De los pacientes con rasgos antisociales = 37 pacientes presentan deterioro, pero de 39 pacientes se desconocen resultado= s.

Alteracio= n- lesion cerebral

Frecuencia

Porcentaje

Alteración cerebral (EEG)

15

1,4

Lesión cerebral (TAC de Cráneo)

58

5,4

Lesión cerebral por RMN

3

0,3

TAC de cráneo y EEG reporte anormal<= /o:p>

30

2,8

TAC de cr= áneo y EEG reporte normal

16

1,5

EEG norma= l

18

1,7

TAC norma= l

3

0,3

Examen no presente

940

86,8

Total

1083

100

Tabla 5

Alteración y lesión cerebral

Encontramos= que el 86,7 % de pacientes no presenta pruebas para la detección de dańo o alteracion cerebral (EEG, TAC o RMN). Tenemos que 91 (8,5%) pacientes ha presentado evidencia de lesión cerebral.

Conclusiones y discusión =

Este trabajo represen= ta la primera aproximación al estudio de la entomología forense en la provinci= a de Guayas. El cobayo (Cavia porcellus<= /i>) es un modelo biológico útil para investigaciones que tengan como finalidad = el establecimiento de catálogos y determinación de abundancia y diversidad.

Las tres familias predominantes en las dos localidades fueron Calliphoridae, Muscidae y Sarcophagidae, mientras que hubo ocasionales colectas de miembros de Fannii= dae.

= Chrysomya albiceps y Musca domestica fueron las dos especies más abundantes en cada estad= o de descomposición en ambos sitios por lo que representan especies de relevancia para estudios forenses que involucren la estimación del IPM mediante el análisis del desarrollo larvario. Mesembrinella bellardiana fue reportada solamente en el sendero Canoa mientras que Ophyra aenescens y Atherigona orientalis se encontraron solo en Monte Sinaí; estas tres especies son relevantes en caso de traslados del cuerpo, esto en casos dond= e el sitio de descubrimiento del cadáver no sea el mismo en el cual se cometió el crimen. Es importante mencionar que al igual que en el trabajo de Ramos et = al. (2014), en esta investigación Ophyra aenescens fue reportada dentro = de una vivienda (Monte Sinaí), mientras que Mesembrinella bellardian= a fue reportada solamente en el sendero Canoa de BPCB, reflejando un resultado similar al obtenido por Vasconcelos y Araujo (2012), quienes también encont= raron esta especie solo en ambientes forestales.

Entre algunas de las conductas observadas está el carácter predador de la familia Sarcophagidae,= en especial del género Peckia. Este fenómeno fue reportado por Beltrán y Navarro (2012), en el cuál los miembro= s de esta familia se alimentan de larvas de Califóridos y demás dípteros, disminuyendo en gran cantidad el número de individuos que alcanzan el estad= o de pupa. Otro fenómeno que pudo ser observado durante esta investigación, especialmente en la localidad de sendero Canoa, fue un enorme número de Hymenópteros (en especial hormigas) que fueron atraídas al cadáver una vez alcanzado el estado de hinchado. Estos insectos se alimentaron de larvas, restos del cadáver e incluso de dípteros adultos que quedaban atrapados dur= ante el momento de la ovoposición o de la alimentación.

La importancia de este primer acercamiento= a la fauna de interés forense dentro de la provincia de Guayas se refleja en = el abanico de oportunidades que abre, con miras a la futura incorporación de la entomología forense en investigaciones criminalísticas en casos de homicidi= os y negligencias. Sin embargo, las dificultades en la identificación taxonómica= y la toma de datos ambientales denotan el estado inmaduro en el cuál se encue= ntran este tipo de investigaciones en el Ecuador, por lo que se sugiere expandir = la escala temporal y espacial de estos trabajos mediante convenios que permitan replicarlos en diversas partes del país en distintos ecosistemas y bajo distintas condiciones climáticas.

C= onclusiones.

Se han encontrado m= ayor número de pacientes con lesión cerebral que con TP. =

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<= /o:p>

<= b>	Antisocial
Deterioro cognitivo	Trastorno	Rasgo	Total
Normal	19	58	77
Leve=	3	13	16
Moderado<= o:p>	5	17	22
Severo	4	7	11
No encont= rado	14	39	53
Total	45	134	179

Alteracio= n- lesion cerebral	Frecuencia	Porcentaje
Alteración cerebral (EEG)	15	1,4
Lesión cerebral (TAC de Cráneo)	58	5,4
Lesión cerebral por RMN	3	0,3
TAC de cráneo y EEG reporte anormal<= /o:p>	30	2,8
TAC de cr= áneo y EEG reporte normal	16	1,5
EEG norma= l	18	1,7
TAC norma= l	3	0,3
Examen no presente	940	86,8
Total	1083	100